Aquí se decide el precio de los alimentos en el mundo: así funciona la Bolsa de Chicago

Ben Bernanke visto en una pantalla de la Bolsa Mercantil de Chicago.
Actividad en la Bolsa Mercantil de Chicago, en una imagen de archivo.
Tannen Maury/ EFE
Ben Bernanke visto en una pantalla de la Bolsa Mercantil de Chicago.

En una economía globalizada lo que ocurre en una esquina del mundo puede afectar a lo que pasa a miles de kilómetros de distancia. Claro que hay rincones y rincones y ha resultado que Ucrania es uno muy importante. Lo es por su recursos naturales y por su producción de grano. Por algo, desde el inicio de la invasión rusa, repetimos aquello de que Ucrania es el granero del mundo.

El 65% de su territorio está dedicado a la agricultura. Tanto es que se calcula que con los productos del campo ucraniano se puede alimentar a 600 millones de personas. Y por eso, porque Ucrania está en guerra desde hace tres meses, el fantasma de una nueva hambruna recorre el mundo.

Los precios internacionales de los alimentos están en máximos desde que se elaboran estadísticas. Según datos recopilados por Naciones Unidas, desde que estalló la guerra en Ucrania, la comida se ha encarecido un 17%. Cereales como el trigo o el maíz son ahora un 20% más caros y los aceites vegetales han subido un 28%.

El pasado 31 fue un martes negro: el precio del trigo cayó un 6% porque la mediación de Turquía podría garantizar la salida de las reservas de Ucrania

De modo que todo lo que pasa en la guerra de Ucrania y con el flujo de mercancías afecta a su precio. Por ejemplo, con las negociaciones que ahora busca liderar Turquía para sacar de Ucrania el grano que ha ido quedando retenido desde el inicio de la invasión rusa, el valor del trigo cae. En concreto, el último día de mayo fue un martes negro (o justo lo contrario) con una caída del precio del 6%.

Naciones Unidas calcula que un 30% del cultivo de grano de Ucrania no podrá labrarse por culpa de la guerra. Esto sumado a la prohibición de exportar grano para alimentar a su población provocará subidas de precios que la FAO estima entre el 8% y el 22%.
El 65% del territorio de Ucrania está dedicado a la agricultura.
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A gritos desde 1848

Todas esas subidas y bajadas de precios tienen lugar en la Bolsa de Chicago, que hoy es la fusión de dos mercados, el Chicago Board of Trade (CBOT) y el Chicago Mercantile Exchange (CME). Fundado en 1848, el CBOT es el mercado de futuros y opciones más antiguo del mundo. El CME se creó medio siglo después, en 1898. La fusión de ambos mercados se produjo en 2006, creando CME Group (en 2021 tuvo unos ingresos de 4.200 millones de euros).

Tanto la CBOT como la CME comenzaron como un mercado sin ánimo de lucro para las transacciones agrícolas. Eran plataformas comerciales abiertas donde se negociaba a gritos para regatear y acordar un precio de mercado para una mercancía. Aunque ambas compartían muchos desarrollos históricos, operaban de forma distinta hasta su fusión (que también incluye el NYMEX y el COMEX). Hoy, el 90% del volumen total del mercado se produce de forma electrónica.

Fundado en 1848, el de la Bolsa de Chicago es el mercado de futuros y opciones más antiguo del mundo

Entre las inversiones más populares que se negocian en la Bolsa de Chicago se encuentran los futuros de divisas, las monedas (desde 2017 también los futuros de los bitcoins), los índices bursátiles, los futuros de tipos de interés y los productos agrícolas. Los futuros indican los precios descubiertos mediante la compra y venta en la bolsa, dependiendo de la oferta y la demanda.

La de Chicago es la mayor bolsa de futuros y opciones de Estados Unidos y la segunda del mundo. Sólo le supera, en términos de volumen de operaciones, la Bolsa Nacional de la India (Bombay). 

Maíz, trigo y soja

Los activos financieros más operados en la Bolsa de Chicago son las materias primas (llamadas commodities en inglés). Originalmente, el CBOT comerciaba solo con productos agrícolas como el maíz, el trigo y la soja. Pero hoy, casi 200 años después, el mercado de futuros de esas tres materias sigue siendo fundamental. Por eso estos días, desde Ucrania, miramos tanto a la capital del Estado de Illinois.

Otros futuros sobre productos agrícolas que se negocian en Chicago son los de: ganado vivo, cerdos vivos, ganado de engorde, tres clases de leche (incluida la en polvo), suero seco, queso, mantequilla y madera de longitud aleatoria. También metales: oro, plata, cobre, platino, plomo, aluminio, hierro y uranio.

Los contratos de futuros son acuerdos para comprar o vender a un precio acordado en una fecha concreta. Estas transacciones se realizan básicamente en dólares, de modo que cuando la moneda norteamericana sube se necesitan menos dólares para comprar la misma cantidad de determinada materia prima. Eso, a su vez, provoca que los precios de las materias primas bajen.

Jugar (especular) con las cosas de comer

En teoría, el mercado de la Bolsa de Chicago es un instrumento equilibrado. De una parte, al productor de materias primas le sirve como seguro para colocar su mercancía. De otro, el comprador se garantiza el abastecimiento a un precio razonable comprando "antes de". El problema es que hasta que ese futuro se hace presente hay tiempo para especular aunque no estemos ante acciones que cotizen en bolsa.

En 2007, cuando la crisis de las hipotecas 'subprime', los grandes fondos de inversión entraron en el mercado de las materias primas agrícolas para especular y ganar millones

En buena medida el precio de los alimentos básicos que luego compramos se decide en la Bolsa de Chicago, porque es allí donde -antes- se decide el de las materias primas. El precio del pan en El Cairo o del maíz en Mexico D.F. depende de unos futuros -es decir, especulación- que se negocian a orillas del muy frío lago Michigan.

Cuatro mujeres bangladesíes procesan el arroz que acaban de recoger de los campos.
Mujeres bangladesíes procesan el arroz que han recogido.
RAFAYAT HAQUE KHAN / EP

En ello, en especular, están desde hace muchos años inmensas empresas como Dupont, Cargill o Syngenta, y grandes corporaciones bancarias como JP Morgan o Goldman Sachs. En 2007, cuando la crisis de las hipotecas 'subprime', los grandes fondos de inversión se fijaron en el mercado de las materias primas agrícolas para especular y seguir ganando ingentes cantidades de dinero.

Es el mercado, amigo, que dijera en su día Rodrigo Rato, pero es también la comida de cada día, especialmente la de aquellos que menos tienen (se calcula que los pobres destinan sobre el 75% de sus ingresos a la alimentación). Y con las cosas de comer no se juega.

La solución turca

Se calcula que, en mitad de la guerra, Ucrania "atesora" un stock de grano de unas 20 millones de toneladas. Los silos rebosan fundamentalmente de trigo y maíz. Si finalmente la mediación de Turquía sirve y puede ser vía de salida, se estaría asegurando el abastecimiento de cereales de Europa y, lo que es más importante, de varios países de África.

Ucrania "atesora" un 'stock' de grano de unas 20 millones de toneladas

Desde Naciones Unidas hablan de un "anillo de fuego" que sufrirá graves consecuencias si el conflicto en Ucrania no se resuelve pronto. Va desde América central y Haití, a través del Sahel, la República Centroafricana, Sudán del Sur y el este del cuerno de África, Siria y Yemen, hasta Afganistán.

Que el grano ucraniano se mueva hacia los mercados, y por lo tanto su precio baje, es lo que podría evitar una situación de "hambre catastrófica".

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