Un punto más en la tensión del Gobierno de Pedro Sánchez con Argel. Argelia ha amenazado este miércoles con cortar el suministro de gas a España si el Gobierno de Sánchez deriva esta energía hacia Marruecos reabriendo el gasoducto del Magreb. España, por su parte, ha respondido que el envío que se dé no será "en ningún caso" de gas argelino, lo que debería dejar en nada la amenaza del país africano.

"Cualquier transporte de gas natural argelino entregado a España, cuyo destino no sea otro que el previsto en los contratos, será considerado como incumplimiento de los compromisos contractuales, y en consecuencia, podría dar lugar al incumplimiento del contrato que vincula a Sonatrach con sus clientes españoles", ha dicho el Gobierno argelino en un comunicado.

La respuesta del Ejecutivo no tardó en llegar. "Marruecos ha pedido apoyo para garantizar su seguridad energética sobre la base de las relaciones comerciales y España ha respondido positivamente a su petición, como corresponde hacer con cualquier otro socio o vecino. Con total transparencia, Marruecos podrá adquirir GNL en los mercados internacionales, desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio. En ningún caso el gas adquirido por Marruecos tendrá procedencia argelina", expresó Moncloa.

Marruecos ha pedido apoyo para garantizar su seguridad energética sobre la base de las relaciones comerciales y España ha respondido positivamente a su petición

Las relaciones entre España y Argelia están en un momento extremadamente delicado después de que el Gobierno de Pedro Sánchez aceptara como viable y positiva la opción de Marruecos para el Sáhara Occidental, consistente en el reconocimiento de su autonomía pero bajo el control de Rabat. Argelia, enemiga de Marruecos, considera que el paso dado por el Ejecutivo central favorece a su oponente en la región. De hecho, Argelia y Marruecos no tienen relaciones diplomáticas.

El ministro de Energía y Minas, Mohamed Arkab, señala en el comunicado que fue informado este mismo miércoles "mediante mensaje electrónico, por su homóloga española, Teresa Ribera, de la decisión de España de autorizar la explotación, en flujo inverso, del Gaseoducto Magreb Europa. El Magreb Europa, que surtía de gas argelino a España y Portugal a través de territorio marroquí, fue cerrado en octubre al vencer el contrato de 25 años, en plenas tensiones entre Argelia y Marruecos.

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Argelia es el principal proveedor de gas a España, una energía fundamental en un momento en que la crisis por la invasión rusa de Ucrania ha llevado a la Unión Europea a plantearse suspender sus compras de gas ruso.

El historial entre Argelia y Marruecos, donde las malas relaciones se remontan a su independencia, es un ejemplo de ello. La primera disputa fue territorial y desencadenó la breve guerra de las Arenas en 1963 mientras que en la Guerra Fría cada país se alió con un lado. Ese es el punto en el que Argel comenzó a apoyar la independencia del Sáhara y respalda por ello el papel del Frente Polisario.

Ya más recientemente, la relación se ha tensado aún más después de que en 2020 Marruecos reconociera al Estado de Israel a cambio de que EE UU hiciera lo propio con la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. A esto se han unido casos de espionaje a través del sistema Pegasus. Un cúmulo que ha terminado con la ruptura de relaciones entre ambos países.