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Lambán considera inaceptable y "un cruel sarcasmo" que el Gobierno haya pactado con Bildu ampliar la ley de memoria hasta 1983

Lamban.
HERALDO

La nueva ley de Memoria Democrática sigue granjeando críticas entre primeras espadas socialistas. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha afeado este viernes el pacto de su partido con Bildu para crear una "comisión técnica" que estudie las vulneraciones de Derechos Humanos a aquellos que lucharon "por la consolidación de la democracia" hasta el 31 de diciembre de 1983. Lambán se suma así al expresidente Felipe González y al que fuera su mano derecha, Alfonso Guerra, que ya han mostrado su oposición al acuerdo firmado con la formación abertzale.

Según el presidente aragonés, la Constitución, la ley de Amnistía de 1977 y la Transición son la "clave de bóveda" de los españoles y son momentos que "hay que cuidar y mimar". "Todos aquellos que quieran deslegitimar esa transición e imponer relatos espurios me tendrán enfrente", ha señalado en declaraciones a periodistas en respuesta a Mertxe Aizpurúa, portavoz de EH Bildu, quien señaló esta semana que iban a poner "en jaque el relato de una Transición ejemplar".

Y es que si la nueva ley encara ya la recta final para su aprobación definitiva es gracias a los acuerdos alcanzados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez con Bildu. Fue el pasado lunes cuando la Comisión Constitucional del Congreso dio luz verde al texto, que se debatirá la semana que viene en sesión plenaria donde, previsiblemente, recibirá el apoyo definitivo para ser enviada al Senado. Si se cumplen los plazos previstos, finalizará su tramitación en septiembre y entrará en vigor

Entre los pactos firmados con Bildu se encuentra una enmienda para poner en marcha una comisión que investigue violaciones contra los Derechos Humanos cometidas entre 1978, fecha en la que se aprobó la Constitución, y 1983, ya transcurrido el primer año de Felipe González como presidente y habiéndose cometido los primeros atentados de los GAL.

Lambán, que ha recordado que la memoria democrática le ha "preocupado y ocupado" desde hace 45 años, ha asegurado que en esos cinco años desde 1978 hasta 1983 "la democracia brilló con una especial intensidad". Es por eso por lo que ha añadido que si "cualquier grupo" hubiera planteado esa idea, sería "preocupante" porque "deslegitima la Transición", pero que lo haya hecho Bildu es "un cruel sarcasmo que no es aceptable". "Me tendrán enfrente", ha añadido.

Aragón aprobó su propia ley de memoria democrática en 2018. Entre sus puntos más destacados se encuentra la prohibición de acceder a subvenciones a los ayuntamientos que mantengan símbolos franquistas y el establecimiento de un régimen sancionador que castiga con entre 200 y 150.000 euros diferentes hechos, como la destrucción de documentos de memoria. 

"Es muy difícil de entender"

González y Guerra, cuyo primer año de gobierno entra dentro de la enmienda pactada con Bildu, también han criticado el texto. "No me suena bien", señaló el expresidente. Por su parte, Guerra se preguntó "dónde acababa el Franquismo". "Hay quien piensa que acabó en 1983, y es uno de los que jaleaban a los asesinos en el País Vasco. Es muy difícil de entender", añadió. 

No fueron los únicos. "¿Cabe un escarnio mayor?", se preguntó a través de un tuit Elena Valenciano, ex vicesecretaria general de los socialistas bajo el mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba, por las "lecciones de ejemplaridad democrática" de la portavoz de EH Bildu. "Intentaron reventar la democracia en su momento, esa es la única verdad", aseguró.

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