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El temido 'efecto antorchamiento': por qué algunos incendios actuales "quedan fuera de la capacidad de extinción"

Un bombero observa impotente el avance del fuego y las llamas gigantescas en el incendio forestal de las Hurdes (Cáceres).
EP

Los incendios forestales han quemado cerca de 100.000 hectáreas en lo lleva el verano de 2022, que ya es considerado el peor en los último diez años debido a sus altas temperaturas y consecuencias ambientales. 

Este dato resulta alarmante si se compara con el de todo 2021, cuando se calcinaron 87.000 hectáreas.

Fuentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han explicado que la ausencia de precipitaciones y la primera ola de calor, inusualmente temprana al presentarse a mediados de junio, provocaron la sequía del combustible, lo que ocasiona que las llamas se propague más rápido. 

"Al estar el combustible tan seco, y con ello los árboles, las llamas cogen mucha altura y se produce lo que denominamos antorchamiento. Esos fuegos quedan fuera de la capacidad de extinción", han advertido desde la UME. 

Además, también han afirmado que los fuegos son más virulentos teniendo en cuenta que en las noches continúan las temperaturas altas, lo que complica la disminución de las llamas. Por lo tanto, "la más mínima racha de viento puede hacer que los rescoldos se reaviven". "Tenemos que vigilar los perímetros con más intensidad para que no salten nuevamente", agregan las mismas fuentes.

Estas situaciones dificultan la extinción de los incendios forestales incluso desde medios aéreos, por lo cual los efectivos deben trabajar de forma indirecta con el fin de evitar que la conflagración se extienda eliminando la vegetación que haya en su trayectoria.

Continúa la intensidad de los incendios en varias CCAA

Este lunes siguen preocupando los incendios forestales en Castilla y León, Cataluña, Galicia y Extremadura, aunque la situación en esta última comunidad autónoma ha mejorado en las últimas horas.  

Sin embargo, el incendio en Losacio ha dejado dos víctimas mortales. Se trata de un brigadista de 62 años que trabajaba en la extinción del incendio, que falleció al quedar atrapado entre las llamas, según confirmaron fuentes del Instituto Armado.

La segunda víctima fue encontrada en una zona de monte de Escober de Tábara, donde el fallecido tenía una ganadería de ovino. De acuerdo con EFE, el ganadero, de 70 años, salió a pastorear como hacía habitualmente con su rebaño el domingo por la tarde, jornada en la que se declaró el incendio.

La situación de este fuego ha sido tan crítica que ha obligado la evacuación de 14 municipios y a cortar la línea ferroviaria del AVE Madrid-Galicia entre Zamora y Otero de Bodas por el avance de las llamas cercano a las vías, lo que ha afectado, de momento, a cuatro trenes.

Entre tanto, se han controlado los incendios de Castellar de la Ribera, en Lérida; en la comarca cacereña de Las Hurdes y en el término municipal de Casas de Miravete.

Sin embargo, el panorama de los incendios forestales continúa crítico en Galicia, donde se concentran 16 fuegos y en Asturias, donde se contabilizan ocho emergencias. 

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