Actualmente, la especialización es un requisito indispensable para cualquier puesto de trabajo. Tener un título y las habilidades necesarias para desenvolverse en diversos ámbitos es fundamental para encontrar empleo, permanecer en el puesto y seguir desarrollándose tanto personal como profesionalmente.
En un contexto complicado, tras un periodo de recesión por la pandemia, la Cámara de Comercio de España ofrece un plan de formación a través de su Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), para que los jóvenes que deseen aprender y seguir especializándose puedan hacerlo.
Alberto Moya es un claro caso de éxito gracias a las oportunidades que ofrece este programa y un ejemplo de superación ante las adversidades que ha tenido que afrontar. Gracias a su interés por seguir evolucionando a nivel profesional y académico, así como a su actitud positiva, se animó a mejorar su formación a través del PICE, lo que le ha ayudado a reforzar su currículum, adquirir nuevas habilidades y tener más seguridad a la hora de buscar trabajo.
“Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de asistir a clase”
“Llegué al PICE para tener más campo abierto para trabajar y fue lo mejor que pude hacer. Los profesores que he tenido han ayudado a todos los alumnos y entre nosotros también nos hemos apoyado y las clases se han dado bastante bien. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de dar clase”, cuenta Alberto, que hizo el curso de Mozo de Almacén que ofrece el PICE en la Cámara de Comercio de Málaga.
Una nueva familia
Para Alberto, la ayuda de sus compañeros, profesores y director ha sido indispensable para afrontar esta etapa. Tras tres años trabajando en hostelería, apostar por este curso ha sido más que un acierto como profesional, puesto que se lleva a una gran cantidad de amigos.
“Gracias a este curso y al trabajo que he tenido ahora soy más valiente”
“En este curso no hemos sentido jerarquía. Los profesores, el director y los alumnos hemos sido una familia, se han entregado mucho. Antes era muy vergonzoso y gracias a este curso y al trabajo que he tenido ahora soy más valiente”.
Actualmente, Alberto sigue en contacto con sus compañeros del curso y con sus profesores, lo que confirma que la experiencia trascendió las aulas, consolidó relaciones y crecieron juntos en lo profesional y en lo personal.
En cuanto a los profesores, “siempre nos han echado una mano cuando hemos tenido un problema personal, se han prestado a resolver todo”. El estudiante recuerda con cariño a profesores como Rafa, Anabel o Rocío, que más allá de ayudarles a motivarles al estudio se prestaron a resolver problemas ajenos a la enseñanza.
“Tener a un grupo así te anima y te motiva. Me ayudó a seguir el curso y hemos seguido adelante juntos. Este grupo humano es espectacular y nos seguimos llevando muy bien”, agrega Alberto.
El Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) impulsado por la Cámara de Comercio de España y puesto en marcha a través de la red de Cámaras de Comercio territoriales está cofinanciado por el Fondo Social Europeo (FSE) y forma parte del Sistema Nacional de Garantía Juvenil, una iniciativa del Ministerio de Trabajo y Economía Social en línea con la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven.
Más salidas laborales y competencias profesionales
Encontrar un curso que aúne todo lo que busca un joven para adentrarse en el mundo laboral es muy difícil en los tiempos que corren. Alberto se siente plenamente satisfecho y afortunado por haber estudiado en el PICE, ya que la experiencia aunó un profesorado “que iban más allá de dar clase y se preocupaban por nosotros”, unos compañeros que “ya son amigos” y “competencias para moverme mejor en el mundo laboral”.
El joven se siente confiado en encontrar trabajo como mozo de almacén o carretillero, “puesto que las empresas de alimentación buscan perfiles preparados para movernos con la carretilla y que conozcan cómo funciona el almacén por dentro”.
“Los Cursos de la Cámara de Comercio no duran demasiado y merecen mucho la pena”
Además, destaca que algunos de sus compañeros se han apuntado a más cursos o venían de hacer otros cursos del PICE, por lo que no descarta “la posibilidad en el futuro de apuntarme a otro curso de la Cámara de Comercio, puesto que duran poco, pero merecen mucho la pena”.
Este buen clima propició que adquiriera competencias que, hasta entonces, anhelaba. Alberto nunca se había visto como un líder del grupo, “veía más lo negativo que lo positivo y no tenía mucha confianza”. Gracias a este curso, ahora confía en sí mismo, ayudaba y motivaba al grupo y mejoró su actitud.
Estas experiencias le han servido para seguir creyendo en sí mismo y en apostar por su futuro. El PICE, además de ser un impulso a nivel profesional y personal, le ha motivado para seguir formándose aún más para garantizar su futuro.
Con un amplio espectro de títulos y experiencia bajo el brazo, está terminando un Grado Superior de Deporte y se plantea seguir estudiando a medio-largo plazo para realizar una carrera universitaria u opositar mientras ahora trabajando. Esta formación le ha servido de estímulo para “vivir en condiciones, conseguir mis metas, darme un capricho y viajar, lo que todo el mundo quiere”.
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