Palabras que utilizas y que quizás no sabías que provienen del árabe

  • Para identificar estas palabras, nos podemos fijar en dos dos prefijos claves: “al-” y “Guad-“.
  • Sin embargo, existen multitud de arabismos incorporados a nuestro lenguaje que no tienen estos prefijos.
La Alhambra.
La Alhambra.
WillSelarep / iStock
La Alhambra.

De las aproximadamente cien mil palabras que existen en el idioma español (93000 de las cuales aparecen recogidas en el Diccionario de la Real Academia), se calcula que un cinco por ciento (alrededor de cinco mil) provienen del árabe.

El origen

La presencia árabe en gran parte de la Península Ibérica se prolongó a lo largo de ocho siglos, quedando impregnada la lengua española de numerosísimos arabismos que hoy en día, más de quinientos años después de la expulsión musulmana de 1492, seguimos utilizando de forma común.

Muchas palabras de raíz árabe fueron sustituidas, tras la Reconquista, por otras análogas de procedencia grecolatina (de hecho el 70 % de nuestro idioma proviene del latín), pero numerosos términos del árabe andalusí ya habían evolucionado e incorporado en el lenguaje coloquial de los españoles.

Cómo identificarlas

Normalmente, para conocer si una palabra en español es un arabismo se suele señalar a dos prefijos claves que ayudan a identificar su origen árabe. Uno de ellos es (aunque no en todos los casos) si se inicia con “al-”, el cual es un prefijo que corresponde a nuestro artículos “el” y “la”, encontrándonos algunos ejemplos como “alcoba”, “alcalde”, “albañil”, “albahaca”, “almacén”, “alquiler”, “alcohol”, “algodón”, “alcancía” e incluso de toponimias (nombre de lugares) como “Alcalá”, “Albarracín”, “Albacete”, “Almería” o “Algeciras”.

Otro método infalible para detectar el posible pasado árabe de una palabra española es con el prefijo “Guad-“, cuyo significado es “río” y que dio origen también a numerosos topónimos e incluso al nombre de numerosos ríos que hay en la península, como son los casos de “Guadalajara”, “Guadarrama”, “Guadalquivir” o “Guadiana”.

Arabismos de uso común

Pero, como suele decirse en estos casos, «Ni son todos los que están, ni están todos los que son», debido a que infinidad son los arabismos, de uso común, que no empiezan con los mencionados prefijos, encontrándonos que hay un gran número que, posiblemente, muchas personas no conocían su procedencia árabe.

Azulejo, azafrán, baño, barrio, bellota, chisme, daga, diván, elixir, escaqueo, faquir, fideo, gandul, hazaña, imán, jinete, jirafa, joroba, limón, noria, naranja, olé, ojalá, quilate, rehén, rincón, sandia, sorbete, talco, tambor, tarima, valija o zanahoria.

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