Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Cuando la televisión siempre quiere a los mismos

Carmen Lomana ha acudido a la presentación de Nieves Herrero del libro "El joyero de la reina", en Madrid.
Carmen Lomana
GTRES
Carmen Lomana ha acudido a la presentación de Nieves Herrero del libro "El joyero de la reina", en Madrid.

La televisión teme que, usted, no reconozca a la persona que está viendo en pantalla. Así las cadenas entran en una espiral: siempre suelen repetir los mismos reclamos de personajes. Una y otra vez. A veces, incluso, da la sensación que sólo hay una persona representativa de cada perfil. Uno de los mejores ejemplos es Carmen Lomana, como señora rica oficial.

Pocos han amortizado tanto una aparición en un intrascendente reportaje sobre las preocupaciones de los millonarios del lugar. Porque, aunque ya no se recuerda, Lomana debe su popularidad mediática a un paseo que se dio con el programa Comando Actualidad de TVE. Su forma de hablar de la crisis económica, cuando todavía se llamaba desaceleración económica, convirtió a Lomana en la protagonista de uno de los primeros grandes vídeos virales de la red, que definía las claves que estaban por venir para triunfar a golpe de retuiteo: crear risa e indignación a la vez. 

En este mismo momento, había nacido la señora millonaria oficial de la pequeña pantalla. Tiene opinión de todo, conoce a todos. Y, desde entonces, ha participado en programas de todos los tamaños, formatos y colores.  De 'Más que baile' a 'Sálvame', pasando por 'Espejo Público', 'La Hora de La 1' o 'Ya es mediodía'. Da igual que un día estuviera en la misma franja en la mañana de TVE y, en la jornada siguiente, en la matiné de Antena 3 o Telecinco.  Con su carisma, ha logrado el estatus de un personaje que está por encima del canal. Pero, ¿qué gana la cadena? En principio, que es un reclamo que ya trae la popularidad de casa. Pero, en realidad, así el espectador no identifica a colaboradores o expertos con un programa o canal, pues son intercambiables, los ve aquí  y al rato allá. Son habituales en casi todas las frecuencias casi a diario y, como consecuencia, los programas ya no se diferencian entre sí. No crean universos propios con rostros exclusivos y particulares como antaño. Ahora se juega sobre seguro. O lo que creen que es seguro porque ya saben que este tipo de personaje pintoresco no crea indiferencia. 

Lomana ha creado marca personal y un nicho de mercado televisivo. Parecido sucede con Mario Vaquerizo, y otros tantos. Muy bien por ellos. Están por encima de los programas a los que acuden. Pero también define la poca creatividad de la tele de hoy, que repite y repite sus propios perfiles preconcebidos. Sin embargo, para destacar en la pantalla no sólo basta con saber quién eres también es importante qué descubres cada día a la audiencia. La televisión que crece es la que remueve sus propios estereotipos y no se queda enquistada en la primera idea. Porque la tele no sólo va de reconocer, mejor si estimula a una audiencia que siente que no puede pronosticar lo que sucederá. 

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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