Las obras de la Superilla Barcelona empezarán en agosto: desde entonces los coches ya tendrán que adaptarse a sus normas

Desde este jueves, está en marcha una campaña para informar a los vecinos de las afectaciones que tendrán los trabajos para construir la Superilla Barcelona, el proyecto bandera del gobierno municipal de Ada Colau para hacer de la capital catalana una ciudad con menos tráfico, más peatonal y con más vegetación. Las obras empezarán la primera quincena de agosto, y desde entonces, los vehículos privados a motor ya tendrán que adaptarse a las normas del nuevo espacio, donde serán meros invitados. Lo ha hecho saber la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, que ha indicado que antes, a mediados de julio, se iniciarán los trabajos previos de reubicación de servicios.

Las obras que comenzarán en agosto, con una duración de unos ocho meses y medio, serán para hacer realidad las cuatro primeras calles de la Superilla Barcelona: Consell de Cent, Rocafort, Girona y Comte Borrell. Durante las actuaciones, ha dicho Sanz, en todo momento se dejará libre para la circulación un carril de tráfico y una acera para los peatones. Sin embargo, los coches tendrán que girar obligatoriamente en cada esquina de las calles de la 'superilla', sin poder entrar en el tramo siguiente. Es decir, el acceso a cada eje desde otro transversal, implicará la salida por la siguiente vía transversal. Estas normas de circulación seguirán en vigor una vez las obras terminen, y se sumará una más: habrá que respetar un límite máximo de velocidad de 10 kilómetros por hora.

La teniente de alcaldía ha subrayado la importancia de la Superilla Barcelona para convertir las calles en "ejes verdes, del siglo XXI", y ha dicho que supondrá situar "la lucha contra la emergencia climática en el centro del urbanismo y de la movilidad".

Otros cambios durante las obras

Este julio, se recolocarán las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida y motos, y también las estaciones del Bicing. Además, se incorporarán nuevas zonas de carga y descarga en las vías transversales. Estas intervenciones, según el Consistorio, se realizarán sin provocar grandes afectaciones viarias.

En agosto, trabajarán simultáneamente 10 equipos en las obras de las cuatro calles, que costarán 52,7 millones de euros y estarán financiadas en parte con los fondos europeos Next Generation. Siempre quedará garantizado el paso para los vecinos, servicios y bicicletas, así como para vehículos de emergencia. Además, se podrá acceder a los vados y aparcamientos en todo momento, y no habrá ninguna afectación al transporte público.

También en agosto, en las calles Consell de Cent y Girona quedará eliminado el carril bici, para avanzar en el modelo de movilidad final de las dos vías, por donde podrán circular bicicletas por toda su superficie, siempre que respeten la prioridad de los peatones. Estos vehículos, sin embargo, durante las obras podrán usar la parte central de ambos ejes. En caso de que se prefieran carriles bici, los alternativos serán los de València y Gran Via para sustituir al de Consell de Cent, y los de Roger de Llúria y Pau Claris para reemplazar al de Girona.

Durante los trabajos, las zonas de carga y descarga estarán en las calles transversales, donde habrá más de 50 plazas nuevas. Si las obras lo permiten en alguna de sus fases, también se habilitarán en los propios ejes de la 'superilla'. Asimismo, se pintarán 270 nuevas plazas de motos, repartidas en nueve calles transversales.

La campaña informativa

El despliegue comunicativo se iniciará la tarde de este jueves con una sesión informativa abierta al vecindario y a los comercios. A partir del 4 de julio y durante 10 días, y de nuevo en septiembre, habrá informadores que recorrerán los comercios de los ámbitos afectados y les proporcionarán el acceso a un canal de Telegram sobre las obras. 

También este mes, se harán más sesiones específicas dirigidas a las asociaciones de comerciantes y se enviarán cartas al vecindario.

A partir de finales de agosto, vecinos y responsables de negocios a pie de calle dispondrán de un referente con quien podrán comunicarse, a través del teléfono, el correo electrónico o una cita presencial en la sede del distrito del Eixample.

En septiembre, se colocarán avisos de escalera y vallas publicitarias y se enviarán boletines electrónicos. También volverá a haber sesiones informativas con los vecinos y los comercios, para darles datos más en detalle.

Así serán las cuatro primeras calles de la superilla 

Tras las obras -que según las previsiones iniciales del Ayuntamiento debían empezar en junio-, Consell de Cent, Rocafort, Girona y Comte Borrell contarán con 31 plazoletas en los cruces con otras vías y su superficie verde pasará del 1% al 12%, para lo que se plantarán 438 árboles. Se calcula una ganancia 58.000 m² de espacio público recuperados al asfalto.

Las cuatro calles no se transformarán en su totalidad, sino en determinados tramos. Las obras de Consell de Cent se realizarán entre Vilamarí y el paseo Sant Joan; las de Girona, entre la Gran Via y la Diagonal; las de Rocafort, de la Gran Via a la avenida de Roma; y las de Borrell, también de la Gran Via a Roma.

Después de los trabajos, desaparecerán de estos cuatro ejes los controvertidos elementos provisionales que el Consistorio instaló en ellos para empezar a dar más espacio al viandante ya antes de que comenzaran. Será, pues, el adiós en estas vías al denominado urbanismo táctico, es decir, a los bloques de cemento para sentarse, las bolas de hormigón para que los niños jueguen o la pintura amarilla sobre el asfalto.

Las 31 plazoletas previstas en los cruces tendrán 1.450 m² y los 438 árboles que se plantarán, en la parte central de las calles para que puedan crecer más y ser más frondosos, servirán para pasar de los 1.074 actuales a los 1.512. Serán de 54 especies diferentes y se excluirá el plátano para evitar alergias. También está previsto plantar 7.930 m² de especies arbustivas y vivaces.

Las calles tendrán plataforma única y su pavimento consistirá en 'panots' y granito, con lo que se eliminará por completo el asfalto. Además, con el objetivo de que sean 100% accesibles, contarán con elementos como encaminadores o indicadores acústicos en los pasos de cebra. El terreno será permeable para que pueda infiltrar el 30% del agua de la lluvia.

Asimismo, se instalarán 1.000 elementos más de mobiliario urbano, como bancos, fuentes o mesas, y se pasará de una iluminación pensada sobre todo para la circulación de los vehículos a una a la medida del peatón, para lo que se instalarán farolas más bajas.

Además de las 31 plazoletas, se construirán cuatro plazas de unos 2.000 metros cuadrados en los cruces de Consell de Cent con Girona, Comte Borrell, Enric Granados y Rocafort.

Una vez la Superilla Barcelona esté terminada, lo que está previsto en 2030, se compondrá de 21 calles (33 kilómetros) y 21 plazas y generará 6,6 hectáreas de verde urbano y 33,4 de espacio peatonal, principalmente en el Eixample. En este distrito, por donde en la actualidad pasan diariamente 350.000 vehículos, viven una 250.000 personas.