Perros

Huesos naturales, de piel, de calcio, de juguete... los perros necesitan roer, así pueden hacerlo con seguridad

Un perro disfrutando con un hueso de roer.
M.T.

Si tenemos un perro, a estas alturas probablemente ya sepamos de los beneficios que aporta la masticación y el roer a nuestros peludos, por ello, el primer paso que todo tutor responsable debe dar antes de darle un hueso a su mascota es el de conocer las diferentes opciones que existen, así como sus ventajas y desventajas.

Existen multitud de opciones para nuestros peludos, empezando por los huesos frescos, pasando por los de calcio y piel, hasta los de juguete. Pero, ¿son todos iguales? A continuación, te explicamos para qué sirve cada uno.

Huesos frecos

Los huesos frescos son la opción más natural y nutritiva, además de ser fáciles de adquirir en carnicerías. Podemos optar por huesos de vaca, buey o ave. Lo más importante a tener en cuenta a la hora de darle un hueso fresco a nuestro perro es que debe estar bien limpio, ya que los restos de carne pueden contener bacterias y afectar al estómago de nuestras mascotas., tal y como explican en la web especializada de mascotas, Cuidados para mascotas.

En el caso de los huesos crudos de ave, la ventaja que tienen es que al ser pequeños, es muy difícil que los perros se atraganten con ellos. Sin embargo, es importante que no estén cocidos, ya que si es así, podrían astillarse y provocar cortes o heridas en la boca o el estómago de tu peludo.

Huesos de piel

Una de las opciones más recomendables a la hora de darle huesos a nuestros perretes son los de piel de vaca. Son los más seguros, ya que están hechos a base de cuero de res y como son un producto de origen natural, no tienen riesgo de generar problemas digestivos, tal y como explican en la misma web.

Además, este tipo de hueso tiene un par de ventajas que las otras opciones no tienen: "Son la opción más nutritiva para complementar la alimentación de tu pequeña fiera, con un contenido en proteínas que supera el 90 por ciento; y son los más seguros para evitar atragantamientos, ya que al morderse se ablandan".

En cuanto a huesos de piel, existen también los de cerdo, que a los perros les suele encantar por su sabor, pero que son difíciles de ingerir para el estómago, por lo que es posible que terminen vomitando tras morderlos.

Huesos de calcio

Otra opción muy recomendable para los peludos son los huesos de calcio, "huesos normales de animales como la vaca o el cerdo cuyo exterior ha sido bañado en calcio", según la web sobre mascotas. "De este modo, se logra enriquecerlos y darles una capa de resistencia adicional frente a la mordida continua del animal".

Este tipo de huesos está muy enfocado a aumentar el calcio en la dieta de nuestros peludos, además de ser los más beneficiosos para sus dientes, actuando como limpiadores naturales de su dentadura y previniendo problemas de sarro.

Huesos de juguete

Por último, el mercado está lleno de huesos de juguete que podemos ofrecerle a nuestros peludos a modo de entretenimiento. Aunque no cubren ninguna necesidad nutritiva, están pensados para paliar el aburrimiento de nuestros perros.

La masticación es una actividad que a los perros les relaja y les encanta, por lo que optar por alguno de los huesos de caucho, plástico o látex del mercado puede ser una buena opción cuando éstos tienen que pasar muchas horas solos en casa. Además, también son una herramienta útil para tratar temas como la ansiedad por separación, conductas destructivas o la hiperactividad propia de los cachorros.

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