El Gobierno evita la polémica diplomática con Marruecos. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha evitado mojarse sobre la posibilidad de que Marruecos esté detrás del espionaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, con Pegasus, un malware israelita que se vende a gobiernos. Todo ello, pese a que las fechas en las que fueron espiados coinciden con un período tormentoso entre ambos estados por la acogida en Logroño de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario y enemigo declarado del rey Mohamed VI.

"Las relaciones internacionales no se basan en conjeturas o especulaciones, se basan en hechos", ha señalado Albares al ser preguntado por los medios en una rueda de prensa ofrecida junto a su homólogo griego, Nikos Dendias. 

En este sentido, el responsable de la cartera de Exteriores ha pedido "ir en orden". Lo primero, ha declarado, es "conocer los hechos y esclarecerlos" -esta es la fase actual- y, luego, "se tomarán las decisiones que se tengan que tomar". "Pero no voy a entrar en conjeturas sobre ningún país, porque lo que se necesita en el terreno de la diplomacia son hechos", ha añadido.

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El ministro ha confirmado que se verá la próxima semana con el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, en el contexto de la reunión de la coalición contra el Daesh que se celebrará el día 10. En dicho encuentro podrían hablar sobre la hoja de ruta que ambos países firmaron el pasado 7 de abril en un viaje con el que Sánchez selló la normalización completa de las relaciones diplomáticas, que se encontraban rotas desde hacía más de un año por la llegada de Ghali a nuestro país para ser tratado por coronavirus en un hospital de Logroño.

Casualmente, la entrada en el móvil del presidente se produjo en los meses de mayo y junio de ese año. En esas fechas España vivía uno de sus momentos de mayor tensión con Marruecos, con la llegada a Ceuta de más de 6.000 migrantes como respuesta marroquí al ingreso del líder del Polisario. Las relaciones con Marruecos, además, llevaban bastante tiempo siendo delicadas después de que Sánchez rompiera la tradición de hacer a Rabat el primer viaje oficial como presidente del Gobierno y el caso Ghali derivó en la salida de la embajadora de Marruecos que, en ese escenario, habló de que España tendría que "asumir las consecuencias" de haber 'rescatado' al líder del Polisario.

'The Guardian' afirma que Marruecos pudo pinchar 200 teléfonos españoles con Pegasus

Con todo, las fechas no es lo único que apunta a Marruecos. También lo hace un informe sobre el programa de espionaje Pegasus publicado por el diario The Guardian, que culpa al país marroquí del espionaje a más de 200 móviles españoles que habrían sido seleccionados como objetivos de vigilancia por parte de un cliente de la compañía israelí NSO Group. "Las selecciones de números móviles que se cree que realizó Marruecos ocurrieron en 2019, según las marcas de tiempo en los datos, que incluyen más de 50.000 números de personas seleccionadas como posibles objetivos de vigilancia por clientes de NSO en todo el mundo", afirma el periódico británico, haciendo referencia a un informe filtrado de la plataforma Forbidden Stories.

El móvil de Albares ya ha sido analizado

En la rueda de prensa, Albares también ha confirmado que su móvil ya ha sido analizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Ha fechado dicho análisis el pasado domingo, aunque no ha llegado a explicar si estaba infectado por Pegasus o no. De momento se desconoce qué otros ministros han recibido el chequeo de la inteligencia española y Moncloa se niega a desvelar sus nombres.