España baja de los tres millones de parados por primera vez desde la gran crisis de 2008 y cierra mayo con otro récord de indefinidos

España ha tardado exactamente 13 años y cinco meses en reducir el paro por debajo de los tres millones de personas. El hito se logró el recién concluido mes de mayo, que cerró con un total de 2.922.911 desempleados, unos 100.000 menos que los que se contabilizaban en abril. Además, el mes pasado concluyó con un nuevo récord de creación de empleo indefinido. Unos 730.000 de los algo más de 1,6 millones de contratos firmados en mayo fueron indefinidos. Una proporción del 44,5%.

Sin embargo, más allá de los datos, la estadística de desempleo de mayo ha desencadenado un fuerte cruce de acusaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. El motivo de la disputa ha sido la forma en que se reflejan la estadística del paro los contratos fijos discontinuos. Una modalidad de contrato indefinido diseñado para actividades estacionales o temporales que está llamado a sustituir al tradicional contrato de obra y servicio (de naturaleza temporal), que se extinguirá el próximo septiembre.

El melón lo abría el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras acusar al Ejecutivo de "maquillar" los datos de paro. "Cuando aquello que era temporal, ahora se llama fijo discontinuo y se considera que una persona que no está trabajando o que tiene un contrato temporal -que ahora se llama fijo discontinuo- no aparece en el paro, es muy difícil hacer comparación", se quejaba el popular en una entrevista concedida a Onda Cero. "Estamos hablando de más de 575.000 parados que no computan en el paro porque se llama ahora fijo discontinuo, se ha hecho una precariedad indefinida", añadía.

La primera en recoger el guante fue la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. "Me parecen una aberración las declaraciones y además me preocupan. Creo que [Feijóo] no está preparado para gobernar", expresaba ante los periodistas minutos antes de comparecer en el Congreso. "Me preocupa que alguien que ha gobernado una comunidad 13 años y que además es jurista desconozca un contrato laboral que lleva con nosotros desde hace 25 años. Es muy grave lo que ha afirmado el señor Feijóo, añadía.

Las declaraciones de Feijóo tampoco han gustado nada al ministro responsable de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, que se declaraba "perplejo". "Los fijos discontinuos computan como afiliados en alta mientras están activos y dejan de computarse durante su inactividad. Deslegitimar las estadísticas de España es una forma terrible de hacer política", expresó el ministro en un tuit. 

El empleo sigue creciendo

Los datos de desempleo y afiliación a la Seguridad Social que han difundido este jueves los ministerios de Trabajo e Inclusión respectivamente, reflejan que en lo que llevamos de año se han creado más de 600.000 puestos de trabajos netos y el paro se ha reducido en 200.000 personas.

En concreto, la afiliación aumentó en mayo en 213.643 trabajadores medios, el mejor dato desde julio de 2021. Sin embargo, si se descuentan los efectos propios de la estación (la ocupación ha crecido en todos los meses de mayo desde que hay registros) la afiliación crece solo en 33.366 empleados medios. Una cifra prácticamente clavada a la de abril que sugiere que, aunque se sigue creando empleo, el ritmo parece haberse estancado. El dato de afiliación conocido hoy es también algo más bajo que el que avanzó el ministro encargado de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, a mediados del mes pasado: unos 3.000 empleados menos en términos desestacionalizados.

En lo tocante al paro, la cifra divulgada este jueves es la más baja desde noviembre de 2008. Por aquel entonces el desempleo crecía sin parar mientras la economía mundial se sumía en una profunda crisis. La barrera psicológica de los tres millones de parados se rompería en diciembre de aquel año. En aquel momento dirigía el ministro de Trabajo el socialista Celestino Corbacho, quién pronunció unas palabras que la realidad se encargaría de desmentir no mucho tiempo después: "No vamos a llegar de ninguna de las maneras a los cuatro millones de parados". Apenas un año después, España alcanzaba los cuatro millones de desempleados y llegaría a superar los cinco millones a comienzos de 2013.

El buen comportamiento en el empleo en mayo ha dejado también otro dato histórico. Nunca antes hubo menos paro juvenil en España. En mayo el número de desempleados menores de 25 años se redujo a 199.920, 21.973 menos que en abril. Esta cifra deja corto el mínimo anterior histórico anterior, registrado en enero de 2022.

El auge en el empleo indefinido tras la entrada en vigor de la reforma laboral a finales de diciembre del año pasado no cesa. La proporción de contratos indefinidos formalizados en mayo ha vuelto a rondar la mitad del total, tal y como ocurrió en abril. Aunque no todos esos contratos reflejan la misma calidad en el empleo. Más de la mitad de los indefinidos creados (730.427) fueron fijos discontinuos (264.524) o contratos a tiempo parcial (174.595). 

El turismo empuja el empleo

A nivel sectorial, los servicios fueron el gran impulsor del empleo en mayo. Aportaron el 77% de los nuevos afiliados brutos (164.543). La agricultura (23.543 afiliados más), la construcción (14.909) y la industria (10.937) también mejoraron el empleo. Sin embargo, si se analiza el dato desestacionalizado, se puede comprobar como la creación de empleo en la industria, uno de los sectores más impactados por las consecuencias de la guerra, prácticamente se ha detenido desde abril.

Aproximadamente un tercio de la afiliación creada en mayo procede de actividades vinculadas al turismo. Es el caso de los empleados en servicios de comidas y bebidas (7.074 afiliados más en términos desestacionalizados) y los servicios de alojamiento (3.786).

En cambio, la actividad donde más empleo se destruyó fue la administración pública, que perdió 1.500 afiliados. Una reducción muy parecida a la de los trabajadores ocupados en actividades relacionadas con el empleo y también a la de sanitarios.

En cuanto a la naturaleza pública o privada del empleo que se ha creado, los datos reflejan que en lo que llevamos de año, el 89% del aumento de la afiliación desestacionalizada (186.000 trabajadores) corresponde a trabajadores del sector privado. Sin embargo, si se toma como punto de partida el mes de diciembre de 2019, la proporción de empleo privado que se ha generado es del 60% (357.000 de 598.000 afiliados). La razón por la que ocurre esto es el brutal desplome del empleo en el sector privado ocurrido en 2020 (perdió 527.000 afiliados), un ejercicio en el que el empleo público aumentó en 162.000 trabajadores medios.

A nivel territorial, el empleo creció en todas las comunidades autónomas y provincias, a excepción de Almería y Castellón. La gran protagonista de mayo fue Baleares que sumó 48.565 afiliados netos en términos brutos, un repunte del 9,4%, reflejo del buen comportamiento del turismo. Tras esta comunidad, los territorios donde más repuntó el empleo fueron (37.500 afiliados más), Andalucía (32.900), Madrid (21.200) y la Comunidad Valenciana (12.000).