El alcohol es la adicción más atendida en Madrid y suben los videojuegos y el 'chemsex'

El alcohol ocupa el 35% de las adicciones atendidas por el Ayuntamiento de Madrid a través de Centros de Atención a la Drogodependencia (CAD), le siguen los opiáceos (siendo el 22,5%), la cocaína (21%) y el cannabis (13,5%).

Un conjunto de 'nuevas' adicciones ganan terreno, hasta el 8%, como los psicofármacos, las apuestas, videojuegos y el chemsex,  el uso de drogas en contextos sexuales.

La delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, ha detallado esta problemática en la presentación del nuevo Plan de Adicciones municipal que "se adapta a las necesidades reales que existen en la actualidad" en la ciudad de Madrid.

Durante la presentación han contado con la participación del delegado de Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Villalbí.

El Instituto de Adicciones atendió el pasado año a más de 2.100 jóvenes y adolescentes y a más de 1.700 familias en su Servicio de Orientación familiar. También han intervenido en más de 300 centros educativos llegando a un total de 23.000 alumnos y 1.400 docentes. En cuanto a las personas en tratamiento por adicción fueron alrededor de 9.200, así como más de mil familias y más de 600 pacientes encontraron trabajo a lo largo del pasado año.

Nuevas adicciones: videojuegos y 'chemsex'

El nuevo Plan de Adicciones 2022-2026, ha sido elaborado por el organismo municipal Madrid Salud utilizando un proceso participativo no solo de entidades, expertos y sociedades científicas también han contando con pacientes y sus familiares. Han podido comprobar que hay ciertos fenómenos en crecimiento que cada vez son más comunes como el chemsex, la adicción a los videojuegos y el abuso de las pantallas y redes sociales.

Para poder incidir en esta línea se ha puesto en marcha una campaña en web y redes sociales para prevenir de este uso abusivo de las pantallas, las redes sociales y los videojuegos con el hashtag #PiensaDecideControla.

Otra de las novedades del plan, además de la atención de fenómenos en crecimiento, está la mejora de la atención integral de la patología dual, la adaptación de las intervenciones dirigidas a las personas mayores, la difusión de los servicios y la reducción del estigma.