El Gobierno se enfrenta este jueves a una nueva votación de vértigo en el Congreso de los Diputados con los apoyos ajustadísimos y con la duda de si logrará sacar adelante el real decreto que contiene las medidas económicas para paliar las consecuencias económicas de la invasión bélica rusa de Ucrania.
Tras un miércoles agónico, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aceptado una de las condiciones del PP para conseguir la abstención del principal partido de la oposición y salvar el plan de choque, que se tramitará como proyecto de ley "para permitir las aportaciones de los grupos parlamentarios". Sin embargo, la bajada de impuestos que pedía el partido de Feijóo no ha sido aceptada por el Gobierno, que mantiene la duda de si logrará recabar los apoyos suficientes tras la tensión con sus socios habituales a raíz del 'caso Pegasus' de supuesto espionaje a dirigentes independentistas.
En la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles por la mañana en el Congreso de los Diputados, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le advirtió que buscara otros apoyos si no aclaraba las dudas sobre el 'caso Pegasus'.
De hecho, Rufián invitó a Sánchez a pedirle el teléfono a Alberto Casero, el diputado del PP que se equivocó en el sentido de su voto cuando el Gobierno se enfrentó a su otra muy ajustada votación en el Congreso para sacar adelante la reforma laboral. Finalmente, la medida vio luz verde gracias al error del diputado del PP.
"De momento, pídale el teléfono al señor (Alberto) Casero", espetó el portavoz de Esquerra a Sánchez, en alusión al diputado del PP, este miércoles en el Congreso.
Durante el debate del real decreto este jueves en el Congreso de los Diputados, los grupos parlamentarios han anunciado el sentido de su voto. El PP, que en un principio se iba a abstener tras aceptar el Gobierno la tramitación del real decreto como proyecto de ley, ha confirmado a 20minutos que finalmente votará en contra. Bildu, por su parte, ha afirmado que votará a favor, por lo que el Gobierno obtendría una mayoría ajustada.
A falta de confirmarse en el momento de la votación, que previsiblemente tendrá lugar esta tarde, según lo que cada grupo ha anunciado desde el estrado, el Gobierno cuenta este jueves a mediodía con 176 apoyos y la abstención de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas. En contra votarán previsiblemente 172 diputados.
Este marcador vuelve a situar al Gobierno ante una votación agónica en la que un solo error, como ya ocurrió con Alberto Casero en la convalidación de la reforma laboral, podría tumbar el texto que recoge las medidas anticrisis del Gobierno.
Coincide que este miércoles el Senado ha aprobado una reforma de su Reglamento según la cual los senadores van a poder modificar el sentido del voto que emitan a distancia siguiendo unos supuestos que se han ampliado siempre y cuando lo hagan dentro del plazo establecido para la votación telemática de las iniciativas.
En el Senado no ha habido problemas relevantes con el empleo del voto a distancia, pero en el Congreso sí se produjo la mencionada polémica el pasado mes de febrero, que incluso ha llegado al Tribunal Constitucional vía recurso promovido por el grupo popular.
El diputado del PP Alberto Casero aseguró que pese a haber votado telemáticamente en contra de la reforma laboral, en el sistema informático figuraba que lo hizo a favor, si bien los servicios del Congreso ratificaron que no hubo fallo técnico.
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