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La dimisión de Lastra se adelanta a los cambios de Sánchez en el PSOE para preparar el ciclo electoral de 2023

De izquierda a derecha, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán y la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, este sábado en Valencia.
Europa Press

Era un secreto a voces que iba a haber cambios en la dirección del PSOE, partido que lleva meses sumando derrotas en cada cita electoral autonómica. Nadie contaba, sin embargo, con que la primera en caer fuera la vicesecretaria general, Adriana Lastra. La número dos de los socialistas y mano derecha del presidente y secretario general, Pedro Sánchez, dio a conocer ayer su decisión de dimitir de la dirección de la formación -no renunciará al escaño-, abriendo el paso a una serie de movimientos que el jefe del Ejecutivo prevé hacer para rearmarse de cara al ciclo electoral de 2023, que comenzará con los comicios autonómicos y municipales de mayo y finalizará en diciembre con las elecciones generales.

La noticia saltó a primera hora de la mañana. La daba a conocer el PSOE mediante un comunicado en el que Lastra aducía su decisión a "motivos personales". Tras señalar que ser vicesecretaria general "es una de las responsabilidades más hermosas y también una tarea muy exigente en tiempo, esfuerzo y desvelos", explicaba que se habían producido "cambios importantes" en su vida personal que le exigían "tranquilidad y reposo" y que le obligaban a tomar "una baja laboral" que se prolongaría "un tiempo". Después, su amigo y paisano Adrián Barbón, presidente de Asturias, puntualizaba que se debía a su avanzado embarazo.

Esto provocó una lluvia de críticas de dirigentes del Partido Popular y de Vox, que cuestionaron la excusa dada para justificar su marcha. "Le deseo a Adriana Lastra que todo vaya muy bien. Pero siempre debe existir la posibilidad de no renunciar, de no dimitir, sea la que sea la responsabilidad del puesto que se ocupe. Este no es el camino de la igualdad, es la baja con reincorporación en sus funciones", señaló Cuca Gamarra, secretaria general del PP. "Una mujer no debería verse obligada a dimitir por un embarazo", señaló, por su parte, Macarena Olona, ahora portavoz de Vox en Andalucía.

Por contra, todo el partido se volcó en redes sociales para mostrarle su apoyo a Lastra, en lo que intentaron que fuera un cierre de filas con la ya exvicesecretaria y sirviera para alejar la versión de que detrás de su marcha también había motivos políticos. Con todo, cierto es que en los últimos meses Lastra había perdido peso en Ferraz. Tras ser clave en la decisión de Sánchez de volverse a presentar a las primarias socialistas posteriores al fatídico Comité Federal del 1 de octubre de 2016, fue nombrada portavoz del Grupo Socialista en el Congreso al triunfar la moción de censura que el presidente le ganó a Mariano Rajoy en junio de 2018. Alguna de las voces cercanas a la exdirigente aseguran, incluso, que le propusieron ser ministra, algo que nunca se llegó a materializar.

Su periplo como portavoz parlamentaria duró más de tres años, hasta que Sánchez, tras remodelar su gabinete en julio de 2021, decidió en septiembre cambiar a Lastra por Héctor Gómez, cuyo puesto precisamente está en duda menos de doce meses después de llegar al cargo. Pese a su pérdida de perfil público, Sánchez le dio a Lastra los mandos para que pilotase a la formación hasta su 40º Congreso, en el que se oficializó que la ahora dimitida sería la número dos de la formación y estaría acompañada de Santos Cerdán, nombrado secretario de Organización, con quien ha mantenido ciertos conflictos que no han gustado al presidente.

Esas peleas internas habrían dificultado la campaña de las elecciones de Andalucía celebradas hace un mes, en las que el PP logró su primera mayoría absoluta en la región y el PSOE cosechó su peor resultado hasta la fecha. Esa noche, Lastra fue la que salió a dar explicaciones del fracaso, que justificó diciendo que Andalucía, que ha tenido gobiernos socialistas durante 37 años, era un territorio "favorable" al PP. También fue ella quien puso la cara a la derrota sufrida en los comicios de Castilla y León en febrero. Quizá por poner la cara en las derrotas y ser un apoyo fiel desde el principio, Sánchez quiso reconocer ayer su trabajo en público. "Eres una socialista ejemplar. Gracias a tu compromiso y entrega durante todos estos años el cambio en el PSOE y en España fue posible; seguiremos trabajando juntos", compartió en Twitter. También Cerdán reconoció su "trabajo".

Su puesto, en juego

Ya con Lastra fuera del organigrama, ahora Sánchez podrá empezar a rearmar el partido de cara al carrusel de elecciones que celebrará España el próximo año. Una de sus primeras decisiones será relativa a la Vicesecretaría General. Según los estatutos del partido, es el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, el que debe ratificar el nombramiento del sustituto. Eso sí, el presidente podría suprimir el puesto de Lastra y que sus funciones las reparta la Ejecutiva Federal, quedando solo la cúpula del partido en manos de Sánchez, como secretario general, y Cerdán, como responsable de Organización. 

Organigrama de la dirección del PSOE tras la salida de Adriana Lastra
Carlos Gámez

Además, en ese caso y a falta de que el presidente pudiera acometer cambios en los equipos del Congreso y el Senado, Narbona y Eva Granados, la voz socialista en la Cámara Alta, serían las únicas mujeres en el núcleo del presidente. El resto de puestos quedarían así: Felipe Sicilia, portavoz del partido; Héctor Gómez, portavoz en el Congreso. 

Más paritario es el Consejo de Ministros, otro de los órganos que Sánchez podría reformular a la vuelta de las vacaciones de verano con la idea de coger fuerza para intentar que los socialistas lleguen lo mejor posible a los comicios del 2023.

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