El Gobierno retrasa el envío a Bruselas de la propuesta para limitar el precio del gas y ya no asegura que entre en vigor la próxima semana

El límite del precio del gas que se utiliza para generar electricidad, que deberá tener un efecto inmediato en la caída del precio de la luz, tendrá que esperar. El Consejo de Ministros no ha aprobado este martes el real decreto que debía conformarlo, debido a "detalles técnicos" que han hecho que España y Portugal todavía no no hayan enviado a la Comisión Europea el documento definitivo con "información esencial" para sellar el acuerdo político que se cerró la semana pasada. Solo después de eso el Gobierno aprobará el decreto con el que entrará en vigor la limitación del precio, algo que su portavoz, Isabel Rodríguez, no ha podido afirmar este martes con seguridad.

"Está terminando de perfilarse técnicamente, son detalles técnicos que faltan para su concreción y lo llevaremos al Consejo de Ministros probablemente la semana que viene, pero son solo cuestiones técnicas", ha dicho Rodríguez en la rueda de prensa de Moncloa sobre el proceso para aplicar el límite medio de 50 euros por MWh durante un año que Madrid y Lisboa acordaron la semana pasada con la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Desde la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea se precisa a este periódico que todavía no han recibido el documento en el que Ribera y el ministro portugués de Acción Climática, Duarte Cordeiro, se comprometieron la semana pasada a disipar formalmente todas las dudas e incluir las puntualizaciones que se hicieron en Bruselas. Este documento, sin embargo, todavía no ha llegado a la Comisión que, sin él, no puede dar luz verde definitiva al límite al precio del gas.

"De acuerdo al acuerdo político que en principio se alcanzó el 26 de abril, la Comisión está esperando el borrador de medidas detalladas de España y Portugal, que todavía no se han presentado, ni formalmente ni en forma de borrador", apuntó este martes la portavoz de Competencia, Arianna Podesta.

"Se trata de información esencial sin la que la Comisión no puede terminar su evaluación", de la propuesta presentada por España y Portugal, señala Podesta, que recuerda que hasta entonces los contactos con estos dos países "continúan a nivel técnico". Para eliminar cualquier sombra de duda sobre si el motivo del retraso puede estar en Bruselas, la portavoz añade que la Comisión sigue "comprometida a evaluar urentemente si las medidas temporales de emergencia en el mercado de la electricidad propuestas por España y Portugal están alineadas con las reglas de ayudas de Estado de la UE y las reglas del mercado interior de la energía".

Dudas sobre el plazo

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya adelantó este lunes desde Bruselas que los detalles del acuerdo político que se alcanzó la semana pasada con la Comisión Europea no estaban del todo terminados y que era "difícil" que todo estuviera a tiempo para que el Consejo de Ministros aprobara este martes el decreto. "Estamos acabando de pulir los detalles de la propuesta definitiva", dijo en Bruselas, donde participaba en una reunión de ministros de Energía y Medio Ambiente para estudiar la posibilidad de dejar de comprar petróleo a Rusia y estudiar la marcha de otras medidas para reducir la dependencia energética de la UE de este país. 

Ribera dijo que "sin duda" el Gobierno pondrá el límite al precio del gas la semana que viene, pero este martes la ministra portavoz ha reducido esa seguridad a un "probablemente".

Mientras, ni el Gobierno ni la Comisión Europea comentan cuáles son esos "detalles técnicos" que han vuelto a retrasar que se limite el precio del gas que se emplea para generar electricidad y, con ello, la bajada del precio de la luz que el Gobierno calcula que será inmediata en las subastas diarias que afectan directamente al mercado regulado, en el que están el 40% de los hogares españoles. 

Para este miércoles, el precio medio de la luz volverá a superar los 200 euros -202-, a pesar de que la participación de la energía eólica, hidráulica, nuclear o incluso solar en algunas horas del día será muy superior al ciclo combinado, con gas natural. El Gobierno espera un efecto inmediato, en uno o dos días después de aprobar el decreto que, sin embargo, este martes ha vuelto a retrasarse.

En cuanto el elevado precio del gas deje de marcar el precio del resto de energías necesarias para dar electricidad cada hora del día, se espera una bajada muy notable del precio de la luz, aun cuando también se incorporará en él la compensación que recibirán las eléctricas por la diferencia entre el tope del precio del gas en España y Portugal y el precio real que alcanza en los mercados.

Elementos de la intervención

Esta cuestión, la de la compensación, es una de los elementos de la propuesta que España y Portugal enviaron a Bruselas después del Consejo Europeo que a finales de marzo reconoció la "excepcionalidad ibérica", su falta de interconexión energética con el resto de la UE que les penalizaba en una fijación de precios en la que pesa demasiado el gas natural, que utilizan de forma minoritaria, frente a las renovables, con una presencia mucho mayor en el mix energético.

Eso fue hace más de un mes y desde entonces ya se ha superado el plazo de unas cuatro semanas que el Gobierno calculó para tener autorización de Bruselas para limitar el precio del gas, toda vez que no logró luz verde directa en la cumbre europea.

Así, España y Portugal plantearon a la Comisión limitar el precio del gas a 30 euros Mwh durante nueve meses y finalmente obtuvieron autorización para poner un límite de 50 euros de media durante 12 meses, que podría empezar con un precio menor, de 40 euros. En conjunto, son 20 euros más pero durante un plazo más largo, que permitirá que se cubra todo el invierno que viene.

Ribera confirmó la semana pasada que la compensación a las eléctricas por la diferencia entre el precio real del gas y el limitado correrá a cargo de los consumidores, mediante un reparto del coste en el resto de energías y en función del consumo de cada uno. "Habrá que distribuirlo ente los consumidores de energía", dijo en el Congreso sobre una propuesta que la Comisión no ha modificado.

Justo lo contrario a lo que ha sucedido con otra propuesta que hacían Madrid y Lisboa, poner un precio distinto para el poco gas que pasa de la península al resto de Europa por la interconexión con Francia -el 2,8% del total-, de modo que el precio limitado, por el que los consumidores españoles y portugueses compensan a las eléctricas, no beneficiara a consumidores y empresas francesas. Así buscaban también que la intervención en la península ibérica no distorsionara el resto del mercado energético europeo.

En este caso, Bruselas indicó que el precio deberá ser el mismo, lo que para el PP significa que los consumidores españoles "subsidiarán" durante un año a los franceses, con un coste que este partido estima en más de un millón de euros.