Perros

Adolescentes vulnerables y animales que han sufrido maltrato, protagonistas del programa de intervención social 'Echando una pata'

El programa 'Echando una pata' actúa con jóvenes en situación de vulnerabilidad y animales que han sufrido maltrato o abandono.
JSEGURA / PERRUNEANDO

Los perros forman parte de nuestra vida en muchos aspectos posibles y, como está demostrado que trabajar con ellos es beneficioso para humanos y peludos, Cátedra Animales y Sociedad de la URJC continúa con su labor por el bienestar animal y la convivencia entre especies con su nuevo programa 'Echando una pata'.

Se trata de un programa de intervención social de ayuda bidireccional que se inició el pasado 30 de marzo en colaboración con Perruneando y la Concejalía de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Parla, y que pretende actuar con jóvenes en situación de vulnerabilidad  social y, por otra parte, con animales que han sufrido situaciones de abandono o maltrato, trabajando las bases hacia una convivencia responsable y empática hacia los mismos.

“Este proyecto ofrecerá a los jóvenes de entre 12 y 16 años diferentes aprendizajes sobre el comportamiento y la naturaleza del animal, poniendo en práctica lo aprendido en las instalaciones del Centro de Protección Animal Municipal (CPAM) del municipio de Parla", explica Nuria Máximo, directora de la Cátedra de Animales y Sociedad. 

"Así, los usuarios del programa colaborarán en tareas de enriquecimiento ambiental de los patios del CPAM con el fin de mejorar el bienestar emocional y físico de los perros que allí viven, y participarán también en la sociabilización de alguno de estos animales, siempre y cuando se considere que puede ser beneficioso para ellos”, añade.

El bienestar de los perros, un cambio social necesario

De esta forma, mediante el programa se busca lograr diferentes objetivos que a su vez son beneficiosos para la sociedad, como promover una mejora en la salud y el ocio mediante ocupaciones significativas, dotando a los participantes de conocimiento de la especie canina como seres que sienten y piensan y motivándoles a ser agentes divulgadores para el cambio necesario de la sociedad hacia estos animales.

"También se busca aportar un enriquecimiento ambiental a los perros del centro de protección animal de Parla mediante actividades que potencien las posibilidades de adopción de los animales que allí se encuentran", explican Cátedra Animales y Sociedad en una nota de prensa.

Para conseguir esto, el proyecto se compone de dos fases de intervención: en la primera, los jóvenes trabajarán en un total de seis sesiones grupales de una hora de duración con perros de intervención asistida con diferentes actitudes y caracteres, con el fin de desarrollar la cohesión de grupo y mejorar sus habilidades comunicativas y relacionales.

"En este caso, utilizaremos el modelo de adiestramiento cognitivo emocional, en el que se tendrán en cuenta las cuatro dimensiones del comportamiento, como son el área física, cognitiva, social y emocional, para comprender las necesidades que tienen los perros”, puntualiza Beatriz Castejada, educadora canina y experta en IAA de Perruneando Madrid.

Después, en la segunda fase, se pondrá en práctica lo aprendido anteriormente, con el propósito de aumentar las posibilidades de adopción de estos animales y lograr un enriquecimiento ambiental del centro de protección animal de Parla. 

"Perseguimos los objetivos principales de crear conciencia sobre la necesidad de una buena convivencia responsable interespecie, ofrecer la oportunidad de experimentar el rol de agente de cambio social para mejorar la situación de los perros en un contexto de abandono, así como el de acercar a los jóvenes otras alternativas de ocio saludable mediante la participación social", concluyen en la nota de prensa.

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