¿Por qué Polonia no está muy preocupada ante el bloqueo ruso del gas? Tiene buen nivel de reservas y aún es 'adicta' al carbón

Vista de una mina en Polonia, en una foto de archivo.
Vista de una mina en Polonia, en una foto de archivo.
EFE
Vista de una mina en Polonia, en una foto de archivo.

Vladimir Putin ha buscado la manera de apretarle todavía más las tuercas a la Unión Europea y lo ha hecho bloqueando el suministro de gas a Polonia y Bulgaria porque estos países se han negado a pagar la energía en rublos, tal como había solicitado el Kremlin hace semanas. El caso de Bulgaria es más delicado, sobre todo porque se trata del Estado miembro más pobre de la Unión, pero Polonia, según el contexto que maneja Varsovia, puede respirar más tranquila.

¿Por qué? Por dos motivos: el primero es que sus reservas energéticas se encuentran al 76% de capacidad, según ha anunciado el Gobierno de Mateusz Morawiecki, lo que le permite asegurar la llegada a los usuarios, y por otro, sigue siendo un país muy dependiente del carbón aunque en los últimos años ha tratado de reducir su uso. Por ejemplo, en 2018 ya aprobó medidas para dejar de utilizar el más contaminante. Asimismo, Polonia tiene una hoja de ruta para reducir las importaciones de energía rusa a cero antes de que acabe este año.

Por otro lado, en 2021, el Ejecutivo aprobó un plan con la meta de reducir la cuota del carbón en el mix de generación al 56% en 2030. Varsovia quiere priorizar la energía eólica marina y el desarrollo posterior de eólica terrestre y energía solar. Al mismo tiempo, pide paciencia, sobre todo a Bruselas: la Comisión Europea ha llegado a imponer una multa al Gobierno polaco -unos 500 millones de euros- por no cerrar la mina de Turow.

"Polonia necesita fuentes de energía estables para complementar la producción renovable, algunas mejoras de las unidades existentes son necesarias, pero no habrá ningún cambio revolucionario en la política energética. Es demasiado pronto para decir si pediremos la ampliación del mercado de capacidad", explicó hace solo unos días la ministra polaca de Clima. La transición energética, en el caso de Polonia, exige mucha paciencia viendo los planes del Ejecutivo.

El escenario es complicado para la UE, pero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que está preparada para una situación así, con la que además ya contaba. "La petición por parte de Rusia de pagar en rublos es una decisión unilateral y no responde a los contratos", ha dejado claro la mandataria alemana. Los 27 tienen en marcha además planes de contingencia para actuar "con solidaridad" y asegurar el suministro a corto y medio plazo, aunque el objetivo final sea que la dependencia de Rusia deje de existir.

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