Ni choque en el Gobierno ni turbulencias en la inteligencia española. El PSOE lo niega todo cuando se cumple una semana desde que el propio Ejecutivo confirmase que los móviles del presidente Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron espiados con el malware Pegasus, que también fue utilizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para realizar escuchas legales a una veintena de independentistas catalanes. Estos últimos hechos pusieron en un brete la posición de la directora de los servicios de inteligencia, Paz Esteban. ERC, socio prioritario parlamentario del Ejecutivo, pidió su cabeza, una opción que parece enfriarse a juzgar por el cerrado apoyo de los socialistas.
“A día de hoy [una expresión que ha utilizado en varias ocasiones a lo largo de su comparecencia] no hay ni una sola razón para que la directora del CNI no esté en su puesto”, ha defendido el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, en una rueda de prensa ofrecida este lunes desde Ferraz, sede de la formación.
El portavoz ha explicado que, de momento, el organismo sigue “analizando” las informaciones del uso de Pegasus contra dos de los terminales móviles más sensibles del país. Este argumento fue el utilizado tanto por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como por la portavoz gubernamental, Isabel Rodríguez, para evitar respaldar a Esteban a comienzos de la semana pasada.
Quien sí lo hizo fue la ministra de Defensa, que abrió un choque contra Moncloa al apuntarles como responsables del fallo de seguridad que permitió la extracción de más de dos gigas de información, en mayo y en junio del año pasado, del teléfono profesional de Sánchez. Finalmente, y ante la amenaza de incendio en la bancada ministerial socialista, Bolaños y Robles hicieron un esfuerzo por visibilizar que la responsabilidad “fue compartida”.
Esto ha sido recordado por Sicilia para insistir en que los “ánimos” dentro del PSOE están “calmados” y para fijar el mensaje: “No hay ningún tipo de enfrentamiento ni dentro del partido ni dentro del Gobierno”. Además, también ha aprovechado para romper una lanza en favor de Robles, que pese a haber sido incluso portavoz parlamentaria de la formación, sigue sin estar afiliada. “Tiene todo el apoyo de la Ejecutiva del PSOE y del Gobierno, es un orgullo para este partido”, ha remachado.
Desclasificar documentos, sí; publicarlos, no
En relación a las tensiones con ERC a colación de las escuchas autorizadas por un juez a personalidades del independentismo catalán -entre otros, al president del Govern, Perè Aragonés- el PSOE se ve capaz de reestablecer la relación con los republicanos para seguir teniendo su apoyo en votaciones claves que se anticipan agónicas de aquí a finales de 2023, cuando se termina una legislatura que los socialistas dan por hecho que se completará. Eso sí, para restituir ese apoyo ERC ya ha puesto sus condiciones: una reunión entre Aragonés y Sánchez; la cabeza de Esteban; y la desclasificación de documentos. Y no está claro que vaya a darse ninguna de las tres.
El presidente aceptó la invitación del president, pero todavía no hay fecha para ello. En cuanto a la cabeza de Esteban, como se señalaba anteriormente, "a día de hoy" no está sobre la mesa. Y respecto al tercer punto, el PSOE juega al despiste. Y es que, si bien se muestran proclives a desclasificar los documentos que prueban que las escuchas a independentistas por parte del CNI se hicieron con autorización judicial, no aclaran si para hacerlo lo tiene que solicitar un juez. Además, lo que sí parecen rechazar es que esos documentos se hagan públicos para que todo el mundo tenga acceso a ello, como piden los afectados.
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