Melisa Tuya Redactora jefe de '20minutos'
OPINIÓN

El grave error de tardar años en buscar ayuda para los problemas de conducta de nuestros perros y gatos

Perros jugando.
Perros jugando.
M.T.
Perros jugando.

El 10% de las adopciones no cuajan. Uno de cada diez animales adoptados, son devueltos a las protectoras de las que salieron y los problemas de comportamiento son la principal causa de estas devoluciones, traumáticas con frecuencia tanto para los perros y gatos afectados como para las personas que los introdujeron en su vida.   

Cuando se miran los motivos por los que los animales son abandonados en primer término en el estudio de Fundación Affinity, el único serio que tenemos hasta que la Ley Nacional de Bienestar Animal vea la luz y comience a elaborar el que será el primero oficial en facilitar datos, los problemas de conducta también se encuentran en un lugar destacado. 

Ansiedad por separación, tirones de correa, reactividad, estereotipias, destrozos, eliminaciones dentro de casa, agresividad... Pueden tener distintos desencadenantes y abordajes, pero contar con ayuda profesional lo antes posible es imprescindible. Y tardamos demasiado

La educadora canina Sonia Losada lamentaba hace poco lo mucho que tardan los propietarios de perros en buscar su ayuda. Contaba que es habitual que lleven años con la problemática a cuestas, por lo que tratarla requiere mucho más tiempo y esfuerzo que en aquellos casos en los que los dueños acuden buscando ayuda al poco de manifestarse. He entrevistado a alguna que otra veterinaria etóloga que me ha manifestado lo mismo: personas que llegan con una situación enquistada pidiendo solución en tres sesiones. Milagritos a Lourdes, piensan los profesionales de la educación y la conducta animal. O a San Antón en este caso.     

No tenemos interiorizada la urgencia; nos cuesta invertir tiempo y dinero con nuestros animales; creemos que buscar soluciones en Internet y aplicarlas a nuestra manera tendría que valer. Mientras tanto, el animal sufre, nosotros también, la convivencia se resiente y nuestra vida puede convertirse en un infierno por el comportamiento del animal que amamos, que en el peor de los casos acabará abandonado. Conviene leer, para entenderlo, el artículo de Patricia Gosálvez en El País: Se llama Lucas, pero yo ya le llamo Diazepam: así me ha sobrepasado que mi perro tenga ansiedad por separación.

Es verdad que es una realidad que está cambiando, que cada vez más propietarios de animales son responsables y buscan pronto ayuda, informándose para acudir a expertos actualizados, alejados de teorías desfasadas como la de la dominancia y que trabajan en positivo. Más rápido debería producirse esta transformación. Y más deberíamos acudir a los educadores y etólogos antes de que se despunten estos problemas; antes incluso de tener perro o gato, para conocer las pautas que seguir cuando ese animal llegue a casa, para sembrar a tiempo y recoger convivencias felices y plácidas.

Melisa Tuya
Redactora jefe de '20minutos'

Soy periodista en '20minutos' y escritora. Coordinadora de 'Capaces' y 'Animaleros'. He ganado el premio Tiflos 2019 de la Once por el reportaje 'La otra vuelta al cole, la de los niños con discapacidad y enfermedades crónicas'; fui ganadora española y finalista europea en 2012 del Health Prize for Journalists de la Comisión Europea; Premio Blasillo al Ingenio en Internet en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca en 2008 y Premio Huella de Oro en dos ocasiones al Periodista más comprometido con la protección animal de la Asociación Nacional de Amigos de​ los Animales. Como escritora tengo tres libros publicados: la novela de ciencia ficción Galatea (Lapsus Calami, 2014); el ensayo Tener un hijo con autismo (Plataforma, 2017) y Mastín y la chica del galgo (2019) a beneficio íntegro de la Fundación Amigos del Perro.

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