Después de un 'buen verano', una recesión amenaza a la vuelta de la esquina con la duda de cuánto afectará a España

Una persona disfrazada de una moneda de un euro recorre las calles de Frankfurt en una imagen de archivo.
Una persona disfrazada de una moneda de un euro recorre las calles de Frankfurt en una imagen de archivo.
FRANK RUMPENHORST / DPA
Una persona disfrazada de una moneda de un euro recorre las calles de Frankfurt en una imagen de archivo.

Se avecina otra tanda de curvas en el panorama económico. Una más, transcurridos ya dos años de pandemia con una Europa que todavía no se ha recuperado de las heridas infligidas por el coronavirus. Los malos augurios se suceden. El lunes, Alemania registró su primer déficit comercial en 30 años por los disparados precios del gas, que están asfixiando a la industria de la locomotora de Europa. El miércoles, el euro caía a su nivel más bajo frente al dólar en 20 años, asomándose a la paridad con la divisa estadounidense. Una señal de que los mercados ven cada vez más probable una recesión en el Viejo Continente.

Sin embargo, las nubes negras se ven aún a cierta distancia, al menos en España. Los datos auguran que el verano será bueno. El empleo está disparado, impulsado por el fin de las restricciones y la vuelta de los turistas extranjeros que están gastando más que nunca, en parte por la elevada inflación, que ya supera los dos dígitos. En lo que llevamos de año, se han creado más de medio millón de puestos de trabajo y se estima que la economía crecerá un 0,4% este segundo trimestre, el doble que en el primero.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, resumía esta semana el estado de ánimo en algunos sectores. "Dicen que vamos a entrar en una situación de crisis, que hay recesión, que después del verano vamos a saber lo que pasa... Quieren hasta que no pasemos bien el verano ¡Vamos a disfrutar del verano! ¡Porque es nuestro! ¡Que nos lo hemos ganado!", apuntó. Lo que venga después es una incógnita.

Con todo, y aun en un clima de pesimismo bastante generalizado con lo que pueda llegar más allá de septiembre, la realidad podría estar en un punto más bien intermedio. "Ni lo bueno es tan espectacular de cara al segundo trimestre, ni tampoco estamos necesariamente al borde del colapso", resume Antonio Fonfría, profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

"Lo que ocurrirá en la segunda parte del año es difícil de predecir", añade este analista, que ve poco probable que haya una recesión en España, al menos este año. "Todos los organismos prevén que nos movamos en el 4% [de crecimiento]. Lo que se está retrasando es recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia", agrega. 

La propia forma en la que se calcula el PIB da pábulo a esta hipótesis. De hecho, podría darse la paradoja de que la economía Española crezca por encima del 3% y aun así entre en recesión técnica (dos trimestres seguidos de crecimiento negativo) a final de año. La razón es que, aunque parezca poco intuitivo, la mayor parte del crecimiento previsto para este año ya se logró a finales del año pasado.

Pero el año que viene será más difícil evitarla. "Sí que parece previsible, dentro de la incertidumbre, que en 2023 podamos entrar en algún tipo de recesión", explica Fonfría. Eso sí, matiza que "no estamos hablando de momento de una situación similar a la gran recesión de 2008". Entonces se desató una profunda crisis financiera en una economía mundial que arrastraba un fuerte nivel de sobreendeudamiento y de crédito. En todo caso, "todo es siempre susceptible de empeorar", zanja.

Calviño la negó cuatro veces

Por el momento, desde el Gobierno descartan este escenario. Aunque el panorama que dibuja ahora la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, es de que vienen "trimestres duros" en los que la inflación permanecerá alta durante más de lo que se esperaba, un retroceso del PIB no está en sus planes. La propia Calviño negó hasta cuatro veces esta semana que se vaya a producir una recesión. También rechaza esta posibilidad la presidenta de la Airef, Cristina Herrero, y tampoco la ven probable desde el Banco de España.

Quien sí ha puesto esta hipótesis abiertamente sobre la mesa, al menos a nivel europeo, ha sido Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exministro de Economía en el Gobierno de Mariano Rajoy. "El contexto es muy, muy complicado y hay que sumar las incertidumbres de la guerra. En Alemania están mirando el suministro de gas que llega de Rusia, porque un corte puede llevar a una recesión en Alemania y arrastrar al resto de la zona euro", expresó de Guindos en una entrevista en la Cope esta semana.

Precisamente, una de las claves estará en cómo evolucionen los precios de las materias primas en los próximos meses, que son el gran disparador de la inflación. La evolución estará sujeta a cómo se desarrolle el conflicto en Ucrania y a los cortes en los flujos del gas procedente de Rusia. Un gas que desde hace meses llega a Europa en cantidades mucho más reducidas que antes de la guerra. 

En los últimos días, han llegado algunas señales esperanzadoras en este sentido. Por ejemplo, el precio del petróleo Brent ha bajado un 13% en comparación con el mes pasado, aunque todavía sigue claramente por encima del nivel alcanzado cuando empezó la guerra. Mientras que el trigo ha caído un 17,3% y ya está casi al mismo nivel que cuando empezó la guerra. Sin embargo, las sensaciones que llegan desde los mercados del gas son mucho más pesimistas. Los precios crecen de manera exponencial desde finales de junio y se acercan peligrosamente al pico alcanzado en las primeras semanas de la guerra.

Flujo de gas procedente de Rusia en los últimos meses.
Flujo de gas procedente de Rusia en los últimos meses.
BANCO DE ESPAÑA

El otro movimiento al que habrá que prestar especial atención es a los tipos de interés oficiales. Salvo sorpresa mayúscula de última hora, el BCE aplicará la primera subida de tipos en los últimos once años el próximo 21 de julio. Y en septiembre tiene pensado ejecutar un alza todavía mayor, que dependerá de las previsiones de inflación que maneje entonces el organismo. Una subida fuerte de los tipos en septiembre, cuyo efecto se notaría especialmente en 2023, podría frenar en seco la economía y llevarla hacia la recesión.

Jorge Millán
Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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