El PP se lanza a la campaña electoral, que arranca la noche del jueves al viernes, con pocos efectivos pero dispuestos por todo el territorio. Los populares ya anunciaron que la presencia de barones sería escasa (de hecho, será nula después de la visita de Isabel Díaz Ayuso a Jerez y Algeciras), algo que responde al expreso deseo del candidato Juanma Moreno y su equipo cercano.
Solo el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, y la secretaria general, Cuca Gamarra, girarán por Andalucía a partir del día 3. Pero Feijóo únicamente coincidirá con Moreno en una o dos ocasiones. Sus agendas serán independientes el resto del tiempo. El gallego visitará seis provincias, todas menos Córdoba y Huelva, que recibirán a Gamarra. Estará en Andalucía los días 3, 4, 11, 12, 15 y 16 de este mes. Este fin de semana encabezará actos de partido en Málaga (viernes) y Granada (sábado). Las caravanas de Feijóo y Moreno confluirán el día 11 en la provincia de Málaga, en Antequera según los planes iniciales.
El PP ha diseñado un arranque doble de campaña para su candidato. En la tarde de este jueves, Moreno estará en Málaga; de ahí, se trasladará a Sevilla, donde celebrará la tradicional pegada de carteles (en este caso, digital), y pedirá por primera vez el voto al quedar habilitado a las 00.00 horas el periodo electoral. Dos semanas después, Moreno cerrará la campaña de manera inversa: con un acto en Sevilla, primero, y otro en Málaga, después. Entre medias, habrá actos en ciudades de tamaño medio sobre todo y nada de grandes recintos.
En estas dos semanas largas hasta el 19-J, los populares evitarán caer en "provocaciones" de Vox y tratarán de reforzar el mensaje de transversalidad de Moreno. "Juanma ha calado en el centro-izquierda, no incomoda a nadie", confiesan desde el partido. De hecho, se centrarán en apelar a la moderación en lugar de entrar al trapo en el flanco derecho.
Los populares creen que están ante una oportunidad histórica de acercarse a la mayoría absoluta frente a un PSOE que ha optado por una "presencia forzada" de ministros y del propio presidente Pedro Sánchez. Uno de los principales objetivos electorales del PP es arrebatar por primera vez en unas elecciones autonómicas la provincia de Sevilla al PSOE, el granero al que se aferra Espadas para que la ventaja con los populares no sea insalvable.
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