Sandra Sabatés desenmascara la violencia machista escondida en cuentos infantiles

La periodista y copresentadora de El Intermedio, Sandra Sabatés, desvela en su libro No me cuentes cuentos (Planeta) la violencia machista que se esconde en algunos relatos infantiles como Caperucita Roja, que "es la historia de una violación".

En una entrevista, Sabatés señaló que "la violencia contra las mujeres es una realidad que trasciende a las fábulas y a los cuentos de siempre" y que con su libro, "dirigido a todo el mundo, pero particularmente a los adolescentes y jóvenes, denuncio como se normaliza la violencia de género".

Para realizar este libro ha entrevistado a 10 mujeres reales, víctimas de algún tipo de violencia y las identifica con protagonistas de cuentos tradicionales como el de Caperucita roja, su preferido cuando era pequeña, La bella y la bestia, La sirenita, Blancanievies, La bella durmiente o Barbazul.

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"Los cuentos tradicionales son un reflejo de la sociedad en un momento determinado y desde esta perspectiva es justo decir que hemos avanzado mucho en cuestiones de igualdad, pero la violencia machista sigue muy presente hoy", apuntó Sabatés, quien denunció la campaña negacionista que hace la extrema derecha sobre esta cuestión. "Estamos en un momento muy complicado y no podemos perder todo lo que hemos conseguido las mujeres. Hay que aunar fuerzas y luchar por la igualdad porque la violencia de género existe y es lo que pretendo demostrar con mi libro".

"Mensajes negacionistas"

A la periodista de laSexta le preocupa que ese mensaje de la extrema derecha acabe calando "entre la gente joven. La educación es primordial para tener una sociedad más justa e igualitaria. Hay que educar a las nuevas generaciones en igualdad, pero si en paralelo tenemos los mensajes negacionistas, que llegan a los más jóvenes y vulnerables, puede que en vez de avanzar, vayamos hacia atrás. Cuando ves en las encuestas, que los chicos, a partir de los 15 años ven algo normal los celos o el control de su pareja o llegan incluso a justificar una violencia de baja intensidad, nos tiene que poner en alerta".

Desde su rol de periodista reivindica "visibilizar todos los casos de violencia machista. Si les damos voz, frenamos los discursos que niegan esa realidad" y pide algunas responsabilidades a la Administración que, en su opinión no funciona bien como debe como se ha visto en el último caso de violencia vicaria en el que la Justicia no cruzó los datos y "un niño fue asesinado por su padre". "Tienen que ponerse las pilas", concluyó.