Vecinos de Barcelona, contra la apertura de comercios los domingos: "Eran los pocos días que podíamos pasear con calma"

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ha criticado este miércoles que los comercios de Barcelona puedan abrir los domingos de la temporada de verano porque impide el descanso del vecindario. 

Según la entidad, la masificación que provoca la apertura de los centros comerciales hace que no se pueda pasear con calma. Además, añaden que la medida solo beneficia a los comercios grandes, porque los de menos de 300 m² ya podían abrir en domingos antes. Ahora, dicen, las pequeñas tiendas están "obligadas" a abrir para competir con las grandes superficies. 

Por todo ello, piden que se deshaga la normativa que permite abrir a los grandes comercios entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre.

El 22 de abril una manifestación convocada por la FAVB recorrió el Portal de l'Àngel denunciando el cambio de horarios comerciales aprobado por el Ayuntamiento que permite la apertura de todo el comercio en domingo y festivo durante cuatro meses al año (del 15 de mayo al 15 de septiembre) en buena parte de la ciudad: los distritos enteros de Ciutat Vella y el Eixample, así como otros seis distritos de la ciudad, por el hecho de ser considerados zona de gran afluencia turística.

La entrada de los horarios comerciales de verano sigue en vigor y por eso este miércoles han publicado un comunicado en que vuelven a mostrar su rechazo.

"Los domingos y festivos eran los pocos días que podíamos pasear por el barrio con calma", aseguran en el texto, "los pocos días de descanso y conciliación para comerciantes y trabajadoras".

Además, según la entidad, la medida "solo beneficia al gran comercio" porque los de menos de 300 m² ya podían abrir libremente en domingos y festivos. Ellos entienden que, por lo tanto, la nueva medida anula una de las pocas ventajas del pequeño comercio. Según ellos, a partir del 15 de mayo los pequeños se verán forzados una vez más a una competencia desigual con los grandes.

"Si antes podían escoger abrir, ahora tendrán que hacerlo para competir, a menudo sin bastante personal ni capacidad para contratar más", denuncian.

En el aspecto laboral, la medida tampoco gusta a la asociación vecinal. "Es desastrosa", dicen. A pesar de que algunos apuntan que la apertura de más horas comerciales genera puestos de trabajo, la FAVB se opone argumentando que los pequeños comercios de barrio no pueden contratar a más gente por su precaria situación financiera y que el gran comercio tampoco hace nueva contratación, sino que se limita a reestructuraciones horarias con reducción de personal.

"Tenemos que recordar una vez más que no somos ni queremos ser un centro comercial, que no somos ni queremos ser un resort turístico", concluye el comunicado.