El día de la marmota de los 'tories' británicos: antes que Johnson también Thatcher, Major o May ganaron para luego perder

Boris Johnson es aplaudido a su llegada al 10 de Downing Street, en Londres.
Boris Johnson, aplaudido a su llegada al 10 de Downing Street, en Londres.
Stefan Rousseau / EFE
Boris Johnson es aplaudido a su llegada al 10 de Downing Street, en Londres.

Se puede ganar la votación, como ha conseguido Boris Johnson, pero acabar perdiendo. Cuestión de tiempo. Eso demuestra la reciente historia del partido conservador británico. Antes que el primer ministro se vieron en este mismo brete Margaret Thatcher, John Major y Theresa May.

Los tres predecesores de Johnson ganaron, como él, una moción de confianza pero no tardaron en verse obligados a dimitir. Como dicen algunos diputados y repiten los analistas en la prensa británica, si el partido quiere que te vayas, te vas.

Le pasó a Thatcher, pese al mito creado en torno a su figura, y después a May. Puede que con la votación del lunes, pese a ganarla, sólo se haya iniciado la cuenta atrás para la desactivación de Boris Johnson.

La Dama de Hierro, vencida por los suyos

En 1989, un desconocido Anthony Meyer desafió el liderazgo de Margaret Thatcher al frente del Partido Conservador. De los 374 miembros del parlamento que votaron, 314 lo hicieron por Maggie. Parecía un impulso: el suyo era un liderazgo sin discusión.

Un año después, con las encuestas apuntando a un triunfo laborista en unas elecciones, Geoffrey Howe, el último miembro activo de su gabinete original, renunció a su puesto como viceprimer ministro tras una discrepancia a propósito de la moneda única europea. Thatcher no escuchaba a nadie... ni siquiera a los suyos.

Margaret Thatcher durante la convenció del Partido Republicano de 1985
Thatcher, en una foto de 1985
© Chris Steele-Perkins / Magnum Photos

Al día siguiente de la marcha de Howe, Michael Heseltine desafió a la Dama de Hierro al frente de los tories. Los conservadores votaron. En primera vuelta, ganó ella, pero Heseltine obtuvo 152 votos y pudo así forzar una segunda vuelta. Fue el principio del fin: Maggie ganaba pero su liderazgo ya estaba en discusión.

La Dama de Hierro dijo entonces que lo seguía siendo y que se veía ganando las elecciones a lo laboristas, pero tras consultar a su gabinete descubrió que se había quedado casi sola. Unos y otros la persuadieron para que se retirara.

Sintiéndose traicionada, pronunció un discurso final en la Cámara de los Comunes y abandonó el 10 de Downing Street entre lágrimas. El nada carismático John Major llevó al partido a su cuarta victoria consecutiva y pasó a ser primer ministro cinco días después de la dimisión de Thatcher.

Major cae ante Blair

La historia se repitió con Major, quien hasta 1997 estuvo al frente del gobierno del Reino Unido. En 1993, tras un enconado debate sobre el Tratado de Maastricht de la UE, logró superar un voto de confianza. El Parlamento británico aprobó el tratado europeo en discusión.

John Major, delante del 10 de Downing Street.
John Major, delante del 10 de Downing Street.
WIKIPEDIA/Sharon Farmer

Sin embargo, Major no tenía el apoyo de todos los suyos: parte del partido le culpó de todas las desgracias. El primer ministro se la jugo y el 22 de junio de 1995 dimitió. Se inició la batalla por el liderazgo torie y Major se presentó. Logró el respaldo mayoritario de sus diputados en las elecciones internas de julio de aquel año.

Pero también en su caso el liderazgo ya había quedado comprometido. Mientras las críticas internas no hacían sino crecer, alcanzó a llegar a las elecciones de 1997. En plena división interna del partido, perdió ante el laborista Tony Blair.

May cede ante el Brexit duro

Si en el caso de Margaret Thatcher el debate europeo era un telón de fondo, muy al fondo, con Theresa May fue el dilema europeo de la isla el que claramente se la llevó por delante.

La primera ministra británica dimitía entre lágrimas el pasado 7 de junio de 2019, tras fracasar su plan de hacer un 'Brexit blando', una salida pactada con la Unión Europea.
May dimite entre lágrimas el 7 de junio de 2019.
NEIL HALL / EFE

De hecho, May llegó a Downing Street porque David Cameron tuvo que renunciar por perder el referéndum sobre Brexit. Fue en diciembre de 2018: la primera ministra era blanco de duras críticas dentro de su partido por cómo estaba gestionando el Brexit.

Como ahora con Johnson, hubo un 15% de los diputados tories que pidió votar una moción de censura en el llamado Comité 1922. May ganó con el apoyo del 63% de los parlamentarios.

Como ahora, tenía que pasar un año para volver a poner en discusión (votando) a May. Pero, por enésima vez, el liderazgo había quedado resquebrajado. Tras el rechazo de su partido a su último intento de aprobar un Brexit negociado con la UE, en junio de 2019, May dejó el cargo.

Le sucedió Boris Johnson, quien tras una campaña de mentiras y medias verdades, consiguió sacar adelante la salida del Reino Unido de la UE.

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