Ciencia

"Ya hemos logrado que el tacto se sienta a distancia; ahora vamos a trabajar para enviar las emociones"

La última vez que hablamos con Isaac Castro, el mundo desconocía que se avecinaba una pandemia que iba a tener a la población confinada durante meses. Poco podía imaginar este ingeniero de telecomunicaciones que el proyecto en el que trabajaba junto a su equipo iba a adquirir más sentido aún si cabe. La idea de poder sentir el tacto a distancia, surgida de vivir a miles de kilómetros de casa, pasaría en tan solo unas semanas a cobrar especial dimensión en un momento en el que la separación interpersonal y el encierro se impusieron como medidas para combatir la covid. Entonces Emerge Home estaba a punto de empezar a ser probado por una comunidad de desarrolladores. Hoy, dos años después de aquella entrevista, comienza a estar a disposición de los consumidores.

"La pandemia nos puso a todos en una misma situación y nos ha ayudado a que la gente entendiera un poco más qué es sentirse desconectado de las personas que te importan y cuál es el valor del tacto", explica Castro, mientras monta el dispositivo en la redacción de 20minutos. Hace unos días que llegó a España desde Los Ángeles, donde reside y donde está la sede de la startup, con el objetivo de presentar también aquí su desarrollo. "La primera vez que lo utilicé con mi madre lloró", recuerda este madrileño de Móstoles, de 37 años y que vive fuera del país prácticamente desde que acabó sus estudios universitarios.

Sin mandos ni guantes, una placa colocada ante el usuario genera un campo de fuerza usando ondas ultrasonoras mientras las gafas de realidad aumentada le introducen en el metaverso. Las ondas no se ven pero se sienten en el aire, de forma similar a como se sienten las vibraciones de la música a través de un altavoz. En ese contexto la sugestión juega también un papel importante. Creando un escenario propicio, el cerebro tiende a convencerse de que realmente tiene delante de sí los objetos virtuales que está viendo.

Una empresa que ha duplicado su tamaño 

  • Isaac Castro creó Emerge en 2015 junto a Sly Lee, estadounidense, y Mauricio Teran, ecuatoriano, compañeros que conoció en la Universidad de la Singularidad que Google y la NASA tienen en Silicon Valley. Hace dos años la empresa contaba con 16 trabajadores. Hoy esa cifra asciende a 40. Igualmente, la inversión de 18 millones de dólares (16,6M€) que habían logrado a principios de 2020 asciende ahora a 32 millones (29,18M€). Con 13 patentes, la startup está financiada con el apoyo de empresas de capital riesgo y líderes influyentes en el mundo tecnológico, como los cofundadores de Twitch y Blizzard Entertainment. Anteriormente se habían sumado al proyecto M13, con Richard Branson y Arianna Huffington entre sus inversores, o Vulcan Capital, del cofundador de Microsoft Paul Allen. El dispositivo ha sido lanzado al mercado a través de la plataforma Kickstarter, con una primera campaña limitada a mil unidades y que acaba este viernes.

Además de contribuir a la cercanía entre personas, esta plataforma tendrá usos en otras tres materias: entretenimiento, educación y salud mental. "El tacto nos ayuda a desarrollarnos como humanos, nos permite crear vínculos y expresar nuestras emociones y tiene grandes beneficios para nuestra salud. Muchos estudios describen cómo nos ayuda a aliviar la ansiedad, la soledad, la depresión e incluso el dolor físico. Activa parte de la corteza orbitofrontal del cerebro y estimula la producción de oxitocina, lo que los científicos llaman la hormona del cuidado y la conexión", manifiesta este emprendedor y hace referencia a una encuesta previa a la pandemia que reflejaba que el 79% de la Generación Z, el 71% de los millennials y el 50% de los baby boomers se sentían solos. Todo parece indicar que la situación provocada por el coronavirus no ha hecho más que empeorar esos datos.

"Los expertos están muy preocupados por las implicaciones en nuestra salud mental ocasionadas por la carencia de tacto debido a nuestra tecnología y contexto actuales. Muchos estudios hablan de la importancia del tacto para pacientes con demencia en general y con Alzhéimer en particular, y de cómo ayuda a reducir o retrasar los síntomas de la enfermedad. En entornos inmersivos nos ayudará además a sentirnos más presentes y empatizar más con otros, en lugar de lo que ocurre hoy en día en las redes sociales, donde a menudo nos refugiamos detrás de un nombre y una foto", continúa.

"Conectar nuestros cerebros sería la forma más efectiva para comunicar nuestras emociones"

Emerge Home permite crear "círculos cercanos" de hasta ocho miembros, personas de confianza del usuario que, en aras de la privacidad y la seguridad, deberán contar con invitación expresa para poder entrar. Su planteamiento no es recrear con exactitud las texturas ni la dureza de los materiales sino "cómo sería el sentido del tacto en un mundo de hologramas". En esa línea, se nota algo similar a la caricia de una brisa cuando las manos de los avatares se juntan o se percibe cierto peso al mover las piezas en una partida de ajedrez. El poder interactuar directamente con las manos impulsa la experiencia.

"Una de las cosas que teníamos clara es que queríamos crear una experiencia sin fricciones, que fuera natural e intuitiva. No queríamos crear una empresa con guantes ópticos. De la misma forma creemos que la realidad aumentada cada vez se verá más liberada de aparatos grandes. Empezarán a crearse gafas más ligeras, incluso lentes de contacto, y en algún momento, será una conexión de cerebro a cerebro", augura el cofundador de Emerge. Porque con "un progreso en crecimiento exponencial", él se muestra convencido de que la tecnología tiene aún mucho potencial. Lo que hace falta es que los emprendedores cuenten con "el apoyo de las grandes empresas y de los gobiernos". 

"Nosotros tenemos la mente puesta en cómo continuar. Ya hemos logrado que el tacto se sienta a distancia. Ahora vamos a trabajar para enviar las emociones. En primer lugar queremos empezar a entenderlas y para conseguirlo hay muchas cosas que puedes analizar en tu cuerpo, tus expresiones, tus movimientos, tu entonación de voz...", cuenta Castro que no se detiene ahí: "En un futuro, que también forma parte de nuestro plan, podremos conectar nuestros cerebros. Esta sería la forma más efectiva para comunicar nuestras emociones".

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