Música

Entrevista | Zahara: "A mí lo de 'puta' me ha perseguido siempre"

Zahara, 10 septiembre de 1983, Úbeda.

Me recibe en su oficina, que también es gimnasio, donde practica pilates varios días en semana. Algo esencial en su vida si quiere seguir doblando la espalda como lo hace en sus conciertos o "volviéndose loca", como ella denomina a esos momentos en los que baila de manera frenética. 

Zahara o María Zahara, como la llama su padre, tiene un nombre grande para alguien tan pequeño, pero solo en tamaño, porque esta cantante, escritora, presentadora, actriz y productora ha sido capaz de crear su propio sello, de tomar decisiones importantes, de decir que no muchas veces y elegir lo que quería y, además, ser madre, y de hacerlo todo bien. "Pero afortunadamente no lo hago todo a la vez. No entiendo por qué despiden a las mujeres cuando se quedan embarazadas, porque no hay nadie más eficiente y organizada que una madre", reflexiona.

Vive de alquiler con su hijo, está divorciada y su trabajo no es estable, me dice irónicamente que ha fallado: "Te das cuenta de que cumplir unos objetivos que ha planteado la sociedad, pero que no son los tuyos, al final es un error".

Y por eso, siendo una de las artistas de la discográfica Universal, decidió dejarlo y crear su propio sello para poder manejar su carrera, de hacer su música a su manera, porque ella, cada vez más, hace lo que le da la gana y eso es directamente proporcional a la felicidad que le produce.

Los comienzos no fueron fáciles, tuvo que pedir dinero a sus amigos para arrancar, pero hoy esta oficina representa un sueño cumplido. "Todo lo poco que he confiado en mí misma a nivel personal, mis miedos, mis inseguridades… con mi trabajo lo he tenido súper claro", asegura.

Cada paso profesional que ha dado le ha servido para desnudarse, para soltar lastre, deshacerse de traumas que la iban minando poco a poco, eso es Santa, el disco que sacó en 2015, y lo es Puta, su último trabajo donde habla de las etiquetas. Esa que le colgaron desde muy pequeña, que lleva arrastrando desde entonces, y que la llevó a plantearse el suicido cuando era adolescente: "Si yo hago una canción en la que cuento que me quise suicidar con 12 años, puedes decir guau, pero ya es una canción… es como que la canción me protege, existe y ya puedo hablar de ello". Y añade: "Es una etiqueta que, cuando la asignamos a otra persona, no somos conscientes de cómo los estamos comprometiendo para el resto de su vida, a mí lo de puta me ha perseguido siempre".

Yo seguiré haciendo canciones, la política forma parte de mí, lo que me ofende, lo que me emociona, y seguiré hablando de lo que siento

Y todavía hoy sigue lidiando con ese peso en ocasiones, con eso y con las polémicas que han rodeado a este disco. El partido Vox censuró en Toledo su concierto y su cartel, aludiendo ofensas a la Virgen por la similitud de la portada. La noticia se convirtió en tendencia mundial en Twitter y decenas de artistas le mostraron su apoyo.

"Todo es político, esta conversación, que te hayas maquillado o no" y prosigue:  "Yo dejé bien claro de lo que va, y a quien estoy llamando puta es a mí misma, y entonces que en lugar de ofenderte porque abusaron de mí, intenté suicidarme, tuve un novio maltratador y me hicieron bullying en el colegio, que eso no te ofenda para salir a la calle y sí lo haga que tú crees que estoy llamando puta a la virgen, me parece demencial". 

Pero ni los políticos hoy ni sus compañeros de clase años atrás en el colegio han conseguido callarla, minarla: "Yo seguiré haciendo canciones, la política forma parte de mí, lo que me ofende, lo que me emociona, y seguiré hablando de lo que siento", porque me asegura que de eso justamente va la vida, esa que cada día vive con menos etiquetas y más libertad.

loading...