¿Más sanciones a Rusia? La UE podría chocar con el muro energético

Macron y Putin, en Moscú.
Macron y Putin, en Moscú.
EFE
Macron y Putin, en Moscú.

Los ataques, las imágenes y las maniobras de Rusia contra Ucrania, ejemplificadas este domingo por el horror en la ciudad de Buchan, vuelve a situar en el centro del debate las sanciones contra Moscú. Las tropas de Putin empiezan a retirarse de la región de Kiev pero dejan tras de sí el rastro del horror más absoluto. Así, la Unión Europea divide su mensaje en dos partes: más medidas restrictivas contra el régimen ruso y la investigación de estas acciones como "crímenes de guerra". Bruselas habla de "atrocidad" y Ucrania usa la palabra "genocidio".

Esto conduce a una pregunta: ¿aprobará la Unión Europea otro paquete de sanciones? Ya van cuatro, y el quinto podría entrar en un terreno complicado para los 27, como es el asunto energético. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que el bloque comunitario ya está trabajando en más sanciones y en más apoyo para Ucrania, mientras otras voces, sobre todo en el Parlamento Europeo, piden cortar de lleno la importación de energía rusa porque de no hacerlo "se seguirá financiando la guerra de Putin".

Pero algunos Estados miembros no opinan lo mismo. Hasta ahora las medidas más duras han ido desde la congelación de los activos del Banco Central Ruso hasta la expulsión del SWIFT de siete bancos, pero entre ellos no está precisamente Gazprombank, a través del cual se paga la compra de gas. Son medidas sin precedentes en cuatro paquetes que tuvieron luz verde en tiempo récord, pero esa dinámica ya se ha frenado, aunque todavía la Unión podría profundizar en el veto a determinados productos y servicios o añadir más entidades a la lista para la expulsión del sistema de intercambio de divisas.

Ahora, ya hay países que no quieren hablar de energía en las sanciones y de hecho Hungría ya ha dejado claro que no apoyará ninguna medida en este sentido, y sin unanimidad no salen adelante. Tampoco parecen por la labor otros como Alemania, también muy dependiente de la energía rusa. Mientras la UE profundiza en sus planes para reducir esa subordinación, los Estados miembros siguen necesitando de la mano de Putin. Y ahí el Kremlin también tiene una carta que jugar: firmó un decreto que obligará a que el pago del gas se haga en rublos, una moneda que tocó fondo con el inicio de la invasión y que Moscú trata ahora de recuperar.

"La masacre de Bucha ha sido deliberada. El objetivo de los rusos es el de eliminar a todos los ucranianos que puedan. Tenemos que detenerles y echarles a patadas", escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba. Frente a esto, Kiev quiere que Occidente dé un paso más y apruebe "sanciones masivas". Esas sanciones, en todo caso, no son igual de sencillas en el caso de la UE, todavía muy dependiente de Rusia en cuanto a la energía. Así, no será sencillo que llegue un nuevo paquete de medidas.

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