Animaleros

Mati Cubillo: "No se entiende que en una comunidad abandonar un animal suponga una multa de 9.000 euros y en otra sea de 300"

Dos tímidos galgos en la protectora madrileña ACUNR quieren saludar a los visitantes que se acercan, pero no se atreven por malas experiencias previas.
EDUARDO G. CUASIMODO / Archivo

Mati Cubillo, presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid (FAPAM), es una de las voces más relevantes del panorama de la protección animal en nuestro país. Hablamos con ella para valorar la primera Ley Nacional de Protección Animal, que podría entrar en vigor este mismo año.

¿Dirías que esta nueva ley es heredera o semejante a otras regulaciones ya existentes en algunas comunidades autónomas?

Sí. Yo manejo más la de la Comunidad de Madrid y en ella ya se controla por ejemplo la cría, se mencionan las colonias felinas o el sacrificio cero y  que los animales con acceso al exterior tienen que estar esterilizados si conviven machos y hembras. 

¿Cómo valoras la ley?

Una de las cosas más importantes es la unificación de todo el territorio nacional con unos mínimos. No se entiende que en una comunidad autónoma abandonar un animal suponga una multa de 9.000 euros y en otra sea de 300; que en unas haya sacrificio cero y en otras no. En definitiva, no puede ser que en un territorio de España los animales estén más protegidos que en otros. Es demasiada desigualdad. 

Ha mencionado el sacrificio cero, en determinadas comunidades va a ser muy complicado de gestionar y hará aflorar la verdadera magnitud del abandono.

Sí que va a ser complicado, todas las comunidades tendrán que estudiar mucho y tomar medidas para que los animales no acaben hacinados en los centros o se dejen de rescatar. Si de repente se aprueba una ley que ya no permite sacrificar animales y no va acompañada de otras medidas tajantes, por ejemplo para reducir la natalidad, pues evidentemente es un problema, porque los animales están ahí. Es un problema que ya se está viendo en la Comunidad de Madrid; hay muchos centros que actualmente tienen cerradas sus puertas o cogen animales con cuentagotas, porque están hasta arriba. Y si se siguen retirando animales de las calles, poniéndolos a salvo, es gracias a las entidades de protección animal. No va a ser fácil, hay que poner mucha voluntad y es importantísimo que se pongan recursos humanos y económicos para la aplicación de la ley.

¿Qué opinas sobre la obligación de registrar todas las entidades de protección animal, categorizándolas? 

Por nuestra parte no hay ningún problema, al contrario. A nosotros también nos tienen que controlar. En España puedes crear una asociación rápidamente, yendo al registro, y ya nadie supervisa lo que haces. Me parece bien que se aseguren de que realmente estés haciendo una actividad de protección animal.

¿Ha habido tal vez un exceso de voluntarismo y menos profesionalización de la deseable en el sector de la protección animal?.

Es algo curioso que en España no hay asociaciones súper potentes como en otros países, pero es porque creamos demasiadas entidades. Cuando alguien me llama para asesorarse a la hora de crear una asociación le recomiendo que busque una por su zona que ya exista y aporte allí. Y sí que es verdad que tenemos que trabajar de manera profesional. A algunas entidades tal vez les mueve más el corazón que la profesionalidad, en algunos casos por desconocimiento.

Yo me he encontrado con potenciales adoptantes que no saben dónde acudir y que se han encontrado con experiencias muy distintas en diferentes protectoras.

En general todas tienen unos protocolos muy similares, pero sí que es verdad que hay asociaciones que tienen ciertos problemas, que tal vez no entregan a los animales en las mejores condiciones. Sobre todo es por desconocimiento, porque se lanzan a algo que es necesario y trabajan poquito más que a nivel particular.  Por eso es muy necesario que estemos reguladas.

¿Han asesorado en la elaboración del anteproyecto de ley?

Sergio García Torres, el director general de Derecho Animal, ha hablado con todo el mundo implicado en el sector. Por supuesto las entidades de protección animal pusimos nuestra experiencia a su servicio y hemos podido aportar lo que creemos que es necesario en una ley nacional. 

Una de las medidas de la ley que más interés ha despertado es la obligación de hacer un curso, inspirado en cierta medida en la labor de ciertas protectoras. 

A ver, que nadie se asuste, será un curso que se podrá hacer online, gratuito y va a aportar información. Es algo que hacemos ya las protectoras cuando viene alguien a adoptar: les cuentas lo que supone tener ese animal, el tiempo que habrá que dedicarle, qué hacer cuando llegan las vacaciones... Este curso es totalmente positivo. Nosotros tenemos muchísima gente que viene a adoptar y cuando les informas se dan cuenta de que no pueden asumir la responsabilidad de ese ser vivo. Dar información no sobra y no tiene que ser algo polémico.

Y luego, aquel que quiera ampliar conocimientos, formarse en educación canina, tiene más opciones. 

Exacto. Hay muchísimos cursos de todo tipo disponibles. Una sociedad que tiene bien educados a sus animales es una sociedad que en la que va a ser más fácil que el animal se introduzca dentro de la sociedad. Todo eso es positivo. 

La ley también contempla recabar datos, tener identificados a todos los animales y elaborar estadísticas.

Claro, eso es importantísimo, porque es verdad que los únicos datos que manejamos son los de la Fundación Affinity, que no recogen todos los abandonos porque tienen la información de los centros que voluntariamente quieren darla,  y yo estoy segura que el sanitario de Sevilla no los da. En la Comunidad de Madrid eso ya existe también. Todos los centros de recogida de animales tienen obligación trimestralmente de aportar sus datos de entradas y salidas, pero hay muchísimos centros públicos en España que no no facilitan sus números y cuando tengamos los datos reales de abandonos nos vamos a asustar mucho. Se van a duplicar o triplicar el número de abandonos y quizás eso haga despertar más a las administraciones de que realmente es necesario tomar medidas y acoger esta ley con los brazos abiertos.

Hay muchísimos centros públicos que no no facilitan sus números y cuando tengamos los datos reales de abandonos nos vamos a asustar mucho

¿Confía en que faciliten los números reales?

Evidentemente, hecha la ley, hecha la trampa. Habrá que hacer un seguimiento; inspecciones de estos sitios para tener la seguridad de que los datos que aportan son reales y que no estén camuflando sacrificios. Es muy importante tener datos reales del número de abandonos que hay en España para ser conscientes de una problemática de la que Fundación Affinity muestra solo la punta del iceberg.

Hay algunas excepciones en la última versión del anteproyecto que se aplican a los animales de pastoreo, caza y guarda de ganado. ¿Qué opinión le merecen?

Yo sé lo duro que ha sido para la Dirección General de Derechos de los Animales sacar esta ley adelante. Han trabajado mucho. Las entidades hemos hecho presión porque el ministerio de Agricultura quería dejar a los perros de caza fuera de esta ley, es decir, quería dejar a miles de perros sin protección. Entiendo que esas excepciones son fruto de las negociaciones que han tenido que hacer. Pero esos perros siguen dentro de la ley, tienen que estar en buenas condiciones, si quieren criar tienen que tener sus autorizaciones..., que es lo que a nosotros nos importa.

La ley también contempla a las colonias felinas. 

Es algo en lo que tenemos puesta mucha ilusión y mucha esperanza. En los municipios en los que existe el sacrificio cero, no les queda más remedio que controlar las colonias porque ya no las pueden exterminar. Pero hay muchos municipios en los que es un exterminio continuo. Para nosotros es muy importante que en toda España se ponga en práctica el control de las colonias felinas mediante el control de la natalidad.

Las colonias felinas tienen muchos detractores entre los defensores de la biodiversidad. 

Aquí han puesto el grito en el cielo muchos colectivos que se dedican a la conservación, por ejemplo de las aves, por la caza por parte de los gatos de especies protegidas. Yo creo que no han entendido que precisamente que el control de las colonias y la reducción por tanto del número de gatos en las calles va a ayudar al respecto. Suelen enarbolar un estudio elaborado en Canarias con gatos que tenían restos de especies protegidas en su estómago, pero nadie ha podido probar que los gatos mataron a esos animales; podrían haber muerto por otras causas. Lo que sí podemos demostrar es que la mejor manera de controlar esos animales no es exterminarlos, porque en breve tiempo, en breve tiempo habrá otra vez otra colonia. No es la solución. Aparte, evidentemente, nosotros no queremos matar animales que estén sanos. Ahí hay unos desacuerdos bastante importantes que espero que se puedan solventar.

Entre todas las medidas que incluye la ley, ¿cuáles serían las que destacaría como más importantes para frenar la problemática de abandono y maltrato de España?

Está el sacrificio cero; que solo puedan criar los los criadores profesionales; la erradicación del tiro al pichón..., pero quiero destacar el hecho de que contemple un plan de emergencias para todas las comunidades autónomas, porque estamos viendo que cuando hay inundaciones o incendios no hay nada establecido para rescatar a los animales y es algo que llevamos mucho tiempo reivindicando.

¿Y qué le parece que se podría haber mejorado?

Desde las entidades de protección animal nos gustaría que todos los animales estén esterilizados, como ocurre en otros países de Europa. Pero también es verdad que con la ley si tienes en tu casa tres perros y dos perras, o los machos o las hembras tienen que estar esterilizados. Es también una manera de reducir las camadas no deseadas. 

Es la gente que vive en los pueblos la que nos contacta para denunciar al vecino que tiene una rehala en malas condiciones

Esta ley ha recibido críticas desde el entorno rural. ¿Se olvida esta norma de la realidad de los animales fuera de las grandes ciudades?

Sí, ha recibido críticas tanto de administraciones como de asociaciones o particulares del mundo del mundo rural. Yo creo que es una estrategia. Esta ley no va en contra el mundo rural, ni muchísimo menos. Solo queremos que los animales estén protegidos, da igual que dónde estén. De hecho, también hay abandono y maltrato también en las grandes ciudades, con gente, por ejemplo, que tiene a su perro todo el día en una terraza a la intemperie.

En las zonas rurales son conocedores de las miserias, malos tratos y penurias que pasan los animales. Es la gente que vive en los pueblos la que nos contacta para denunciar al vecino que tiene una rehala en malas condiciones. Nosotros no vamos por todos lados buscando denuncias, nos llegan del mismo mundo rural; allí también hay grandes amantes de los animales.

La nueva norma no elimina la polémica ley de perros potencialmente peligrosos como tal, pero sí el listado de razas. ¿Qué le parece?

Me parece bien que que que ahora los PPPs no tengan que estar señalados. Sobre todo pensando en los perros tan maravillosos que tenemos en los centros, perfectamente sociables, y que la gente no adopta más por tener que sacarse una licencia, por tener que ir con bozal como si fueran Hannibal Lecter. Lo que sí hay que controlar bien es la evaluación de los animales, que se realicen por profesionales cualificados. Eso es lo único que nosotros pedimos, que se haga de manera seria y responsable.

Ya sucede hoy que muchos propietarios de estos perros no siguen las normas actuales, dudo que vayan a acudir a hacer esa prueba de socialización. Ni siquiera se cumple a día de hoy la obligatoriedad del chip.

Y es muy sencillo pasar por la calle con un lector de chips, pero no es popular. A muchos ayuntamientos les da miedo sancionar en cuestiones de protección animal porque no es popular, no quieren perder votos. Tiene que producirse un cambio de mentalidad, sobre todo en las administraciones locales. Podemos tener la mejor legislación del mundo, pero si no hay voluntad política para que se aplique, pues no avanzaremos nada.

Redactora jefe de '20minutos'

Soy periodista en '20minutos' y escritora. Coordinadora de 'Capaces' y 'Animaleros'. He ganado el premio Tiflos 2019 de la Once por el reportaje 'La otra vuelta al cole, la de los niños con discapacidad y enfermedades crónicas'; fui ganadora española y finalista europea en 2012 del Health Prize for Journalists de la Comisión Europea; Premio Blasillo al Ingenio en Internet en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca en 2008 y Premio Huella de Oro en dos ocasiones al Periodista más comprometido con la protección animal de la Asociación Nacional de Amigos de​ los Animales. Como escritora tengo tres libros publicados: la novela de ciencia ficción Galatea (Lapsus Calami, 2014); el ensayo Tener un hijo con autismo (Plataforma, 2017) y Mastín y la chica del galgo (2019) a beneficio íntegro de la Fundación Amigos del Perro.

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