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Cinco meses del caso Esther López: una investigación con muchas incógnitas aún hoy

Traspinedo recuerda con un minuto de aplausos a Esther López
Europa Press

El lunes se cumplirán cinco meses de aquel fatídico mes de enero, cuando Esther López, una joven de 35 años de Traspinedo (Valladolid), fue vista por sus amigos y familiares por última vez. Desde entonces, el pueblo vive con incertidumbre un caso que, por el momento, ha dejado más preguntas que respuestas. 

Los hechos se remontan al pasado 12 de enero, cuando la joven fue a ver el partido de la Supercopa entre el Real Madrid y el Barcelona al pub James Dean. De allí, la vallisoletana se fue junto a dos amigos suyos, Óscar y Carlos, en el coche del primero. Él es, hasta la fecha, el principal sospechoso del crimen de la joven. Él fue la última persona que la vio con vida en la madrugada del día 13. 

Cinco días después, sin rastro ni noticias de Esther y previa denuncia de desaparición de la familia, la policía inició una investigación que aún hoy continúa. Sin embargo, no fue hasta el sábado 5 de febrero cuando un vecino de la zona atisbó en las inmediaciones de una carretera -por la que ya se habían efectuado varias batidas- el cuerpo sin vida que, como certificó posteriormente la autopsia, correspondía a la joven.

Cerca del coma etílico y posterior hipotermia

El examen médico-forense arrojó luz sobre el caso y dio respuesta a varias cuestiones. La primera: Esther fue atropellada pero no murió a causa del impacto porque no lo hizo de inmediato. El atropello que sufrió a media-baja velocidad, que provocó graves contusiones en la cadera y brazo, fue, de por sí, insuficiente para ocasionar la muerte en las primeras horas. Sin embargo, éste causó una hemorragia interna que se acrecentó por la exposición prolongada a temperaturas bajo cero y la ingesta anterior de alcohol y cocaína. En este sentido, la autopsia reveló que estaba cerca del coma etílico. Los agentes concuerdan en que, con la debida atención médica, la joven podría haberse recuperado.

Una de las grandes hipótesis que se desprende de la autopsia es que el cuerpo tuvo que ser trasladado a otro emplazamiento distinto al lugar del atropello, y que eso se produjo en las primeras horas de su muerte. La razón: la arena de la ropa de Esther no coincidía con la del sitio en el que apareció. Además, su postura cuando fue hallada era incompatible con la de un cuerpo que ha recibido un impacto violento y el teléfono de la víctima apareció impoluto junto a ella.

Las pistas apuntan en dirección Óscar

Las averiguaciones policiales, a excepción de una primaria detención de "El Manitas" el 22 de enero, puesto en libertad 72 horas después y al que, a los tres meses, se le levantaron las medidas cautelares, siempre han manejado como principal investigado a Óscar S (40 años). 

Él siempre ha defendido que Esther se bajó del vehículo en el cruce de la N-122, en el que está el restaurante de La Maña, entre las 2:30 y las 3 horas de la madrugada del jueves. Las investigaciones efectuadas señalan que, pese a que en su atestado Óscar afirma que se despidió en esa franja de tiempo y se fue "solo a casa", el posicionamiento posterior de los dispositivos móviles de los dos registró actividad en los aledaños del domicilio de él, en El Romeral de Traspinedo, a las 3:26 horas. 

Demasiadas incongruencias

Otra coincidencia a la que Óscar no pudo encontrar explicación, limitándose a responder "no sé, no lo entiendo" ante la jueza, fue la simultánea puesta en modo avión de ambos terminales, el suyo propio y el de Esther. Al parecer, la madre de la segunda, acostumbrada a ver madrugar a su hija para ir a trabajar, se preocupó al comprobar que no llegaba a casa y la llamó tres veces entre las 5:31 y 6:30 horas. Fue entonces cuando se activó el modo avión y el teléfono paró de sonar.

Si la actitud de Óscar y su incapacidad para explicar la concatenación de hechos han creado revuelo, los restos de ADN de Esther detectados en el maletero de su automóvil le incriminan directamente. Al igual que con el móvil de la víctima, la tapicería del coche fue limpiada de manera minuciosa, posiblemente con productos químicos. 

Además de los perfiles genéticos de Óscar y Esther, la investigación volvió a dar un giro de 360º al encontrar en los análisis el ADN de otra mujer, que no ha sido identificada. Hasta ahora, no hay cargos firmes contra el sospechoso, que está en libertad.

Ajustes en el coche

Otra de las grandes preguntas que se hacían los investigadores era si Óscar había podido manipular los sistemas técnicos del coche, un Volkswagen T Roc. Aunque el primer análisis efectuado por Volkswagen, marca del vehículo del principal sospechoso, no fue capaz de dar respuestas, un informe pericial posterior concluyó que había existido "manipulación en el equipo de navegación del automóvil.  

El análisis proveniente de Dresde (Alemania) ya ha trasmitido a la juez titular de Instrucción número 5 que parecen corroborarse las primeras hipótesis referentes a la manipulación del sistema.

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