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Jean Paul Gaultier: “Mi visión es la de una mujer fuerte y poderosa que se expresa libremente a través de la ropa”

El diseñador de moda y director artístico de la muestra, Jean Paul Gaultier, en CaixaForum Barcelona.
David Campos

Jean Paul Gaultier es el 'enfant terrible' de la moda por méritos propios. Irreverente, pero amable. Un verso libre que ha revolucionado el sector exaltando la diferencia, celebrando la diversidad, rompiendo estereotipos (es uno de los impulsores de la moda sin género) y explorando otros cánones de belleza más marginales, y empoderando a la mujer a través de sus diseños, como el icónico corsé puntiagudo que lucía Madonna en la gira ‘Blonde Ambition’ en 1990. Una prenda que, por cierto, rescató en versión modernizada del armario lencero de su abuela, una gran fuente de inspiración.

El célebre diseñador francés ha aterrizado en Barcelona para presentar en CaixaForum Barcelona, una muestra que refleja otra de sus grandes pasiones que se encauza con el arte de la aguja. ‘Cine y moda. Por Jean Paul Gaultier’. Una exposición coorganizada por la Fundación La Caixa y La Cinémathèque française que propone un viaje ecléctico que entrelaza cine y moda con grandes creadores y artistas, desde la óptica personal del controvertido creador, como diseñador de vestuario y como cinéfilo.

'Backstage' del desfile de Jean Paul Gaultier de la colección Barbès de 'prêt-à-porter' de mujer otoño-invierno (1984).
WILLIAM KLEIN

Jean Paul Gaultier aún recuerda “una primera vez” que cambió el rumbo de su vida. Y tiene que ver con una película: ‘Falbalas’, melodrama de Jacques Becker (1945) protagonizado por un costurero y ambientado en el ajetreo de una casa de costura durante la posguerra. “Cuando ví la película mi cabeza hizo un clic y pensé que quería dedicarme a ello”, recuerda del visionado de la película a la edad de 13 años y cuyas imágenes transformaría en creaciones de moda. También ocupa un espacio central en la exposición un segundo largometraje: ‘¿Quién eres tú, Polly Maggoo?’ (1996) de William Klein. Una sátira de los delirios egocéntricos del mundo de la alta costura.

De Pedro Almodóvar me fascina su extrema precisión”

Pocos años después del estreno de la película de Klein en 1970, Pierre Cardin, conocido por sus creaciones futuristas, acogió en su casa al joven y autodidacta Gaultier, quien considera que esa fue su segunda escuela de moda. Cardin le enseñó a diseñar desde la libertad para acabar trasladando este concepto en su máxima expresión cuando empezó a crear sus propias colecciones reinterpretando el estilo francés para acercarlo al movimiento 'punk' que descubre en las calles de Londres.

Fotografía entre bastidores de la película '¿Quién eres tú, Polly Maggoo?' (1966).
William Klein/ Films Paris New York

Rompiendo los roles de género 

A pesar de la mitomanía y de las innumerables referencias cinematográficas que se extienden a lo largo de las salas, ‘Cine y moda. Por Jean Paul Gaultier’ va más allá del intercambio creativo entre ambas industrias, mostrando un enfoque sociológico. Por lo tanto, la muestra pone el acento en aspectos clave que marcan el estilo del diseñador como el empoderamiento femenino, y su reflejo en la moda y en la filmografía del siglo XX: “Mi visión es la de una mujer fuerte y poderosa que se expresa libremente a través de la ropa”, afirma contundentemente Gaultier. 

Cuando vi la película (Falbalas, 1945) mi cabeza hizo un clic y pensé que quería dedicarme a ello”

El diseñador también cuestiona las representaciones de los roles de género en la gran pantalla y a través del vestuario. Por ella, desfilan mujeres fatales ultrafeminizadas de Hollywood como Marilyn Monroe, con sus trajes ajustados de escotes vertiginosos, pero también la estrella francesa Brigitte Bardot, con un vestuario 'prêt-à-porter', y una actitud despreocupada. Frente a ellas, los gánsteres, los vaqueros y los superhéroes encarnan las virilidades clásicas. 

Destaca el papel de Marlon Brando en ‘Un tranvía llamado deseo’ que abandera una nueva virilidad: “La de un hombre que juega con su sensualidad y se hace más banal”, afirma. De hecho, entre los mantras de Gaultier, presentes en sus diseños, destacan la sexualización del cuerpo, la feminización de las siluetas masculinas y dar relevancia a las mujeres poderosas. “Esta visión nos lleva a un terreno de igualdad”, añade.

Pedro Almodóvar, Victoria Abril y Jean Paul Gaultier (de izquierda a derecha) en el plató de 'Kika' (1994).
NACHO PINEDO

Una mención a parte merece el cine de Pedro Almodóvar. Gaultier se declara “un gran admirador del director manchego por el retrato de mujeres fuertes y potentes que hay en su filmografía”. ‘Kika’, ‘La Mala Educación’ o ‘La Piel que Habito’ son fruto de la colaboración de ambos genios: “Me fascina también su extrema precisión”.

Sin entrar en más detalles, la exhibición se estrenó en París y está dedicada a la memoria de la cineasta Tonie Marshall. Tras su paso por Madrid, ha llegado a Barcelona reuniendo un conjunto heterogéneo de más de 100 piezas de indumentaria que se muestran cerca de 70 'looks', fragmentos de más de 90 películas y 125 representaciones gráficas. “Construimos un espacio donde la magia y la realidad confluyen al mismo tiempo y cuestionan la sociedad del momento”, añade Elisa Duran, directora general adjunta de la Fundación La Caixa.

La exposición acerca al público el intercambio creativo producido entre ambas industrias desde la experiencia del diseñador de moda francés.
David Campos

Un futuro incierto

¿Y qué hay del actual contexto de pandemia? Si la moda es un reflejo de la sociedad actual, Jean Paul Gaultier, desde su firma homónima, ahora bajo la dirección artística de Olivier Rousteing, augura un futuro lleno de interrogantes. “Las personas quieren volver al mundo de antes y recuperar todo lo que se han perdido en los últimos dos años”, explica Gaultier. 

El modisto francés Jean Paul Gaultier.
Capucine Henry

El diseñador francés confía en una recuperación del sector, que augura que será lenta, y reconoce cambios positivos como “la mayor consciencia ecológica”. A pesar de todo, nada es seguro. “Aún existe el caos y no sabemos cómo evolucionará”, concluye. Ante un porvenir que se aprecia borroso, es mejor aferrarse a las nítidas imágenes del cine, que muestran como bálsamo, el esplendor y la grandeza de otros tiempos pasados.

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