Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Filipinas olvida pronto

Ferdinand 'Bong bong' Marcos Junior, hijo del expresidente Ferdinand Marcos.
Ferdinand Marcos Junior, hijo del expresidente Ferdinand Marcos.
FRANCIS R. MALASIG
Ferdinand 'Bong bong' Marcos Junior, hijo del expresidente Ferdinand Marcos.

Ferdinand Marcos, conocido popularmente como “Bongong”, ha sido el vencedor de las elecciones presidenciales que se celebraron ayer en Filipinas. Su triunfo fue aplastante, con más de treinta millones de votos. Todo podría ser normal si no se echa la vista atrás y se recuerda la huida “por patas”, cuando suele decirse, de su padre, también Ferdinand de nombre, y su madre, Imelda Ambos tuvieron que salir en un helicóptero norteamericano desde el palacio presidencial de Maracaná huyendo de las furias populares hacia la isla hawaiana de Guam, donde iniciarían un accidentado exilio.

Marcos y su esposa habían encabezado una dictadura conyugal que durante décadas ejerció con gran dureza y dejó detrás muchos millares de víctimas. Su trayectoria, entre esperpéntica y criminal les perpetuó como unos de los dictadores más deleznables de la segunda mitad del siglo pasado. Numerosos libros recuerdan su trayectoria repleta de asesinatos, ejecuciones masivas, encarcelamientos indefinidos y, mientras tanto, enriqueciéndose de manera obscena.

Sobreviven por supuesto muchas de sus víctimas y, todos creíamos que un recuerdo colectivo repugnante, pero las urnas no lo han revelado. El nuevo presidente, el heredero de 64 años, no ha sido ni mucho menos un activista contra la memoria de su padre y sus decisiones nauseabundas: nunca dejó de evocarle y ensalzar sus méritos antidemocráticos. Parece que es lo que le dio la victoria. En ella colaboró también llevar en el ticket como vicepresidenta a Sara Duterte, hija del actual presidente, que gobierna desde hace cuatro años también con métodos dictatoriales y permanentes acusaciones de falta de respeto a la Constitución y la leyes procesales.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento