La semana pasada terminó el trámite de información pública sobre la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal promovida por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en la cual se incluyó la propuesta realizada por la Asociación de Policías por la Defensa de los Animales y la Biodiversidad (APDA) para tratar de forma independiente el maltrato y el abandono de animales y no como delitos contra el medio ambiente.

"El delito de maltrato animal conlleva problemas muy específicos, que nada tienen que ver con los delitos medioambientales, donde el bien jurídico a proteger es distinto y no pueden ser abordados de la misma forma", han trasladado desde la asociación a través de una nota de prensa.

Otra de las mejoras que se han propuesto desde Policías por los animales es que el maltrato a los animales causado por imprudencia grave sea también castigado, al igual que ya está previsto para otros muchos delitos. "Actualmente el delito de maltrato animal solo se puede perseguir cuando hay una intención expresa circunstancial, esto supone que, en la práctica, supuestos en los que por imprudencia grave se causan daños a los animales quedan impunes", detallan.

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La asociación ha señalado algunos casos que se han encontrado que deberían haber sido castigados, como el de un perro al que un hombre sin ser veterinario le recortó las orejas y que murió a consecuencia de los golpes que le propinó cuando le retiraba los puntos; u otro caso en el cual un conductor dejó a sus perros  en el coche y éstos murieron en el vehículo que estaba a 43 grados.

Garantizar la inmediata protección de los animales que se encuentren en una situación de maltrato es otro de los objetivos de Policías por los Animales. "Consideramos que debería ser inmediata la retirada de los animales y que el juez ponga unas medidas provisionales", cuentan en la nota de prensa. "Por eso pedimos incluir en el Código Penal un apartado específico que regule cómo deben actuar los jueces cuando existan animales en riesgo".

Para terminar, la asociación se muestra contraria a que la pena de prisión pueda ser sustituida por una multa, lo que a su juicio solo servirá para "confundir aún más la normativa penal con la administrativa, eliminar el efecto disuasorio de la pena y dejar sin castigo el maltrato animal", concluyen.