Tom Brady ha asegurado varias veces que se retira del deporte profesional tras ser uno de los quaterbacks más laureados de todos los tiempos. Pero siempre acaba dando marcha atrás y continuando con su carrera. Sin embargo, parece que esa indecisión no es para él lo más complicado de ser padre: su clase social, sus privilegios y, en resumen, su dinero son "lo más difícil" de la paternidad.
A sus 44 años, y casado desde 2009 con la modelo brasileña Gisele Bündchen, el jugador de fútbol americano es padre de tres hijos: John Edward Thomas, nacido en 2007 y fruto de su primera relación con la actriz Bridget Moynahan, y Benjamin Rein y Vivian Lake, los cuales tuvo en 2009 y 2012, respectivamente, ya con su actual esposa.
De ello ha hablado precisamente en el podcast de Spotify Drive. En este le han preguntado por su faceta empresaria, dado que Brady, que ha invertido en coches, en gestión inmobiliaria, en proyectos solidarios o en una productora de cine, tiene según la revista Forbes unos ingresos cercanos a los 90 millones de dólares y una fortuna de alrededor de 250 (a la que hay que sumar la de 400 millones de dólares de Gisele).
"Tenemos gente que nos limpia todo. Tenemos quien nos hace la comida. Tenemos personal que nos lleva al aeropuerto cuando lo necesitamos. Nos bajamos de un avión y ya hay gente esperándonos allí para que no guardemos colas", comienza explicando Brady sobre su día a día. "Esa es la realidad que viven mis hijos".
"Por lo que la parte más difícil de ser padre es decirles: 'Chicos, esta no es la realidad', y que se pregunten: '¿Qué podemos hacer nosotros al respecto?'", ha continuado el quaterback, que aboga porque tanto él como su esposa se afanan en dar ejemplo para que vean en la burbuja de privilegio en la que viven sus hijos.
Para ello, nada mejor que recordarles a sus hijos sus orígenes. "Mi esposa creció en una zona rural de Brasil, el estado más al sur, Rio Grande do Sul, una especie de pueblo agrícola muy pequeño. Fue una niña con una vida muy sencilla. Había dos habitaciones en su casa: una para sus padres y otra para ella y sus cinco hermanas", ha rememorado.
Por su parte, él ha recordado que creció en una familia prototípica estadounidense: "Diría que crecí en una familia de clase media de California. Mi padre trabajaba duro para todos nosotros y mi madre se quedaba en casa y nos cuidaba a los niños, así que yo veía todos los día a mi madre desvivirse por prepararnos la comida por la noche y tener la ropa lavada".
Es con todo eso con lo que busca Brady que se queden sus hijos y no con lo que ven diariamente en su casa: que sepan lo que cuesta cada centavo.
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