Juanma Moreno, superar la 'teoría de la satisfacción' subido a una ola andalucista

Juanma Moreno suela un búho real en Chiclana de Frontera, este jueves.
Juanma Moreno suela un búho real en Chiclana de Frontera, este jueves.
Román Ríos | EFE
Juanma Moreno suela un búho real en Chiclana de Frontera, este jueves.

Lo hizo sin sugerirla, sino sujetándola, impresa, en el mismo sitio donde fue tomada 46 años antes. La famosa 'foto de la tortilla' que unos jóvenes socialistas, de esos con chaqueta de pana y coderas, se hicieron en las postrimerías del franquismo tumbados en un pinar de La Puebla del Río. Moreno Bonilla, entonces candidato incierto del PP a la Junta, reeditó en la campaña andaluza de 2018 aquella imagen icónica de Felipe González, Alfonso Guerra y Manuel Chaves en 1973.

Le llaman Juanma Moreno cuatro años después y ya no es un blando candidato, sino el barón de referencia del PP que nutre de afines la nueva cúpula. La candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, quintaesencia del andalucismo político, achaca lo de llamarle Juanma a una efectiva campaña de marketing y reivindica que en sus mítines no hacen falta banderías. Lo cierto es que Moreno está en disposición de canalizar una nueva efervescencia andalucista. El pasado jueves echó a volar dos halcones y cuatro cernícalos en Chiclana tras una campaña entera escondiendo la gaviota en el nido. Juanma Moreno, qué cosas, apeló al voto útil para frenar a la derecha y sacó más de 1.580.000 y 58 diputados este domingo.

Tras la victoria de ayer ya solo queda Juanma, un tipo al que se le caen los apellidos como los votos. "Soy consciente de que tengo que gobernar para todos, incluso aquellos que no han optado hoy por nuestra fuerza política", proclamó incrustado entre cientos de seguidores. Que Andalucía es una noción y no una nación lo dijo Juan Ramón Jiménez. Moreno sacó una bandera andaluza que alguien le dio y considera talismán casi para torear como un futbolista tras conseguir un título.

'La paradoja de la satisfacción'

"Es significativo cómo, en apenas tres años, el PP ha pasado de ser identificado solamente por un 8% de los andaluces como el partido que mejor defendía los intereses de Andalucía a un 35%", apunta el politólogo Jesús Jurado, autor de La generación del mollete. Crónica de un nuevo andalucismo (Lengua de trapo, 2022). Un nombre inspirado en aquella generación de andaluces nacida en los ochenta y noventa que tocó, al son de la flauta dulce, el himno de Andalucía cada 28 de febrero después de un desayuno molinero, de un mollete con aceite y un batido de chocolate, fresa o vainilla. La misma que sufrió un 66% de paro.

“Juanma se ha presentado como la garantía de que no llegue la derecha, pero la derecha mitológica. Ese miedo a la derecha que sigue existiendo se ha trasladado a Vox, que ha aceptado encantado ese papel de enfant terrible”, reflexiona Jurado, que también apunta a cierta incomparecencia de un Partido Socialista aún convaleciente y de una izquierda con un discurso por armar. “Moreno se está beneficiando de una situación en la que todavía no tiene quién le haga oposición. De hecho, al final, la principal tarea del andalucismo político es acabar evitando que Juanma Moreno y el PP capitalicen esta nueva ola de andalucismo cultural y revitalización de la identidad andaluza”.

Hay que desconfiar de la idea de que Andalucía se acuesta socialista y se despierta de derechas. Es una interpretación casi mágica. Discrepo, además, de la idea de que fueran votos del PSOE los que aúpan a Juanma Moreno, aunque el voto del Partido Socialista en Andalucía era muy conservador", sostiene el periodista Teodoro León Gross. "Es inevitable hablar de cambio sociológico, pero cuando se dice que el votante socialista se pasa al Partido Popular, creo que conviene relativizarlo".

León Gross se apoya en una vieja tesis formulada por alguien del entorno socialista, el sociólogo Manuel Pérez Yruela, quien enunció la "Paradoja de la satisfacción". "Sostenía que en Andalucía, que venía de una situación muy difícil en los años setenta, cuando Antonio Burgos habla de Andalucía Tercer Mundo, el hecho de que el PSOE hubiera administrado la Transición, la aparición de la Sanidad universal y gratuita o la Educación, una serie de servicios que habían transformado la realidad andaluza; hacía que la gente penalizara menos que Andalucía fuera a la cola de España. Se valoraba más el hecho que le atribuía al PSOE el haber cambiado y se aferraban a él".

"Podría haber sido un presidente del PSOE"

El periodista andaluz pone el foco en tres factores: el relevo generacional, la transformación del mundo rural y el hecho de que Moreno haya sido un presidente "socialdemócrata". "Quienes vivieron el franquismo y la Transición, quienes venían de aquella Andalucía humillada, atrasada y olvidada, han ido muriéndose", apela a un hecho puramente biológico. Además, el campo de Andalucía "ya no responde al viejo dicho andaluz de 'yo jamás podré votar a la derecha'". 

El tercero, un candidato que interpreta sociológicamente Andalucía desde la otra trinchera. "Podría haber sido perfectamente un presidente de la Junta del PSOE, de ese PSOE que era casi conservador. Moreno es más liberal en lo económico, indudablemente, más conservador en algunos aspectos relativos a la tradición popular, pero su perfil social es básicamente socialdemócrata. Ese votante ha visto en él un presidente con el que se puede identificar".

¿Pensará así el autor de La generación del mollete? “¿Te digo una cosa? Sí que estoy bastante de acuerdo. Hay estrategia electoral en todo esto, pero lo hay siempre por parte de cualquiera. Yo me pregunto hasta qué punto lo cree de verdad. No creo que sea algo impensable”. Algo que apoya en dos hechos: "la tendencia conservadora de Susana Díaz, a menudo indistinguible del PP" y que "el PP se esfuerce en ser más papista que el Papa y no solo asuma con gusto todas las políticas del PSOE en cuanto a identidad andaluza, sino que vaya más allá".

"Vivo en una comunidad de centroizquierda"

"Vivo en una comunidad con un sesgo social de centroizquierda, y eso me impregna. Mi visión es mucho más centrada porque eso es lo que funciona en Andalucía", sostuvo Moreno en marzo de 2021, en su intervención en el Círculo de Economía en Barcelona frente a su más poderosa burguesía. Los socialistas lo tacharon de cínico. Moreno echa el anzuelo a su electorado mientras Juan Espadas, el auténtico candidato socialista, trata de repelerlo.

"Puede darse la paradoja de que nos falte campaña ahora que hemos cogido un ritmo de incremento de votos muy importante", dijo Moreno a 20minutos en una entrevista publicada este viernes, tras dos semanas de mítines entre banderines blancos y verdes, apenas moteados por algunos de España. El PSOE se subió a la ola de la bautizada por Carlos Cano como Gira Histórica para hacer de Andalucía su bastión. Los conciertos de Camarón, Kiko Veneno, Silvio Rodríguez, Alameda, Pata Negra. La generación irrepetible de artistas al servicio de una causa política: que Andalucía accediera a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución. Moreno, sin gira y sin nadie que le cante, más de indie que de flamenco, ajeno a aquella juerga itinerante, formó años después una rock band de garaje con unos amigos. Se llamaba Falsas realidades. 

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