Alberto Núñez Feijóo visitará hoy la Moncloa por primera vez como líder de la oposición. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibirá a las once de la mañana al flamante presidente del PP en una reunión sin orden del día, un encuentro de tanteo, fraguado a través de un SMS del jefe del Ejecutivo y en el que ambos medirán su voluntad para llegar a acuerdos. 

Parece, sin embargo, que suturar la relación entre populares y socialistas, absolutamente deteriorada por la tirante relación entre Pablo Casado y Sánchez, será un trabajo de orfebrería. Como ha quedado patente este mismo miércoles, son muchos los temas que dividen ambas bancadas en el Congreso. Feijóo, además, exigirá a Sánchez que cumpla con el compromiso adquirido en la Conferencia de Presidentes de La Palma de bajar los impuestos, ya que al PP no satisface lo contemplado en el decreto aprobado por el Gobierno para hacer frente a la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania.

Feijóo pedirá a Sánchez la bajada "inmediata, concreta y probablemente temporal" del IRPF en la reunión de este jueves

"No podemos más que rebajar los impuestos de forma inmediata, y más concretamente el IRPF", defendió el todavía presidente de la Xunta tras presentarse a Felipe VI. Un mensaje que ya había enviado por la mañana en una entrevista televisiva, donde confirmó que presentará un "tratamiento de choque" a Sánchez frente al "paquete de medidas con título falaz".

"No voy a Moncloa a suscribir un real decreto que no ha sido pactado con nadie", dejó claro el líder del PP, que se niega a aceptar "un conjunto de medidas dispersas". Criticó especialmente, además, el "cambio y la ruptura del consenso", los "bandazos e improvisaciones" del Gobierno con el Sáhara Occidental y Marruecos, el país al que volará el presidente del Gobierno tras el encuentro entre ambos. 

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quiso tender puentes este martes, ya que abrió por primera vez la puerta a que el plan aprobado la semana pasada se tramite como proyecto de ley si las medidas tienen que extenderse más allá del 30 de junio. Un movimiento que también puede leerse como un guiño al PP, pero también a sus socios parlamentarios para que propongan enmiendas.

Poco se sabe sobre cómo podrían acometer Gobierno y PP la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), si se desbloqueará un órgano que ya lleva más de tres años con mandato caducado y cuyo acuerdo podría ser una piedra de toque para abrir esta nueva etapa. 

"Lo que queremos conocer es la disposición del presidente del Gobierno. Cuando sepamos cuál es la suya, trasladaremos cuál es la nuestra", explicó el pasado lunes Cuca Gamarra, la nueva secretaria general del PP. Fuentes gubernamentales, por su lado, aseguran que la "predisposición" para renovar el CGPJ es total y es un acuerdo que, según reconocen, "puede ser fácil".

"Irá con la mano tendida"

"Feijóo seguro que irá con la mano tendida, aunque no nos fiemos de Sánchez", expone un diputado popular, receloso de la intención del presidente del Gobierno por encontrar puntos de entendimiento. En su réplica a Gamarra, el propio Sánchez planteó la disyuntiva de "si ustedes van a apoyar o a continuar estorbando" con el cambio en la séptima planta de Génova 13. "Si ni siquiera ha cumplido los acuerdos de La Palma, tampoco espero que ahora tenga otra voluntad", sostiene otro dirigente del PP. Todos, sí es cierto, ajenos al círculo estrechísimo con el que Feijóo se ha instalado en el mascarón de proa del PP.

En la jornada previa primer encuentro también se han manifestado Gamarra y Elías Bendodo, números dos y tres de la nueva dirección, respectivamente. Antes de la disyuntiva de Sánchez, la primera había pedido al jefe del Ejecutivo que escuchara "mañana al presidente Feijóo y haga las dos cosas que sabe hacer bien: copiar y rectificar", y así revertir las "nefastas políticas que nos están llevando a la ruina". "El fracaso de Sánchez es evidente", ha seguido la portavoz, que ha recalcado que "por fortuna hay alternativa porque hay otra manera de gobernar".

"Se ha puesto en marcha el reloj para que Sánchez salga de la Moncloa", manifestó en clave electoral Bendodo, en una entrevista en esRadio, donde también incidió en "la voluntad de escuchar" con la que el presidente de su partido acudirá a Moncloa. 

“Ahora hay una nueva dirección, con más experiencia que la anterior, con una idea clara de partido y de España, que sabe lo que quiere, que tiene un proyecto serio y ganador en la cabeza que será una clara alternativa al Gobierno de Sánchez”, recalcó el también consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, el hombre que ya se reparte entre Feijóo y Juanma Moreno, llamado a ser junto a Miguel Tellado los 'fontaneros' del nuevo PP. 

Navega pues Feijóo entre dos aguas: las de tender la mano a los grandes acuerdos de Estado -siempre que sean “constitucionales”, “europeístas” y “atlantistas”- y a consolidar de manera rápida y eficaz su alternativa para liderar el Gobierno. “Somos un partido que hablamos con todos, pero eso no significa tragar con todo”, ilustró Bendodo en la entrevista citada. 

Malestar por la intervención de Zelenski

En su primera rueda de prensa como secretaria general del PP este lunes en Génova, Gamarra aseguró al Gobierno que contará "con todo su apoyo para que sigan enviando todo lo que los ucranianos necesiten para salvar sus vidas como armas para que puedan defenderse" y también para "subir el presupuesto de Defensa hasta el 2%". 

Sin embargo, la histórica intervención de Volodimir Zelenski este miércoles en el Congreso ha creado cierto malestar en el seno del Grupo Parlamentario Popular. En concreto, al discurso de Sánchez desde la tribuna de oradores posterior al telemático del líder ucraniano. Para el PP, fuera de lugar y sin precedente. "Se están cargando el Parlamento: estas cosas siembran un precedente", reivindican fuentes populares en el Congreso, que apelan al discurso de Meritxell Batet como el único que tendría cabida según el protocolo. 

"La Mesa del Congreso aprobó el formato por unanimidad", defienden desde la Presidencia de la Mesa, que indican que fue el "formato" que se les pidió "desde la Embajada [ucraniana]", y apuntan también que este mismo martes se rechazó por unanimidad "la petición de Ciudadanos de que los grupos pudieran participar". "Es el formato exacto que nos pidieron los ucranianos", aseveran.

"La excusa que ayer me dio Meritxell Batet para que por primera vez en la historia del Parlamento el presidente hablara en la tribuna tras un invitado es que 'lo había pedido el embajador ucraniano", tuiteó el senador popular Rafael Hernando, que tacha la explicación aportada por Batet como una "excusa tramposa para justificar que el Parlamento se degrada al capricho de Sánchez".