La ola de calor que desde el día 10 de julio se extiende por todo el país, salvo Canarias, debida a una masa de aire del Sáhara, ha podido causar en España unas 510 muertes hasta el 16 de julio, fecha de la última estadística del MoMo, la herramienta que calcula en base a estimaciones el exceso de mortalidad del Instituto de Salud Carlos III. ¿Qué mide exactamente MoMo? ¿Cómo funciona esta herramienta que popularizó la Covid-19?
Fuentes del Instituto Carlos III, organismo dependiente del Ministerio de Saniad, han explicado a 20minutos que MoMo no es un registro de defunciones oficial, sino una herramienta científica que, en base a estimaciones, calcula el exceso de defunciones que se puede atribuir a las altas temperaturas en España en un día concreto.
El sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) fue desarrollado en 2004, en el marco del Plan de acciones preventivas contra los efectos de las temperaturas excesivas, coordinado por el Ministerio de Sanidad, para reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura.
El objetivo de MoMo es identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad. Posteriormente se amplió su utilización a otras situaciones durante todo el año para estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública. De hecho ha sido la herramienta que primero detectaba el exceso de muertes por Covid-19.
En el Panel MoMo se actualizan diariamente las estimaciones de excesos de mortalidad por todas las casusas y atribuibles a un exceso o defecto de la temperatura, por ámbito poblacional (nacional, de CC AA y provincial), sexo y edad (todas las edades: 0-14, 15-44, 45-64, 65-74, 75-84 y >85 años).
Como explican en el Instituto Carlos III, la herramienta utiliza series históricas y cuando se observa un pico, lo que se hace es analizarlo y con posterioridad consolidar los datos.
¿Qué bases de datos utiliza?
El modelo de predicción usa los datos consolidados del Instituto Nacional de Estadística, hasta la fecha disponible, y del Ministerio de Justicia después, que proporciona defunciones diarias por todas las causas procedentes de los registros civiles informatizados de municipios que corresponden a un 93% de a población española. Las temperaturas, por su parte, son de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo. La población es del INE. El modelo para la predicción es GAM (Generalized additive model), cuya variable dependiente son las defunciones diarias.
Los investigadores ajustan el modelo con las variables independientes de tiempo y temperatura, obteniendo así la estimación de defunciones esperadas con el efecto del tiempo y de la temperatura. Explican en su web que existen unos umbrales de disparo de la mortalidad por exceso de temperatura asignados a cada provincia. Sería una temperatura máxima crítica a partir de la cual se observa incremento de mortalidad.
Las tablas se corrigen a posteriori con la cifra real de defunciones notificadas. Esta corrección da como resultado las defunciones observadas, que son las que se utilizarán en todos los análisis y cálculos. Una cifra que, advierten en el Instituto Carlos III, pueden no coincidir con la cifra exacta de los excesos de defunciones en toda la población.
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