Ferdinand Marcos fue presidente de Filipinas desde el 30 de diciembre de 1965 hasta el 25 de febrero de 1986. En realidad fue un dictador. Junto a su mujer, Imelda, sometió a los filipinos a través de un gobierno brutal y corrupto. Mientras él arremetía contra todo tipo de oposición y con todo tipo de medios, ella compraba decenas y decenas de zapatos.
Tras imponer la ley marcial en 1971, Marcos apresó a 70.000 opositores, torturó a la mitad de ellos y acabó con la vida de 3.240. Los datos son de Amnistía Internacional. Finalmente, tanta corrupción, la de los Marcos, y tanta pobreza, la del pueblo filipino, hizo que el ejército dejara de apoyar el régimen. La posterior revolución no-violenta llevó a la pareja a salir huyendo del país en 1986.
Marcos apresó a 70.000 opositores, torturó a la mitad de ellos y acabó con la vida de 3.240
Pero además de acumular crímenes, millones y zapatos, a los Marcos les dio tiempo a tener tres hijos: María Imelda Josefa, Ferdinand e Irene Victoria. Uno de ellos, el único varón, ha hecho carrera política. Y negocios, claro. Lo sorprendente del caso es que Ferdinand Marcos Jr., más conocido como Bongbong Marcos, será el nuevo presidente de Filipinas, de confirmarse la aplastante victoria que el otorga el recuento provisional de las elecciones presidenciales celebradas este lunes en el país. La memoria de los pueblos también es frágil.
Marcos anunció en 2021 su candidatura a la presidencia de Filipinas en las elecciones de 2022, bajo las siglas del Partido Federal de Filipinas. Pero, ¿cómo es posible que el hijo del dictador Marcos, que tantas lágrimas arrancó a millones de filipinos, haya podido ser elegido presidente democráticamente?
Cargos políticos en la dictadura y en democracia
Porque Bongbong Marcos no es un recién llegado. Empezó en política en 1980, en plena dictadura de su padre y con el apoyo de este. Primero fue vicegobernador de Ilocos Norte y luego gobernador, desde 1983 y hasta que su familia salió huyendo de Filipinas.
En 2016 se presentó para vicepresidente y perdió ante Leni Robredo, que vuelve a ser su rival
En noviembre de 1991, la presidenta Corazón Aquino permitió que los miembros de la familia Marcos regresaran al país para responder ante la Justicia. Ya en suelo filipino, el hijo del dictador fue elegido congresista (1992-1995). Después, en 1998, ganó la elección para Gobernador de Ilocos Norte, cargo que ocupó durante nueve años. Luego fue congresista y senador (2010-2016).
En 2015, Ferdinand Marcos Jr. se propuso dar el salto para ser lo que fue su padre, presidente de la República de Filipinas. De entrada, se postuló como vicepresidente en las elecciones de 2016, pero las perdió ante Leni Robredo. En esos comicios, Rodrigo Duterte fue elegido presidente.
Seis años después, los filipinos han votado de nuevo para elegir a su máximo mandatorio y las encuestas anunciaban una rotunda victoria de Bongbong Marcos. El hijo del dictador duplicaría en número de votos a su más cercana rival, la actual vicepresidenta Leni Robredo, con más del 96% de los votos escrutados en el recuento provisional automático y no oficial que publica la Comisión Electoral.
La influencia de Imelda Marcos es innegable y sería el motor que está detrás de la candidatura de 'Bongbong'
Quienes votaron este lunes parecen haber olvidado el historial de Ferdinand Marcos, el padre del candidato, el dictador de Filipinas durante 20 años. Los analistas interpretan que la gran mayoría de los actuales votantes no conocieron la dictadura. Tampoco parece que el sistema (el político y el educativo) hayan hecho mucho por repasar el historial delictivo del padre.
Es más, Imelda Marcos sigue viva y ocupando su tiempo y dinero en defender el legado de su esposo. Su influencia en la política de Filipinas es innegable y de hecho sería el motor que está detrás de la candidatura de su hijo. Todo para que otro Marcos ocupe la presidencia del país.
Miles de millones robados
La ONG Transparencia Internacional ha calculado que el clan Marcos amasó ilegalmente una fortuna de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares durante los años en los que se mantuvo en el poder. Otras fuentes elevan la cantidad hasta los 35.000 millones.
En 1986 dieron comienzo los trámites para devolver a Filipinas parte del dinero escondido por la familia Marcos en Suiza. Tras 17 años de procesos judiciales el gobierno del país recibió 658 millones de dólares. La Comisión Presidencial para el Buen Gobierno lleva 32 años tratando de recuperar los bienes robados por el expresidente, pero más de un tercio sigue en paradero desconocido.
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