La llamada para tender puentes entre Gobierno y PP, el intercambio de cartas y la primera ruptura entre Feijóo y Sánchez

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María Jesús Montero y Félix Bolaños en el Congreso.
Eduardo Parra | EP
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Declaraciones del líder del PP y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, este jueves.
Europa Press

"Cuando vuelva a la Agencia Tributaria me vas a mandar a las Chafarinas". Tras la llamada telefónica del martes y el intercambio público de cartas del miércoles, Juan Bravo y María Jesús Montero, responsable económico del PP y ministra de Hacienda, respectivamente, coincidieron en los pasillos del Congreso a ojos de la pecera que forman políticos y periodistas. Bromearon ambos. "Lo cortés no quita lo valiente", contestó la ministra a la chanza de Bravo en un tono cordial.

Las dudas de EH Bildu y la posición cada vez más crítica de ERC tras el boquete abierto por las escuchas a políticos del independentismo catalán y vasco precipitó un acercamiento sobre la bocina del Gobierno con el PP. Un plan B activado en las últimas 48 horas por el Ejecutivo para intentar salvar la convalidación del plan de choque para paliar la crisis económica agravada por la guerra en Ucrania. Tras anunciar los abertzales el signo favorable del voto de sus cinco diputados, cruciales a la sazón para sacar adelante la votación, el intento de armonía se quebró abruptamente y el PP anunció que votaría 'no' al paquete de medidas.

Pero el acercamiento entre Bravo y Montero no fue la única vía abierta entre socialistas y populares. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tomó a última hora de la tarde de este miércoles la batuta de las negociaciones y telefoneó a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Una llamada muy poco fructífera. "No contó nada", critican fuentes populares, tan solo la única concesión sería tramitar el decreto a través de un proyecto de ley. El negociador más hábil de Sánchez diagnosticó tras la conversación, desvelan fuentes de Moncloa, la imposibilidad de conseguir el apoyo del PP. Un extremo "completamente falso y demostrable", replican desde Génova a 20minutos.

El Gobierno suma así una estrecha mayoría con los votos de los 120 diputados socialistas, los 34 que suman Unidas Podemos y la recientemente escindida diputada Meri Pita, los seis del PNV, los cinco de Bildu, cuatro del PDeCAT, dos de Más País y cinco más de los solitarios representantes de Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias, BNG y PRC. En suma, 176 votos a favor, 172 en contra y una sola abstención, la de Coalición Canaria y su diputada, Ana Oramas. Las cuentas de Sánchez para salvar un matchball.

"Estamos dispuestos a negociar"

Alberto Núñez Feijóo, cuya figura asoma a través de los discursos de su bancada a través de la fórmula 'presidente Feijóo', calibraba en esta votación la voluntad negociadora con el Gobierno. "Han votado ellos que 'no' a nosotros", dan la vuelta a la tortilla fuentes populares, que mantienen la puerta abierta a acercar posturas. Fuentes del gobierno defienden la necesidad "de negociar en serio, desmenuzando las propuestas, porque una bajada generalizada de impuestos no se puede hacer", acotan sobre las principales pretensiones del documento de 41 páginas elaborado por el equipo económico de Feijóo, concentrado a grandes rasgos en las cuatro propuestas que Bravo trasladó en la tarde de ayer a Montero. Un plan que todavía no ha sido valorado por el Ejecutivo.

El camino hasta que el decreto se solidifique en una norma se presume largo. Los populares recelan de esta buena fe del Gobierno y estiman, en referencia a los socios de investidura, que "ya tienen un camino y juegan con esa baraja al precio que sea". "Si algo le hemos demostrado a los españoles es que nosotros no nos hemos cerrado a nada. Todo el mundo comparte que el decreto llega tarde y que es escaso", critican. Un diputado popular se muestra más tajante: "No tienen ninguna voluntad de diálogo. Ha sido todo un paripé".

"Pasaremos ahora al siguiente estadio"

Feijóo pidió a Bravo su presencia en el Congreso de los Diputados esta mañana desde primera ahora, instando a su responsable económico a que estuviera atento a una posible negociación in extremis. "Nosotros pasaremos ahora al siguiente estadio y analizaremos", defienden ahora fuentes del grupo, que niegan un enconamiento de su actitud como en la etapa anterior. Una política de "mano tendida" que también defienden desde el Ejecutivo. 

Los populares defendieron que había tiempo para lograr un gran acuerdo hasta el 9 de mayo (fecha de la tramitación vía proyecto de ley del decreto), pero ninguna de sus pretensiones tendrá reflejo a corto plazo. 

"Pensábamos que cono nuestro esfuerzo íbamos a sacar al PSOE del no es no", se lamentan fuentes populares. En el seno del Gobierno, como quedó patente en la primera frase de la carta de la ministra Montero, sentó mal la presión añadida que supuso que se enviara simultáneamente la carta a medios de comunicación y Gobierno. "Las negociaciones no se hacen así", se quejan. En el PP recuerdan la filtración de los 11 puntos a un medio de comunicación en las vísperas de la primera reunión de Feijóo y Sánchez.

Los populares se muestran satisfechos con su actitud porque "los españoles han podido ver en los últimos quince días que el presidente Feijóo ha sido leal, con absoluta transparencia a los españoles, buscando acuerdo de todas las maneras posibles". Sin embargo, una ministra, no sabemos si lectora asidua de El Príncipe, resumió acertadamente en los pasillos del Congreso lo sucedido: "La política son resultados"

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