La inestabilidad política en Italia vuelve a la fidelidad de su tradición. Los gobiernos se repiten en medio de un ambiente de crisis, pactos precarios y ambiciones desbordadas que invariablemente los vuelven efímeros. Desde el final de la guerra, que concluyó con la liberación norteamericana de la alianza entre Hitler y Mussolini, ya se ha perdido la cuenta de los gobiernos que se vienen alternando.

Hoy asistimos al último cambio, aunque todavía inevitable, esperemos. La dimisión de Mario Draghi, el expresidente del Banco Central europeo y uno de los dirigentes internacionales más prestigiosos del momento, ha vuelto a sumir al país en la incertidumbre. Draghi era la gran esperanza de que Italia lograse por fin la tranquilidad que su capacidad de alternancia política necesita.

Y durante los pocos meses que ejerció el cargo de primer ministro, con acierto y solidez según las opiniones más generalizadas, tuvo que gobernar en coalición con el Movimiento Cinco Estrellas (MC5), un partido sin solera y con la vocación de saltimbanqui de sus orígenes, muy poco fiable como de hecho acaba de demostrar: en una moción de censura contra su propio Gobierno de coalición con Draghi votó a favor por derrocarlo.

La crisis se abre en un momento muy delicado para Italia y su salida de una crisis que además afectará a toda Europa

Draghi presentó inmediatamente su dimisión al presidente, Sergio Matarella, que de entrada no la admitió, pero dejando en el aire una situación irregular que sólo podrá salvarse con un nuevo Gobierno que Draghi consiga formar con otros parecidos, algo siempre difícil y laborioso, o la convocatoria, una vez más de elecciones anticipadas, de resultados siempre inciertos y abiertos a arreglos temporales.

La crisis se abre en un momento muy delicado para Italia y su salida de una crisis que además afectará a toda Europa. Mario Draghi es un peso pesado en la Unión Europea. Italia es el tercer país más poderoso de la UE, miembro del grupo de los Siete Grandes, su influencia es vital en las negociaciones y soluciones de las medidas económicas que se manejan en Bruselas para salir de la crisis que ha sumado la pandemia y la guerra ruso ucraniana.   

Mario Draghi presenta su dimisión, pero Mattarella la rechaza para sortear una crisis política, por África Albalá