Los madrileños debían superar la "deuda histórica" con el patrón de su ciudad. Porque a San Isidro "le faltaba un reconocimiento formal de esta villa", ha explicado el presidente de la Real Congregación de San Isidro de Madrid, Luis Manuel Velasco, que fue quien le sugirió al alcalde de la capital concederle un reconocimiento el día de sus fiestas. Y así ha sido. El Ayuntamiento le ha entregado la Medalla de Honor de Madrid, en un acto el que no han faltado claveles blancos y rojas, rosquillas... y hasta un chotis.
También el cardenal de Madrid ha puesto en valor la figura de "este madrileño universal", como lo ha definido Carlos Osoro tras recibir llamadas desde Venezuela y Filipinas, pues son países "plagados" de parroquias que honran a San Isidro, una persona que "no miraba para sí mismo, sino que miraba siempre para los demás".
Este año, Madrid también ha hecho entrega de su Medalla de Honor al pueblo de Ucrania, por su actitud ante la adversidad, y al periodista y cronista Raúl del Pozo, madrileño de Cuenca, maestro de cronistas y apasionado de Madrid, ciudad en la que ha residido la mayor parte de su vida y cuyas escenas sociales e intelectuales ha retratado de manera intensa.
Pero si algo celebran los madrileños en este 15 de mayo de 2022 es el reencuentro con la pradera tras dos años de festejos "sosos" y de luto. Razón por la que "este no es un San Isidro más", ha advertido José Luis Martínez-Almeida, quien ha aplaudido que este año se haya cumplido su pronóstico del anterior: los madrileños han vuelto a la pradera y sin mascarillas.
A la altura de la ermita, próxima a la larga cola que se congrega para rezar al santo, la Factoría del baile envuelven el ambiente en danzas castizas. "A la gente le gusta verlo, disfruta, pero me gustaría que se unieran a los bailes", dice Juan, uno de los protagonistas del chotis que ha atrapado la atención de decenas de visitantes. El buen tiempo le acompaña. Cientos de personas disfrutan del primer San Isidro sin mascarilla tras la pandemia.
Como Laura y Héctor, que hoy "retoman" la tradición de comer en la pradera tras el parón sanitario. Y lo hacen vestidos -que "no disfrazados"- con los trajes tradicionales. Ambos coinciden en que este año ven "menos gente vestida de chulapos". No obstante, perciben a la gente "muy animada", incluso, más numerosa que otros años. "Y hace más fresquito que otras veces, que se agradece", añade Laura que, en cambio, advierte de la molestia del polen.
Un grupo de jóvenes de entre 25 y 33 años, disfruta de sus primeras verbenas en la capital. De nuevo, lo que más les sorprende es que "hay pocas personas vestidas". También el formato del festejo. "Es más tranquilita que una feria". Lo que no quita que en el ambiente se respire el "cachondeo" que viene marcado por la música y los bailes.
Lo que estos jóvenes han aprendido es que la comida la deben traer de casa, o al menos, no esperar a comprarla en hora punta. "Las colas son inhumanas; hay pocas casetas de comida para toda la gente que hay", opinan mientras apuran el bote de patatas en salsa. "Es lo primero que hemos visto vacío y que aceptaran la tarjeta".
Mario y Lucía (nombres ficticios), en cambio, han traído la comida de casa. Es el quinto año que acuden a las fiestas, aunque el primero que comen en la pradera. "Hay ambientazo, ¿no?", dice sonriente. "Ahora mismo [15.30 horas] es un ambiente sano: joven y familiar", dice la pareja de 66 y 62 años de edad, que están a punto de empezar a comer junto a sus hijos.
Los madrileños han vuelto a recuperar sus festejos, como también la llama eterna, que este domingo luce tras meses de apagón. El pebetero que inauguraron el alcalde y la vicealcaldesa un 15 de mayo de 2020 en homenaje a las víctimas del coronavirus vuelve a iluminar la capital, como también lo hará Chanel con su concierto en la Plaza Mayor, la actuación será el plato fuerte con la que cerrará el festivo en la capital.
Almeida también celebra los sondeos
El alcalde no solo ha celebrado el día de San Isidro. También los sondeos que auguran una victoria para su partido en las próximas elecciones municipales, aunque aún necesitaría de Vox y Cs para gobernar. "Hay un elemento denominador común, que no se puede ignorar, y es que el PP es la fuerza más votada y con amplia diferencia". Tanto Vox como Más Madrid han cargado contra las previsiones de la Alcaldía de 2023. El concejal Javier Ortega Smith, que crecería en número de concejales, advierte a Almeida que "los madrileños no se van a dejar engañar por segunda vez con el presupuesto, con la ordenanza de Movilidad, con la de terrazas y apoyados por el grupo de 'carmenitas', que está ilegalizado", dice con relación al pacto de investidura que, según Vox, no cumplió al aprobar un nuevo Madrid Central.
Rita Maestre -que ganaría los mismos resultados que en 2019, ha augurado que este será el último San Isidro con Almeida al mando. Porque "Almeida es un personaje político en franca decadencia, erosionado por las muchas polémicas". La vicealcaldesa de la capital ha puesto en valor la figura de Ciudadanos, que resistiría con menos concejales. "Ciudadanos en el Ayuntamiento sigue teniendo fuerza y es decisivo".
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