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Garzón calcula que más de la mitad del daño medioambiental es fruto del consumo excesivo de carne y la ganadería y agricultura masivas

El ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Europa Press

Más de la mitad de la "huella de consumo", el impacto medioambiental que genera cada persona al comprar y disfrutar bienes y servicios, tiene dos responsables: el actual sistema agrícola y ganadero y una dieta demasiado basada en el consumo de carnes y productos lácteos. Así lo afirma el informe Sostenibilidad del consumo en España, elaborado por el Ministerio del ramo y presentado este viernes por el ministro Alberto Garzón, que aseguró que "la ironía es que parte de la solución está en la dieta mediterránea, que es consustancial a la trayectoria de nuestro país pero que se ha ido perdiendo".

El estudio presentado este lunes por Garzón es la traslación a España de un informe ya elaborado por la Comisión Europea a nivel comunitario, y en él se mide de manera objetiva -mediante criterios establecidos por Bruselas- el impacto que tiene en el medio ambiente el consumo de bienes y servicios por parte de cada persona. Este indicador afecta a todos los productos consumidos en España, y analiza los daños producidos durante todo su ciclo de vida, desde que se obtienen las materias primas hasta que, en último término, se deshecha o recicla.

Para elaborar el índice, el informe analiza 16 categorías que abarcan la mayor parte de perjuicios al medio ambiente que puede provocar el consumo: desde contribuir al cambio climático hasta la contaminación del agua dulce, el agotamiento de la capa de ozono, la polución del aire o el daño a la salud humana. Y las conclusiones que arroja el estudio son claras: el 52,1% de la huella de consumo en España se debe a actividades relacionadas con la alimentación, tanto en lo relativo a su producción como en lo referente al abuso de algunos alimentos cuya elaboración masiva provoca serios daños medioambientales.

En concreto, todo lo relacionado con la cadena de producción alimentaria es la principal causa de la acumulación excesiva de nutrientes en la tierra y en el mar que provoca el colapso de los ecosistemas, como ocurre en el Mar Menor: en torno al 80% de este problema se debe a ello, revela el informe. La actual forma de producción y consumo de alimentos también provoca casi el 80% del agotamiento de la capa de ozono, así como escasez de agua y acidificación de los océanos. Y es responsable del 45,7% del problema que supone el cambio climático.

"Estos elevados impactos medioambientales asociados a los alimentos", explica el informe presentado por Consumo en base a los criterios de la UE, "se deben, fundamentalmente, al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua". Hace unos meses, el ministro Garzón ya fue muy crítico con el modelo de ganadería masivo que representan las macrogranjas, que utilizan piensos industriales cuya producción conlleva un importante problema de deforestación y que, además, generan residuos que contaminan los suelos.

Pero el problema medioambiental vinculado a la alimentación, según el informe presentado este viernes, no solo tiene que ver con el modelo de agricultura y ganadería, sino también con una dieta que, en promedio, en España cada vez prima más el consumo de carnes y lácteos en detrimento de alimentos más típicos de la tradicional dieta mediterránea. Es más: el estudio calcula que "una sustitución del 25% de productos de origen animal por productos de origen vegetal en la alimentación puede implicar una disminución cercana al 20% en impactos como el agotamiento de la capa de ozono, la eutrofización terrestre o la acidificación", mientras que si se redujera ese consumo a la mitad "el grado de disminución en esos mismos impactos sería de entre el 30% y el 40%".

Movilidad y vivienda

En comparación con el impacto que genera el actual modelo alimentario y los patrones de consumo de comida, el resto de categorías estudiadas son notablemente menos perjudiciales para el medio ambiente. Es el caso, por ejemplo, de todo lo relacionado con la "movilidad" y el transporte, que únicamente tiene la culpa del 17,1% de la huella de consumo en España, según el informe. Esa cifra tiene en cuenta tanto el nivel de emisiones de los vehículos como la extracción de materiales para su construcción y mantenimiento o los residuos que se generan cuando un vehículo deja de utilizarse. 

Todo lo relativo a la movilidad solo es el principal causante de dos de los 16 daños medioambientales analizados: la formación de ozono fotoquímico -uno de los grandes elementos de lo que comúnmente se conoce como contaminación atmosférica- y el uso de recursos fósiles. El impacto de la utilización de medios de transporte también es relevante en lo relativo al cambio climático (una cuarta parte del mismo se debe a la movilidad), la diseminación de productos cancerígenos o el uso de metales y minerales en cantidades no sostenibles.

Por su parte, el consumo en el ámbito de la vivienda -desde la construcción y el mantenimiento de la misma hasta la calefacción para calentarla, por ejemplo- es el responsable del 16,2% del impacto medioambiental, sostiene el informe. La vivienda, además, tiene la mayor parte de la culpa de la emisión de "radiación ionizante" (un 60%) y el colapso de los depósitos de agua dulce a causa del excesivo vertido de nutrientes que los agotan. Y, asimismo, genera un porcentaje importante (más del 20%) de todas las partículas que provocan la contaminación del aire.

De las 16 categorías de impacto medioambiental analizadas en el informe, en España se producen daños al entorno por encima de lo que el planeta puede asumir en seis: la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, la contaminación del agua dulce, su saturación mediante el vertido de un exceso de nutrientes en la misma, la contaminación atmosférica generada por la emisión de partículas, el uso de energías fósiles y la utilización de recursos minerales y metales.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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