El PP ha ganado las elecciones autonómicas en Andalucía al superar de forma holgada la mayoría absoluta (58 escaños), un resultado que supone un espaldarazo al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, frena en seco el crecimiento de Vox y entierra a Ciudadanos, que desaparece de Andalucía al no conseguir ningún diputado, provocando así la dimisión de su candidato, Juan Marín. 

Para el PSOE (30 escaños), la mayoría absoluta del PP —la primera de su historia en Andalucía— desdibuja cualquier lectura positiva. Juan Espadas ni siquiera ha conseguido igualar los resultados de 2018, que ya eran los peores de la historia del PSOE-A, y ha perdido más de 150.000 votos, muchos de los cuales se han ido al PP. Los socialistas ya no son, ni de lejos, el partido hegemónico en Andalucía. Hace cuatro años perdieron por primera vez el Gobierno y ahora el lugar como primer partido de la comunidad.

En cuanto a Vox, el partido de Santiago Abascal apostó fuerte en Andalucía enviando de candidata a Macarena Olona, una de sus líderes en el Congreso y políticas más reconocidas, pero no ha cumplido las expectativas a pesar de haber subido dos escaños, hasta los 14. Su apuesta era ser decisivo para la formación del Gobierno andaluz y vender muy caro su apoyo a Juanma Moreno en la investidura, pero no lo ha conseguido.