El Ayuntamiento de Barcelona y la Guardia Urbana de Barcelona ya habían avisado de que, la de este lunes por la mañana, sería una jornada más complicada de lo habitual en el acceso a la ciudad de Barcelona por la C-31 norte, con la entrada en funcionamiento la pasada madrugada del domingo del túnel soterrado de la plaza de les Glòries.
Las autoridades municipales recomendaron a los conductores de coches privados que intentaran salir con más antelación de sus casas y evitaran las horas punta en previsión de que pudieran producirse colas y retrasos. Y también invitaron a que cambiaran el vehículo por el transporte público para entrar en la capital catalana.
Pero, a pesar de las advertencias y de que todos los sistemas de control de tráfico y semafóricos han funcionado correctamente (estos últimos, tanto los de entrada como los de salida del túnel, que están coordinados entre sí) una avería en el propio túnel con un coche inmovilizado durante unos 20 minutos y un accidente en la Ronda Litoral, han complicado la movilidad y han provocado, a primera hora de la mañana, retenciones de hasta 2,5 kilómetros en sentido Llobregat. Cada día acceden a Barcelona por este punto unos 43.000 vehículos.
La combinación de semáforos de entrada y salida del túnel está precisamente prevista para evitar embotellamientos dentro del mismo y para permitir la salida del transporte público que haya de seguir circulando en superficie.
A las 10.30 horas de este lunes, las colas de coches en la C-31 llegaban a la altura de la calle Selva de Mar. Aunque no ha sido algo excepcional, pues se ha repetido en las últimas semanas, dicen desde el Ayuntamiento, en días precedentes las colas se repetían hasta las 09.30 horas como norma general. La densidad viaria ha sido, pues, para los responsables del consistorio, la misma de "cada día en hora punta".
El gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento, Manuel Valdés, ha declarado a los medios este lunes por la mañana que las retenciones que se han producido que "son equivalentes a las de días anteriores. La semana pasada las colas en hora punta matinal también habían llegado a alargarse hasta las 10.30 horas".
"Las retenciones que se han producido son equivalentes a las de días anteriores. La semana pasada las colas en hora punta matinal también habían llegado a alargarse hasta las 10.30 horas"
(Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona)
Colapsos en las calles Bilbao y Llacuna controlados por la Urbana
Donde más volumen de vehículos se ha acumulado esta mañana ha sido en dos puntos que ya tenía previstos la Guardia Urbana que, de hecho, ha desplegado a agentes para ordenar el tráfico: el cruce de la calle Bilbao con la Gran Via, y en la calle Llacuna también en su intersección con Gran Via, donde antes los coches podían girar a la izquierda y acceder al centro de Barcelona en superficie, y a partir de ahora no.
Algunos conductores han decidido invadir el carril VAO de la autopista, reservado para el transporte público y los vehículos de alta ocupación, una infracción de tráfico que el Ayuntamiento no pasará por alto y que multará en todo momento
Los agentes han redirigido la circulación de estos coches en la calle Bilbao en sentido descendente, que habían salido de la autopista en Bac de Roda, ya que el carril en superficie es solo para vecinos y transporte público. Desde la Urbana confían en que en los próximos días se vayan rectificando estas rutas y que los propios conductores vayan buscando los recorridos que más les convengan. La Urbana también ha tomado nota de algunas mejoras en la señalización para los vecinos, que comenzarán a implantarse en los próximos días.
Un accidente que ha tenido lugar en la Ronda Litoral ha congestionado aún más estas dos áreas ya que muchos coches, que no son habituales en estas rutas, han optado por subir hasta la Gran Via cruzando el Poblenou para sortear las retenciones. Toda esta concatenación de factores imprevistos ha provocado descontento entre muchos conductores que se han visto implicados en las retenciones. Creen que los semáforos de entrada al túnel de Glòries y la eliminación de carriles para dedicarlos al transporte público actuarán como un embudo y agravarán los colapsos de tráfico a partir de este lunes.
Otros conductores, muchos de ellos motoristas, han decidido invadir el carril VAO de la autopista, reservado para el transporte público y los vehículos de alta ocupación, una infracción de tráfico que el Ayuntamiento no pasará por alto y que multará en todo momento.
Respecto al uso correcto de las vías en estas primeras semanas, el inspector y portavoz de la Guardia Urbana, Jordi Oliveras, expresa que la voluntad no será la de sancionar sino la de orientar "de manera pedagógica" a los conductores.
Alivio para la calle Independència
En cambio, vecinos del entorno de la plaza de las Glòries y de la calle Independència han agradecido la gran bajada de vehículos en la superficie que ya es bien visible desde este lunes, y que mejora la calidad del aire y del ruido de la zona, que lleva sufriendo importantes obras de adecuación de la plaza desde hace siete años.
Cambios viales a tener en cuenta
Entre los principales cambios viales que comportará la puesta en funcionamiento del túnel para entrar a la ciudad está la eliminación de los carriles en superficie para vehículos privados que quedaban en la Gran Via, entre las calles Bilbao y Padilla, y que tal y como se ha mencionado, ya no están operativos.
Solo podrán circular por los laterales los coches de vecinos, de servicios y emergencias y el transporte público (en el tramo Bilbao-Independencia y en el tramo Castillejos-Padilla).
Al igual que en sentido Besòs, en sentido Llobregat el túnel contará con tres carriles, dos para vehículos privados y otro para autobuses metropolitanos. Los coches que vayan por su interior, al salir, tendrán la opción de subir por Padilla (carril derecho) o por Marina (carril central). En línea recta por la Gran Via, por el carril de la izquierda, solo podrán circular los autobuses. El tramo del túnel soterrado de Glòries de salida de Barcelona en sentido Besòs se abrió al tráfico el pasado mes de noviembre.
Antes de entrar al túnel, a la altura de la Rambla de Poblenou, habrá una salida hacia el lateral de la Gran Via exclusiva para autobuses y taxis.
En este punto se mantendrá el actual semáforo, con un doble objetivo: permitir la maniobra a estos vehículos para acceder a su rampa para abandonar el túnel desde el carril bus situado a la izquierda y regular el tráfico que entra al corredor. El transporte privado que circule por la C-31 y quiera acceder al lateral de la Gran Via tendrá que utilizar la salida 207 Bac de Roda/Poblenou.
La calle de la Llacuna quedará sin conexión con la Gran Via en sentido Llobregat y únicamente restará operativo un carril para acceder al lateral mar, en sentido Besòs (vados y servicios).
En el tramo entre Perú y la Gran Via, Llacuna se pacificará, con lo que solo se permitirá la circulación de vehículos de vecinos y para acceder a la zona de carga y descarga del centro comercial de la zona.
ERC pide extender el carril bus-VAO dentro del túnel
Desde las filas municipales de ERC, el principal grupo de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, han criticado que el episodio de colas de este lunes por la mañana en el acceso a Barcelona por Glòries era "previsible pero también evitable" y han propuesto que los Vehículos de Alta Ocupación (VAO), con dos o más ocupantes contando al conductor, puedan utilizar el carril bus-VAO del túnel, como sucede en la autopista C-31.
Elsa Artadi, líder de Junts en el consistorio, ha acusado al gobierno de Ada Colau (BComú) y Jaume Collboni (PSC) de “generar el caos” circulatorio en esta importante entrada a Barcelona: “Se ha dado el surrealismo máximo”. Para Cs, el túnel de Glòries es "un embudo que aumenta la contaminación" con las colas de vehículos. Josep Bou (PP) ha asegurado que el modelo de gobernanza de Colau y Collboni es "colapsar Barcelona".
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