Navarra

Prisión provisional para el detenido por propinar un puñetazo a un policía en la procesión de San Fermín

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, durante el incidente de este jueves.
EFE/ Jesús Diges

La jueza ha decretado el ingreso en prisión provisional sin fianza para el detenido como presunto responsable de propinar un puñetazo en la cara a un policía municipal el pasado 7 de julio en Pamplona, al final de la procesión de San Fermín. La jueza imputa al investigado un presunto delito de desórdenes públicos, atentado a la autoridad, delito de odio y lesiones, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

Otros cuatro detenidos, investigados por delitos de odio, desórdenes públicos y atentado a agente de la autoridad, han quedado en libertad con la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado.

La jueza explica en el auto que "existen indicios suficientes" para atribuir al detenido como presunto autor del puñetazo "la comisión de los presuntos delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad, delito de odio y lesiones".

Según añade la juez, al llegar a la confluencia de las calles Curia y Calderería varios asistentes comenzaron a increpar a las personas de la comitiva con insultos y cánticos referidos tanto a los eclesiásticos como a la corporación municipal "creciendo esta agresividad hasta el punto de dirigirles empujones, agresiones, lanzamiento de bebidas y vasos y generándose un tumulto principalmente dirigido al alcalde pero que afectó a varios de los presentes generándose situaciones de verdadero riesgo hacia su integridad".

Según continúa señalando la juez, así resulta del atestado en que se reseñan los agentes lesionados como consecuencia del dispositivo de protección, en concreto, un agente que resulta con hematoma dorsolumbar derecho, hematoma centro external con erosión y dolor intenso en ambas rodillas. Como consecuencia de proteger al alcalde de la agresión que le dirigían varias personas y que se materializó en el lanzamiento de un vaso que impactó en el sombrero, el agente resultó lesionado al intentar repeler los empujones de que era objeto por parte de los actuantes para intentar llegar al alcalde.

El detenido ha negado haber protagonizado los hechos atribuidos afirmando que acudió a la procesión con sus padres, sus suegros y otros familiares para echar el vermut, reconociendo únicamente un golpe con intención de repeler un supuesto puñetazo que el agente dirigió a su madre, sin motivo alguno, "lo que carece de sustento alguno porque como hemos señalado los hechos están grabados y, ni se ve en las imágenes esas personas mayores que supuestamente le acompañaban, ni se ve esa supuesta agresión dirigida por el agente, muy al contrario, lo que se ve es su acometimiento directo a dicho agente", añade la jueza.

A la vista de los hechos imputados, "teniendo en cuenta la gravedad de los mismos y las penas que en su caso pudieran corresponder y con el fin de evitar tanto el riesgo de fuga como de reiteración delictiva a la vista del odio demostrado en el desarrollo de la acción y la sensación de impunidad que debía pensar que le amparaba, es procedente acordar su prisión provisional, comunicada y sin fianza", señala la jueza.

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