Charlène de Mónaco recupera su agenda pública... ¿Por un contrato millonario?

La princesa Charlène de Mónaco, en enero de 2020.
La princesa Charlène de Mónaco, en enero de 2020.
Bruno Bebert / Bestimage / Gtres
La princesa Charlène de Mónaco, en enero de 2020.

Por fin ocurría. Justo antes de que llegase mayo, la carrera e-Prix de Fórmula E, que se celebra en el principado, era el marco que escogía la princesa Charlène de Mónaco para reaparecer públicamente después de más de un año ausente de la institución monegasca por problemas de salud. Eso sí, ahora sale a la luz que puede que no lo hiciera por su familia, sino que todo proviene de un contrato que ha firmado recientemente...

La exnadadora africana (nació en Rodesia, la actual Zimbabue) de 44 años podría haber retomado su agenda pública después de sus meses cerca de su país natal y tras haber dejado la clínica privada donde ha estado tratando su "fatiga crónica" por un motivo que nada tiene que ver con su amor por Alberto de Mónaco o por estar con sus hijos, los mellizos Jaime y Gabriela, sino que es completamente crematístico.

La noticia la ha sacado a la luz la revista francesa de prensa rosa Voici muy poco después de la última aparición pública de Charlène -de nuevo, en algo deportivo-: en la celebración de un torneo de rugby en Santa Devota. Según la publicación, la princesa va a tener que obligarse a aparecer más ante los medios y en familia si quiere que se cumpla un suculento contrato que ha firmado con su marido.

Explican desde el medio que el vínculo, totalmente confidencial, establece que el príncipe Alberto tiene que pagarle a su esposa 12 millones de euros al año por seguir representando su papel dentro de la familia Grimaldi, tanto a su lado como al de sus hijos y en los menesteres que sean precisos. Además, añade que sería precisamente la firma de este contrato la razón de la mejoría total y repentina de la princesa.

Eso sí, según Voici, hay algo por lo que Charlène no ha pasado por el aro: se niega a vivir en Mónaco. No es su intención cambiar su actual residencia privada en Suiza y cuando tenga que desplazarse irá a cumplir con su contrato, pero no se mudará. Los mellizos vivirán con el padre en el Palacio Grimaldi y la princesa puntualmente los visitará.

Habrá que ver si alguna fuente de la familia real monegasca desmiente la información, no le dan ningún pábulo o pueden contrastar algo más todo lo que han expuesto con la siguiente aparición pública de la princesa con toda la familia.

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