La inflación desbocada cambia la cesta de la compra: "Compro menos que antes y a veces me llevo comida que está a punto de caducar"

El aumento general de los precios derivado de la subida galopante de la inflación (que, según vaticinó el jueves Bruselas, será del 8,1% a finales de año en España, la más alta de las grandes economías de Europa) ha afectado a miles de productos básicos, poniendo a muchas familias en verdaderos apuros para llevarse una cesta de la compra completa a casa. 

Esta presión a los bolsillos de la ciudadanía fue confirmada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que este miércoles concretó con datos exactos que la subida de precios en el mes de junio fue de un 10,2%. Una cifra que incluso fue superada por productos básicos como la leche (con un aumento del 20,7%), los huevos (del 23,9%), la carne (14,1%), los productos de alimentación para bebés (16,7%)... obligando a muchos a hacer equilibrios financieros para poder mantener una dieta al menos parecida a la que llevaban hace apenas unos meses.

"Tienes que ajustarte, los precios han subido y ahora hay que buscar trucos para encontrar productos baratos. Por ejemplo, yo acudo a las ofertas de comida cuando le bajan el precio porque está cerca su fecha de caducidad", cuenta Marcos Pineda, un vecino de la zona de Atocha, Madrid. Otros, como Juan Carlos optan directamente por ajustarse el cinturón: "Yo lo que hago directamente es comprar menos", sentencia.

Otra de las categorías de productos que ha sufrido un fuerte incremento de su precio (19,3%) es la fruta fresca de temporada, concretamente en dos que se caracterizan por ser de las más refrescantes y económicas del verano: la sandía y el melón.

Desde mediados de junio, las etiquetas de estos productos en las fruterías han marcado cifras inverosímiles años atrás, una tendencia alcista (del 18,7% en la sandía y del 3,2% en el melón) que, pese a haberse suavizado esta semana con una ligera bajada de precios, ha cambiado las preferencias de muchos que no pueden asumir precios de hasta 2€/Kg por una pieza completa de estas frutas. 

Así, consumidores como Marixa buscan ahora las mejores ofertas para seguir disfrutando de su refrescante sabor: "A mí me gusta mucho la sandía y muchas veces tengo que recorrerme los comercios para ver donde está un poco más barato. Se nota mucho. El melón también está muy caro", cuenta a 20Minutos en un comercio de la calle de Santa María de la Cabeza, Madrid. 

Algo muy parecido comenta Elisa, quien confiesa ir "comparando precios" de varios comercios e incluso ofrece un consejo para aquellos a los que como ella le "encantan la sandía y el melón". Algunas pequeñas fruterías los tienen más baratos de lo que es habitual en las pequeñas superficies" analiza. 

Para muchos el precio es prohibitivo, pero ante la necesidad de 'olvidarse' de las mismas frutas de todo el año, optan por 'pecar' con precaución. Es el caso de clientes como Isabel que, sin privarse de ello, sí que ha recortado su consumo de sandía: "En vez de llevarte una entera te llevas media y aguantas, haces que dure más, no te la comes con tanta 'alegría' digamos", recalca.

Por otro lado, el aumento del precio de estos dos alimentos responde a la subida generalizada de precios, que también destaca la propia Isabel: "La fruta de invierno tampoco es que esté muy barata, pero una manzana que la comes todo el año no apetece tanto ahora mismo". Lo mismo le ocurre  a Miriam, que asegura que "la fruta está muy cara" y que ha "bajado un poquito" su consumo. 

Otros no han hecho como ella, y sí se han reprimido estas semanas antes de que los precios se aliviaran ligeramente, como Annie que a las puertas de un mercado de la zona de Delicias, en Madrid, ha reconocido que el melón y la sandía "valen oro", y que ha optado por "plátanos y manzanas" tras gastarse "ocho euros en una sandía pequeña" para su hija.

Al lado contrario de los mostradores en los que los carteles marcan el precio de la sandía en torno al 1,60 € y de 2,00 € para el melón, aquellos que regentan los puestos de fruta se desmarcan completamente de esta situación. Fruteros como José Luis apuntan al debate de los precios de estos dos frutos como un debate "falso", alegando que estos precios son habituales a principios de temporada. "En 10-15 días estará más barato porque habrá más producción y los precios se van ajustando", zanja. 

Con esta postura coincide alguien que compite directamente con José Luis, José, regente de un puesto de frutas muy cercano dentro del mismo mercado. "Las temporadas son así, empiezan altas y luego van bajando. Este año va un poco complicada la temporada, pero bajará más", se atreve a asegurar.  

Diferente es el punto de vista de Pana, dueño de un pequeño comercio en una calle de los alrededores del mercado. En sus estantes, estas frutas marcan valores algo más bajos. "Depende de la calidad, nosotros trabajamos una calidad media, de ahí nuestra diferencia", una estrategia que, dadas las circunstancias, le está generando resultado, "se venden bien", confirma. 

Los agricultores señalan a la "especulación"

También es diferente el punto de vista desde el primer eslabón de la cadena, el de los productores, que denuncian que la situación que se ha producido con estos dos productos parte de la "especulación de los comercios". Así lo indica Antonio Moreno, agricultor en Murcia y responsable de Frutas de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

"A la falta de producción (por circunstancias meteorológicas) se une la especulación, pues cuando el melón y la sandía estaban a casi 2 euros el kilo salían del campo a un precio de 0,55 € o 0,60 € ya listas para poner en la línea de los supermercados, especulación pura y dura", denuncia Moreno. 

Este aumento de precios sin repercusión en el sector primario es lo que han denunciado durante años los trabajadores del campo, que ya impulsaron la aprobada Ley de la Cadena Alimentaria. En esta, se establecen una serie de normas que, sin embargo, no se están cumpliendo.

La ley, poco efectiva sin mecanismos de control

Entre ellas, destaca la de la prohibición de las ventas a pérdidas: "Ahora que ha aumentado la oferta, los supermercados presionan más y se está vendiendo a 15 céntimos el kilo, muy por debajo del precio de coste", cuenta el representante de la UPA. "Este año deberíamos estar vendiendo la fruta al triple de los precios de otros años porque nos encontramos con un escenario europeo de caída de la producción de fruta del 30%", desgrana.

"La Ley de la Cadena Alimentaria está publicada, pero hay que activarla", comenta resignado Antonio Moreno mientras lo explica con un ejemplo sencillo. "Si en la carretera no hubiese Guardia Civil, todos correríamos a 180 por hora, pero como hay, pues la gente se lo piensa. Con esta ley lo que pasa es que las autoridades competentes (Ministerio de Agricultura y las comunidades) no han puesto en marcha los mecanismos de control", sentencia.