Borja Terán Periodista
OPINIÓN

'Sálvame Mediafest, qué hermosa eres': cuando Telecinco no hace lo prometido

María Patiño y Rebeca en el Sálvame Mediaset
María Patiño y Rebeca en el Sálvame Mediaset
Mediaset
María Patiño y Rebeca en el Sálvame Mediaset

El Sálvame Mediafest no ha sido lo prometido. En Telecinco anunciaron que iban a crear un gigante acontecimiento televisivo en el parking de la cadena. Un gran escenario en el exterior, un camping para dormir bajo las estrellas y hasta una noria. Ni rastro de eso. El Sálvame Mediafest ha sido un karaoke en el estudio 6 de Mediaset, el mismo que se utiliza para Supervivientes, Secret Story o los especiales de Rocío Carrasco. Para disfrazar un poco el decorado de todos los días, han plantado público de pie alrededor del escenario. Pero más que un festival de música parecía una versión lowcost de Murcia, qué hermosa eres en el plató de Música sí. Que también tenía a público pegando palmas alrededor de un escenario circular.

La gracia de estos formatos que se inventa la productora La fábrica de la tele está en que aprovecha el potencial de su entrañable y disparatado universo de personajes para reírse sin complejos de la televisión desde dentro. Así Telecinco consigue un repunte de interés de la audiencia a través de la creación de eventos mediáticos que desengrasan la monotonía del resto de programación. Lo hicieron hace unas semanas con la Sálvame Fashion Week -con comienzo en alto con accidentada caída con Chelo García Cortés- y, ahora, repiten fórmula con un festival de Eurovisión de andar por casa. Porque de refrescante festival veraniego nada, al final se ha optado por un Benidorm Fest con colaboradores de Telecinco que, a la mínima, hacen una caza de brujas contra el más vulnerable de los artistas invitados. Como ha sido con Raúl, acusándole de no querer bajar el tono de voz en la canción que compartía con Alonso Caparrós. Engrasados para polemizar hasta en un show musical.

Riñas aparte, si haces una imitación de Eurovisión o el Benidorm Fest no puedes olvidar que la música en televisión destaca si creas una puesta en escena que atraiga la apasionada curiosidad del espectador. Hubiera sido divertido ver a los personajes de Sálvame teniendo que interpretar en escena una historia de verdad. Con su coreografía, con su giro de guion, con su juego de miradas a cámara. Es lo que hace competitivo a Tu cara me suena. No sólo ejecutar un karaoke de bar con los cantantes originales de cada canción. Sin embargo, para hacer una actuación visual hay que contar con una dirección artística con las ideas claras y dedicar horas y horas de ensayo. Y aquí ensayo poco.  De ahí la realización tambaleante. Con fallos también en el grafismo del televoto. La suma de votos de Rocío Carrasco: 4+11=25. Aunque eso es lo de menos, la anécdota.

Errata en las votaciones del Salvame Mediafest
Errata en las votaciones del Salvame Mediafest
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Sálvame Mediafest no es lo que se vendió porque anunciaron un festival al aire libre antes de tener los permisos para realizar el espectáculo en el aparcamiento de los estudios. ¿Metáfora del modus operandi del canal? Al final, ha sido gente cantando "regular" sin nada que hiciera televisivamente memorable su show. Sin sorpresa. Sin ir más allá. Hasta las coreografías de los bailarines no hablaban el lenguaje de su tiempo para seducir al público. Eran mero relleno. Y encima cuando se canta mal y molesta a los oídos: el público más transversal y generalista termina espantado. Por suerte, no había gran competencia anoche en el resto de cadenas. Pero como espectadores no podemos conformarnos cada vez con menos. Este formato no ha estado al nivel de la creatividad de Sálvame.

La solución a esta falta de espectáculo pasa por jugar la baza del humor, que tan bien domina Sálvame y con la que se puede dar la vuelta a una sucesión de canciones, que es lo que ha sido el primer Mediafest. Pero este miércoles ni los chistes de Jorge Javier Vázquez han funcionado como en Supervivientes o en la tarde. En este sentido, Samantha Hudson, jurada estrella del programa, ha dado la sensación de que estaba más pendiente de soltar su frase lista para juzgar cada actuación que dejarse llevar jugando con el presentador y su ironía. Por momentos, no pillaba las bromas. Por el ruido en plató o por lo que fuera. Lo que recuerda que Telecinco en directo no es un vídeo de Youtube, Instagram o Twitter, hay que saber escuchar alrededor más que escucharse a uno mismo. Y eso no es fácil en un gran plató que representa el trabajo en equipo de compartir facetas con multitud de protagonistas y público efervescente.

En el Sálvame Mediafest han faltado risas, ha faltado surrealismo, ha faltado el prometido ambiente de participativo festival de música veraniego que era lo que distinguía este programa de otros. Sin rastro de la modernidad de los festivales fusionada con la gracia de los sainetes de Sálvame. Se han quedado más en un gala de imitadores de José Luis Moreno.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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