El enérgico perro lobo checoslovaco, que tiene su origen en un programa experimental militar y cuyo abandono ha aumentado

La hibridación bajo control entre perros domésticos y lobos ha sido una constante en cautiverio, por diversas razones.

El perro lobo checoslovaco fue producto de un programa experimental militar orientado a crear una raza que obtuviera lo mejor de las dos partes de su linaje: la obediencia, versatilidad y sociabilidad del perro doméstico, y la resistencia, astucia, y constitución física de su progenitor lobo. 

Hay que remontarse a 1955 en plena Guerra Fría, cuando un ingeniero decidió cruzar a los pastores alemanes de línea de trabajo de las perreras de la Guardia Fronteriza de la actual República Checa con lobos de los Cárpatos (Canis lupus). Este programa de reproducción nació con la idea de crear cánidos que resistieran las larguísimas y exhaustivas jornadas de patrulla a pie, tolerando la climatología adversa de la región y a su vez mostraran la misma disposición que los pastores alemanes al entrenamiento. 

El resultado del experimento se considera fallido, pues sin duda, los ejemplares frutos de esta hibridación resultaron ser tan duros e infatigables como se esperaba, pero subestimó la capacidad de autoridad de los soldados, y esta incipiente raza no solo toleraba las implacables jornadas de trabajo, sino que dejaban atrás a sus guías y la crianza y el entrenamiento fueron muy difíciles, haciendo que el esfuerzo que implicaba superara los resultados deseados.

No es la única raza canina que muestra un cautivador aspecto similar al lobo, con el pastor alemán gris como referencia popular más antigua, algunas razas nórdicas como el elkhound sueco, el seppala, el perro lobo de Saarlos, el lupo italiano, el perro lobo de Kunmíng, el tamaskan o el utonagan. Incluso en España tenemos a la raza autóctona del perro lobo herreño, de origen canario.

El perro lobo checoslovaco es una raza de marcado temperamento, que necesita una socialización temprana y disfrutan y requieren un nivel alto de estimulación física y mental, siendo animales de reacciones muy rápidas. También hay que tener en cuenta que se aburren fácil y rápidamente a causa de su inteligencia.

 Al tratarse de una raza relativamente reciente y cuya finalidad era tan específica, tal como sucede con los pastores alemanes de la línea de trabajo, no se recomiendan para propietarios primerizos ni para quienes no tengan la certeza de que podrán dedicarle el tiempo que necesita de ejercicio diario, conocimientos de educación canina o la predisposición a acudir a educadores caninos para prevenir que desarrolle comportamientos destructivos y otros problemas de conducta en el núcleo familiar. 

Si se cumplen los requisitos que demanda esta especialísima y espectacular raza canina, los propietarios convivirán junto a un perro extremadamente leal, muy inteligente y receloso con extraños, por lo general.

El legado del lobo y las diferencias actuales

Con la presencia cada vez más habitual de perros lobos checoslovacos, aumentan las noticias donde confunden lobos ibéricos (Canis lupus signatus) con PLC sueltos, se hayan escapado o se encuentren abandonados. En realidad, las diferencias anatómicas son numerosas y fáciles de detectar, como se muestra en el gráfico. Además de lo mencionado, otros rasgos diferenciales son las orejas, proporcionalmente más pequeñas en el pariente salvaje, y el gran desarrollo de los músculos maseteros, especialmente en machos, lo que se traduce en una cabeza muy robusta respecto al cuerpo en comparación a los perros domésticos.

En algunas fuentes incluyen la famosa marca negra de las patas delanteras de nuestros lobos ibéricos, y que les dio su nombre científico, llamada signatus, pero lo cierto es que no todos los lobos ibéricos la poseen, y que hay ejemplares de perro lobo checoslovaco que cuentan con ella, por lo que no es una marca confiable a la hora de diferenciar.

De los lobos, los perros lobos checoslovacos conservan el trote largo y constante que les permite recorrer larguísimas distancias aprovechando al máximo la energía, y pese a que el ADN de lobo se ha diluido a través de las generaciones domesticadas en los últimos 70 años, el perro lobo checoslovaco aún conserva habilidades sensoriales por encima de otras razas caninas domésticas, como una mejor visión nocturna y mayor rango auditivo y olfativo. Del mismo modo, la composición genómica del perro lobo checoslovaco ha resultado ser significativamente diferente de otras razas analizadas, como puede leerse en este estudio.

Estafas, publicidad engañosa y modas

Como decíamos en la ficha del gato savannah, otra raza, en este caso felina, de origen híbrido, el interés hacia la posesión de especies salvajes o con aspecto similar a las mismas es una obsesión habitual, pese a la cantidad más que suficiente de especies y razas domesticadas adaptadas plenamente a nuestro estilo de vida y hábitats antrópicos. Y es obligado recalcar, ya que a veces hay ofertas de híbridos de lobo ibérico, que poseer uno en España como animal doméstico está totalmente desaconsejado por distintos motivos y además presenta un conjunto de restricciones y requerimientos. No solo es preciso el certificado CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Silvestre), también es necesaria una autorización expresa de la Comunidad Autónoma y se deben consultar las normativas locales que pueden añadir otras condiciones.

Volviendo al perro lobo checoslovaco, su aspecto innegablemente lobuno resulta un gancho comercial que se utiliza hasta el abuso, ignorando todas las advertencias y recomendaciones de los expertos de la importancia de seleccionar un compañero canino por su carácter y no por la apariencia.

En 2018, con el estreno de la película Alpha, cuyo protagonista canino era un perro lobo checoslovaco, el grupo de Amigos del perro lobo checoslovaco de Facebook tuvo que emitir una advertencia ante la previsión de otro repunte de popularidad y que recogió este periódico. Una popularidad incentivada por algunas celebridades, como Victoria Federica de Marichalar y Borbón, que presentó en redes a su nuevo cachorro, un perro lobo checoslovaco.

A causa de la cría descontrolada del perro lobo checoslovaco, o cruces que se hacen pasar por ellos, y la presencia del pastor alemán en su genealogía, hay ciertas enfermedades congénitas que es necesario controlar y que los criadores deben garantizar con certificados emitidos por laboratorios oficiales que los padres están libres de ellas, como la displasia de cadera y codo, el enanismo, la mielopatía degenerativa, problemas cardíacos o el cociente de consanguinidad (COI). 

Por supuesto, ante el peculiar carácter de esta raza, los cachorros deben pasar por una impronta materna que debe alcanzar los dos meses antes de la entrega, y que el criador haya trabajado la socialización en esta etapa tan crítica y que influirá en la vida adulta del animal. 

Para contactar con un criador oficial y asegurarnos de que no somos víctimas de estafas ni contribuir a la compraventa ilegal entre particulares, recomendamos informarnos a través del grupo antes mencionado, Amigos del perro lobo checoslovaco, o del Club Ibérico de la Raza Perro Lobo Checoslovaco. Para adoptar un PLC, que lamentablemente junto a la popularidad su abandono y cesión también aumentan, podemos informarnos desde ambas opciones.