El informático Isaías H. recae en su adicción a las drogas. Era el año 2017, el año del 1-O y del 155. El año que vivimos peligrosamente.
Un tipo le suministra desde Holanda billetes de euros falsos. Los recibe en un apartado postal de Castellbell i el Vilar. Pero un día alguien se equivoca y una mujer recibe una notificación de Correos para que vaya a recoger un paquete. Al ver lo que había dentro, 1.000 euros en billetes de 50, la mujer lo lleva a los Mossos. Y la policía empieza a investigar hasta que llega a Isaías H., y consigue que un Juzgado de Manresa les autorice a pinchar su teléfono.
En una charla con un amigo, grabada ya por los Mossos, el informático habla de sus trapicheos con pastillas MDMA y de sus contactos: “Yo con la Borràs, con la jefa, facturo unos trapis por allí”.
Los Mossos comunican al juez lo que en derecho penal se conoce como hallazgo casual y continúan investigando.
Isaías H., que a finales de 2019 fue condenado a 5 años de cárcel por tráfico de drogas y falsificación de moneda, no se pavoneaba con su amigo telefónico, era cierto: facturaba a la Institució de les Lletres Catalanes.
Curioso, según el manual de Borràs, que por lo que se ve no es Reglamento de la cámara catalana, que el Parlament sería más digno con su presidenta juzgada por corrupción. ¡Bravo!"
¿Quién era su directora? Laura Borràs, la última candidata de Junts a la presidencia de la Generalitat y la presidenta del Parlament de Catalunya. Ahora, muchos meses después, el TSJC ha dejado a Borràs a un paso de ser juzgada por prevaricación, fraude, falsedad en documento mercantil y malversación.
El articulo 25.4 del Parlament lo deja claro. Si es juzgada, debe dimitir. Borràs dice lo que dice siempre: que se la persigue por independentista y se equipara con los que han recibido palos. Y que no lo hará voluntariamente por salvaguardar la dignidad del Parlament.
Curioso, según el manual de Borràs, que por lo que se ve no es Reglamento de la cámara catalana, que el Parlament sería más digno con su presidenta juzgada por corrupción. ¡Bravo!
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