Madrid

Llega a España el tesoro oculto en Suiza del caso Púnica: cuadros de Tápies y Saura, plumas estilográficas, esculturas...

Imagen de archivo de Marjaliza llegando a la Audiencia Nacional.
EFE/Mariscal

Casi ocho años después del estallido de la Operación Púnica llegan a España las obras artísticas que el empresario, y uno de los principales imputados del caso, David Marjaliza había ocultado en Suiza. Cuadros de Tápies, Antonio Saura o Thomas Ruff forman parte del tesoro repatriado.

El puerto franco de Ginebra protagonizó los dos últimos días de junio el momento en el que miembros de la Fiscalía Anticorrupción española, sus homólogos suizos y el letrado de la Administración de Justicia llevaban a cabo un inventario con todas las obras de arte que debían regresar a España. 

Un total de 185 plumas estilográficas exclusivas con incrustaciones de piedras semipreciosas, junto con una treintena de cuadros, cuatro esculturas y cinco fotografías valoradas en más de cinco millones de euros componen la colección, la cual será custodiada en Madrid hasta que se decida su destino final. 

El Museo Reina Sofía albergará 18 de estas obras de arte, cuando finalicen las obras de ampliación que permitan acogerlas entre sus fondos. Hasta entonces, permanecerán en unos almacenes de la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos.

Arte para el lavado de dinero

La operación de retorno de los valiosos objetos ha sido posible tras varios años en los que Anticorrupción, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA) han trabajado y se han coordinado para conseguir traer el tesoro artístico a España.

Según los informes de la Guardia Civil, Marjaliza, que actuaba como socio del exconsejero madrileño Francisco Granados en sus negocios irregulares, procuraba utilizar los bienes para blanquear las ganancias supuestamente obtenidas, en su mayor parte, con el tráfico de influencias en los negocios inmobiliarios de la localidad de Valdemoro.

El propio empresario, quien lleva años colaborando con la Justicia, consintió expresamente ante la Fiscalía suiza que repatriasen toda colección a la Administración española. De esta manera, pretende cumplir los embargos cautelares para el pago de las futuras responsabilidades que puedan imponerse contra él en sentencia.

Un año después de su detención en 2014, Marjaliza mostró su arrepentimiento por su implicación y optó por ayudar en la investigación sobre el caso Púnica, en el que entre sus investigados cuenta con los expresidentes Esperanza Aguirre e Ignacio González.

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